Segunda carta de Lorenzo a Tribuna
Queridos camaradas: Su mensaje es muy interesante y plantea muchas
cuestiones pertinentes.
Pero me van a disculpar que no conteste en detalle a todas las
cuestiones, pòr falta de tiempo. Me limito a unos pocos puntos.
1º.- Sí, todo lo que Uds dicen de la realidad paraguaya de hoy suena
convincente, razonable, fundado y, además, basado en un conocimiento real de esa realidad
y de un contacto material con la misma. Cuando salen de esos temas y (aunque sólo me
parece que lo hagan puntualmente o como de pasada) tratan cuestiones más alejadas, como
la política comunista de los años 20 ó 30, creo que sus tesis no son acertadas.
2º.- En particular, creo que no llevan razón en la crítica al
socialismo en un solo país. La política del socialismo en un solo país era la única
practicable y real, era la de fortalecer el poder anticapitalista y transformar las
estructuras sociales en una dirección al comunismo allí donde se podía, que era en
Rusia, sin esperar a que madurase la revolución afuera y sin quererla hacer madurar
artificialmente, lo cual hubiera conducido a aventuras destinadas a fracasar
estrepitosamente. Frente a esa única política juiciosa y revolucionaria, la de Trotski,
Kámenef y Zinovief fue un revoltijo de frases huecas, perspectivas turbias, ideas
aventureristas a medias (porque decir, lo que es decir, nunca dijeron a las claras que
querían intervenir para provocar artificialmente revoluciones en Europa occidental; pero
la trayectoria de Trotski como comisario del pueblo era ilustrativa de sus vaivenes y
bandazos y de su optimismo ciego y egocéntrico, dado a increíbles aventurerismos).
3º.- En particular, el trotskismo y tendencias afines idolatraban a
Europa occidental, en la que habían vivido sus líderes y a la que juzgaban indispensable
para el socialismo, sobreestimando las potencialidades revolucionarias de esa zona y
desconociendo los factores reales que hacen que,muy posiblemente, vaya a ser la última
parte del mundo, junto con Norteamérica, en pasar a un sistema no capitalista.
Cuando Stalin dijo en los años 20 que no habría revolución
socialista en Europa occidental en los siguientes 90 años, puede haber hecho una
profecía que se está confirmando. Pero es que hay factores profundos que llevan a eso y
que ya habían empezado a existir a comienzos de siglo (ya Marx los señaló para la
Inglaterra de su época). En el trotskismo no jugaban ningún papel destacado el tercer
mundo, aunque luego haya hoy un neotrotskismo que recalca la importancia revolucionaria de
los países dependientes.
4º.- Tampoco estamos de acuerdo en lo tocante a la guerra de España.
No, la política staliniana de frente popular EN ESPAÑA no fue incorrecta, sino justa y
acertada, y gracias a ella fue posible que el fascismo no triunfara en 1936 y que el
pueblo español dejara al mundo y a las generaciones futuras la epopeya de su resistencia
trienal. Eso sí, la política de FP fue muy mal llevada en Francia y otros países,
porque llevó a poner sordina a la lucha anticolonialista en las colonias de esos países
(lo cual no se planteaba en España porque las miniminiminicolonitas españolas eran casi
meramente simbólicas).
5º.- No tengo tiempo para comprobar exactamente qué artículos del
GPM son aquellos que a Uds les han parecido bien y con cuáles estoy más en desacuerdo.
No, lo que les reprocho no es que sean intelectuales que no hacen la revolución, porque
sé bien que estamos en los cuarteles de invierno y que hay que rearmarse ideológicamente
primero. Lo que les reprocho es que en ellos ese antistalinismo en el que Uds caen de
pasada,con alguna alusión ocasional, es en ellos lo central, y a eso dedican casi todas
sus disquisiciones; y que éstas son todas sumamente abstractas, de un doctrinarismo y una
adhesión a la ortodoxia marxista (interpretada además según una cierta pauta estrecha)
tan rígida que apenas entra la argumentación sobre los problemas mismos, los argumentos
a favor o en contra de tal posición o de tal consideración, salvo el argumento de
autoridad y el apego a la Doctrina Auténtica.
El estilo resultante es de un inaguantable fárrago, siendo 9/10 de lo
que dicen escasamente pertinentes. Esa visión doctrinaria, mecánica, ese pensamiento de
cliché, se patentiza en su actitud sobre la reciente guerra imperialista contra el pueblo
yugoslavoi, en la cual han adoptado una actitud de neutralidad, alegando el derecho a la
autodeterminación de los albaneses de Kosovo. Y es que no son dialécticos, no toman en
cuentra la realidad en su contradictoria complejidad, y, habiendo adoptado un Principio,
lo entienden mecánicamente, a rajatabla y al pie de la letra, cualesquiera que sean las
condiciones y sin someterlo a ponderación. Todo eso hace que sus escritos desanimen a
casi cualquiera y que no tenga uno ganas ni siquiera de discutir con ellos, porque no vale
la pena. Si al menos una vez leyera uno una cosa interesante que escribieran, ... Pero es
un rollo, un simple rollo.
6º.- Sí, lo de las burguesías nacionales hoy, desde luego, parece de
nuevo un cliché, un tic del pasado. Lo de semicolonia también: un cliché más, repetido
y manido sin mirar a la complejidad de lo real y a sus cambios.
Deseándoles muchos éxitos en su lucha, me despido con un afectuoso
saludo revolucionario
Lorenzo Peña
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