2.4.- El "aparecer" de la esencia
en la relación mercantil

En el intercambio, la esencia de la mercancía individual sale de sí misma para "aparecer" en otra, cualitativamente distinta, con la que, sin embargo, se iguala o identifica según su esencia o valor en el intercambio. Ya no es un "parecer" que subsiste en si misma sino un "aparecer" que existe en otra; deja de ser algo interior recónditamente oculto por la exterioridad de ese su ser inmediato, sino que pasa a ser un existente que se muestra en un otro existente o extrínseco opuesto no dentro de sí sino frente a ella. Es el ser del trabajo social como ser en sí mismo (mercancía individual) que se supera en el intercambio en tanto deja de ser en sí para existir, aun cuando todavía no por sí mismo, sino a través de otro ser cualitativamente distinto (lo cual posibilita el cambio) e igual en valor a él, de igual esencia. Así, el ser inmediato de la sensibilidad superado por la esencia en sí misma (porque no supera el expresarse a través de la sensibilidad), el ser puesto, deviene ahora como esencia existente en lo inesencial frente a lo esencial que es un "otro" (que ejerce de equivalente) también existente:

<<La diferencia entre esencial e inesencial ha hecho recaer la esencia en la esfera de la existencia, pues la esencia, tal como está al comienzo, se encuentra determinada como existente inmediato, y por consiguiente, sólo como otro frente al ser. De este modo, la esfera de la existencia se halla puesta como base (soporte material: Marx)....>> (G.W.F. Hegel: " Ciencia de la lógica" Libro II Cap. I)

Cuando la esencia (de una mercancía) abandona la reflexión dentro de la unidad con su ser inmediato (valor de uso) y se iguala con otra en un ser inmediato o valor de uso distinto del que provino, la identidad de la esencia deja de ser formal y su reflexión "en sí misma" (dentro del ser inmediato del que provino) pasa a ser reflexión en otro (pasa a reflejarse en la mercancía con la que se iguala para intercambiarse). De este modo, la identidad de lo esencial se revela mediante la igualdad (cuantitativa: cantidad de trabajo socialmente necesario) de los seres (valores de uso) que se refieren unos a otros en tanto que inesenciales cualitativamente distintos no indiferentes y cuantitavivamente iguales, donde la esencia de uno no ya "parece" sino que "aparece" en el ser inmediato de otro y viceversa; al contrario de lo que ocurría con la esencia de la mercancía considerada individualmente, sólo reflejada como un "parecer" en su propio ser inmediato del trabajo (trabajo concreto útil o valor de uso):

<<La igualdad es una identidad sólo de aquellos que no son los mismos, que no son (cualitativamente) idénticos uno con otro; y la distinción es referencia de los distintos. Ambas [igualdad y distinción] no caen en lados o aspectos distintos que sean exteriormente indiferentes uno a otro, sino que cada uno [de ellos] es un aparececer en el otro.>> (G.W.F. Hegel: "Enbciclopedia" : § 118. Lo entre paréntesis es nuestro )

Ahora, en esta unidad (en tanto relación de igualdad) de lo cuantitativamente idéntico y de lo cualitativamente distinto, o de lo idéntico que se expresa en lo diferente, como resultado de la relación de intercambio o reflexión hacia sí que es igualmente reflexión hacia otro, la reflexión de la esencia (valor) sobre su ser inmediato es al mismo tiempo reflexión de ese valor sobre el ser inmediato con el cual se relaciona y viceversa. Este momento constituye el paso de la esencia al fundamento que aparece en la relación esencial entre distintos que constituye el fenómeno.

 

Si la dualidad entre ser y "parecer" es la reflexión de la esencia en el ser inmediato, y esta "reflexión en sí misma" constituía una "identidad formal", ahora, el fundamento viene a ser la unidad de esta "identidad formal" y la distinción, donde la esencia pasa de su ser en sí mismo como "identidad formal" de la esencia con su ser inmediato a la existencia, no como existente (en su ser inmediato o valor de uso) sino como cosa fundada (cuyo fundamento no está ya en lo que "parece" sino en lo que "aparece") en su relación de igualdad con otros existentes distintos, relación -que es el fenómeno o "forma de valor"- entre A y B, que es la cosa:

<<La reflexión hacia otro del EXISTENTE no está, sin embargo, separada de la reflexión-hacia-sí; el fundamento es la unidad de ambas [reflexiones], [unidad] de la que ha salido la EXISTENCIA. El EXISTENTE contiene por ello en sí mismo la relatividad y su múltiple conexión con otros EXISTENTES, y está reflejado hacia sí en tanto [es] fundamento. De este modo el EXISTENTE es cosa.>> (G.F.W. Hegel: "Enciclopedia..." § 124)

La esencia es la razón en el momento de su "parecer" antes de su manifestación, antes de su "aparecer" en la relación esencial (relación de igualdad o ecuación entre dos esencias o valores) . Cuando la razón se manifiesta aparece el fundamento. Esto ayuda a entender la diferencia que hay entre las categorías, no es lo mismo la esencia que el fundamento. La esencia es la razón puesta en el ser inmediato del trabajo como trabajo concreto o útil, el trabajo incorporado en el proceso de producción; antes de hacerse valer en el mercado.

Ahora bien, el fundamento aparece no cuando el producto se expone con pretensiones de hacerse valer y realizarse; no aparece en la mera confrontación. Cuando se enfrenta a otro ser, a otra mercancía individual distinta y le dice: mi esencia, mi valor, es tal, ése todavía no es el fundamento. El fundamento surge en la relación esencial, en la homologación, identidad o equiparación de las esencias.

El fundamento aparece en la relación esencial. Porque la relación entre distintos es, al mismo tiempo, una relación entre esencias, es una relación esencial. Ahora bien, si las esencias no se igualan o identifican no hay acuerdo, no hay homologación esencial de los distintos y no hay fundamento. Por lo tanto, en una relación esencial, lo inesencial es un puro soporte material, que constituye la condición necesaria del fundamento; la condición suficiente es la identidad de las esencias o valores individuales.

Esta unidad de lo idéntico y de lo de la reflexión hacia sí que es igualmente reflexión hacia otro, y distinto, o de lo idéntico que se expresa en lo diferente, como resultado viceversa, constituye el paso de la esencia al fundamento que aparece en la relación esencial entre distintos que constituye el fenómeno. Si la dualidad entre ser y "parecer" es la esencia reflejada en el propio ser inmediato, y esta "reflexión del ser en sí mismo" constituía una "identidad formal", ahora, el fundamento viene a ser la unidad de esta "identidad formal" y la distinción.

 

La unidad formal, la identidad formal, es la identidad entre el ser y su ser inmediato, la relación entre la identidad formal y la distinción es el fundamento porque esta identidad formal que es el reflejarse, el ser de la razón en sí mismo, en el ser inmediato, que si ahora se refleja en otro distinto, ahí aparece la relación esencial, que es el fundamento...

...donde la esencia pasa de su ser en sí mismo como "identidad formal" a la existencia, no como existente (en su ser inmediato o valor de uso) sino como cosa fundada, (cuyo fundamento no está ya en lo que "parece" es decir en el ser inmediato de donde salió sino en lo que "aparece") en su relación de igualdad con otros existentes distintos que son otras mercancías, relación -que es el fenómeno

Aquí aparece la noción de fenómeno. El fenómeno, en "El Capital" es la relación entre dos mercancías, relación esencial que es la "forma de valor" entre A y B o "valor de cambio" que es la cosa. Y en ese fenómeno está ya el fundamento, su fundamento; no tiene ya sólo la esencia, tiene el fundamento, porque se expresa. Pero no es el concepto, porque no se expresa por sí mismo o "forma de valor"- entre A y B que es la cosa

La cosa no es algo existente, individual, es una relación. La "cosa", para Hegel, no es ésta ni aquella cosa, es la relación entre una y otra cosa. La cosa es el fundamento, y el fundamento sale de la relación de igualdad, de la homologación entre dos esencias, de la igualdad entre dos valores. Por lo tanto, la cosa no es un objeto sino una relación. No es un ser en sí, tampoco es un concepto. Es el reflejo de un ser (de la esencia) en sí en otro ser inmediato; es la esencia de un ser que ha salido de sí y existe en una relación esencial, tiene su fundamento, pero en otro, por lo tanto es un fenómeno, porque es una forma de aparecer, nada más. Es un fenómeno. Entre Hegel y Marx hay la misma concepción de fenómeno, que es el fundamento de la esencia común a dos seres que aparece en la relación entre uno y otro:

<<La reflexión hacia otro del EXISTENTE no está, sin embargo, separada de la reflexión-hacia-sí (la esencia no puede desligarse de su valor de uso, porque si se desliga de su valor de uso ya no se puede intercambiar. Marx dice: si se destruye el valor de uso se destruye el valor de cambio, no se puede desprender, si se desprende pierde); el fundamento es la unidad de ambas [reflexiones] es decir, de la reflexión hacia sí y de la reflexión respecto de otro, hacia otro, [unidad] de la que ha salido la EXISTENCIA (Porque cuando el ser inmediato del pensamiento -la esencia [el trabajo] que se refleja en su propio ser inmediato, sale y se refleja en otro ser inmediato distinto del que salió, son dos reflexiones: la reflexión hacia sí, que él no puede obviar, porque sigue existiendo, y la reflexión hacia otro. Ambas reflexiones constituyen la unidad de la que ha salido la existencia.) El EXISTENTE contiene por ello en sí mismo la relatividad (El valor relativo. Cuando el valor o la esencia sale a la existencia, es porque sin abandonar su ser inmediato aparece en otro. Eso significa que esa esencia, ese valor –el de la mercancía A- se relativiza en otra, en la mercancía B. La mercancía A relativiza o expresa su valor o esencia en el valor de uso o ser inmediato de la mercancía B que hace las veces de equivalente. Esta relación o "forma de valor", es lo que en el contexto de su "Ciencia de la Lógica" se conoce por "la cosa". Todo esto está en el capítulo primero de "El Capital") y su múltiple conexión con otros EXISTENTES, y está reflejado hacia sí en tanto [es] fundamento. De este modo el EXISTENTE es cosa.>> (G.F.W. Hegel: ·"Enciclopedia..." § 124. Lo entre paréntesis es nuestro)

Cuando decimos que 50 metros cuadrados de lienzo equivalen a una chaqueta, estamos poniendo a estas dos mercancías cualitativamente distintas en una relación de igualdad o equivalencia en cuanto a su esencia social o valor en la sociedad mercantil; Esta relación es la unidad de lo idéntico y de lo distinto. Idéntico en tanto a esencia social, distinto en tanto apariencia o forma de manifestación cualitativamente hablando, de la cual surge el fundamento o esencia determinada, determinada no por sí misma, sino a través de otro o por otro, pero ahora no como existente o ser en sí mismo...

 

...la esencia del ser en sí mismo es un existente, la esencia en otro ya es un fenómeno, que supone que tiene su fundamento, pero no su fundamento por sí, sino a través de otro, a través de su relación con otro...

Hablar de relación de igualdad entre el lienzo y la chaqueta supone que el lienzo relativiza su esencia en una mercancía distinta y al mismo tiempo igual o equivalente bajo la forma del ser inmediato de la chaqueta; dicho de otro modo, el lienzo expresa su esencia (valor) en el ser inmediato (valor de uso) de la chaqueta, con lo cual, de simple existente abstracto reflejado sobre sí mismo de la mercancía lienzo (sin fundamento), el lienzo pasa a reflejar su esencia (valor) en otro existente (ser inmediato o valor de uso de la chaqueta), convirtiéndose así en existencia real o cosa fundada.

Si la primera mercancía (el lienzo) refleja "pone" o expresa su esencia (no en sí misma sino) en otra, en la chaqueta, cumple una función activa...

...porque ella (la esencia o valor del lienzo) es la que sale de sí misma (de su ser inmediato o valor de uso); sale de su ensimismamiento y va hacia otra (la chaqueta) que "la solicita" y está ahí, en el mercado, para ejercer de espejo.

...En tanto se deja representar, la cualidad o valor de uso de la chaqueta cumple una función pasiva. En términos teatrales o cinematográficos, la esencia (valor social) del lienzo, es el alma o la esencia del personaje que permanecía en el autor de la obra y que ahora pasa a ser "puesta en escena"...

 

...Cuando un personaje se pone en escena, entre él y el actor que lo interpreta se establece una relación, donde el personaje –que es presentado por el autor- cumple la función activa, cobra vida en el actor, mientras que éste simplemente lo re-presenta o se deja volver a presentar por él. Es un buen actor y, por lo tanto vale, en la medida en que es la fiel representación del personaje: su equivalente. Al contrario de lo que parece, la función activa es del personaje, la función pasiva corresponde al actor que sólo pone su cuerpo, su figura, su mera apariencia; el arte teatral o cinematográfico, el arte de interpretar, es apariencia, es el arte y la maestría de saber reflejar en la figura del actor la esencia o carácter del personaje. Y en la ciencia económica, la esencia del personaje llamado mercancía es el valor, que "aparece" representada....

...o "relativizada" en la apariencia del actor; por su parte, en esta relación con su personaje, la chaqueta es el actor que hace las veces de equivalente del personaje, limitándose a representarlo pasivamente mediante la actuación fenoménica de su figura corporal, de su valor de uso...

 

... hasta tal punto que al actor se le usa, el empresario teatral le usa, usa su figura y su fuerza de trabajo, que, en la escena, ya no es mera figura representativa del valor puesto por el autor de la obra, es un nuevo valor creador de plusvalor:

<<Las dos mercancías A y B, en nuestro ejemplo el lienzo y la chaqueta, desempeñan aquí, obviamente, dos papeles diferentes. El lienzo expresa su valor (esencia social) en la chaqueta; la chaqueta hace las veces de material para dicha expresión de valor. A la primera mercancía le corresponde un papel activo; a la segunda, uno pasivo. El valor de la primera mercancía queda representado como valor relativo, o sea, reviste una forma relativa de valor. La segunda mercancía funciona como equivalente, esto es, adopta una forma de equivalente.>> (K. Marx: "El Capital": Libro I Cap. 1. Lo entre paréntesis es nuestro)

La relación (de equivalencia) entre las mercancías A (lienzo) y B (chaqueta) constituyen dos partes de una unidad que es el fenómeno o "forma de valor" donde la esencia (de la mercancía) A se manifiesta en el cuerpo, soporte material o valor de uso de (la mercancía) B. Pero ahora si invertimos el orden de relación entre A y B, tenemos que B equivale a A. En este caso se cambian los papeles: B es la mercancía que ejerce el papel activo, cuya esencia es "solicitada" por B:

<<Sin duda, la expresión 20 varas de lienzo = 1 chaqueta o 20 varas de lienzo valen 1 chaqueta, implica la relación inversa: 1 chaqueta = 20 varas de lienzo o 1 chaqueta vale 20 varas de lienzo (...) El que una mercancía adopte la forma relativa de valor o la forma contrapuesta, la de equivalente, depende de manera exclusiva de la posición que en ese momento ocupe en la expresión (fenomeno) de valor, esto es, de que sea la mercancía cuyo valor se expresa o bien, en cambio, la mercancía en la que se expresa el valor.>> (K.Marx: "El Capital" Libro I Cap. 1 punto 2)

Esto quiere decir que A y B son partes de una totalidad en la que alternativamente una u otra pueden desempeñar ambos papeles. Al estar correlacionadas en esta relación de igualdad, activo o pasivo, ambas están mutuamente condicionadas; es una totalidad porque va una y otra de un lado a otro, según como se mire la relación. En esta relación no hay un polo dialéctico dominante, porque cada mercancía manifiesta su esencia o alma social en el cuerpo de la otra y ambas constituyen un todo como "forma de valor" (Marx), "relación esencial" o "fenómeno" (Hegel). Esta relación, como igualdad esencial constituye una unidad concreta , donde cada una de las partes son iguales al todo porque así lo determina su relación de igualdad o equivalencia.

 

...En las partes A y B está el todo, porque ambas pueden representar tanto el papel de equivalente como de relativo, por eso es una totalidad...

...Pero al mismo tiempo, desde el punto de vista de la cualidad, la relación es una unidad abstracta en tanto unidad de lo distinto, porque sus dos partes no dejan de ser dos existencias independientes, esto es dos seres inmediatos diferentes y, por tanto, "recíprocamente indiferentes".

Como cualidad son indiferentes porque no tienen nada que ver el uno con el otro; pero como esencia se igualan y no pueden ser indiferentes porque son idénticos. La condición del intercambio es que la unidad que constituye la relación sea al mismo tiempo abstracta y concreta; abstracta porque los elementos que se relacionan son cualitativamente distintos e indiferentes, concreta porque esencialmente son idénticos:

<<Ahora bien, puesto que los lados de la relación no tiene cada uno su independencia en sí mismo, sino en su otro (porque no se expresa a través de sí mismo sino a través de otro, por lo tanto tiene su independencia en otro), hay una sola identidad de ambos, en que ambos son sólo momentos. Pero como cada uno es independiente en sí mismo, son ellos así dos existencias independientes, que son indiferentes recíprocamente. En el primer aspecto, el de la identidad esencial de estos lados, el todo (la esencia) es igual a las partes, y las partes son iguales al todo (porque son iguales como esencia). No hay nada en el todo, que no esté en las partes, y nada en las partes que no esté en el todo. El todo no es una unidad abstracta, sino la unidad como unidad de una diferente multiplicidad; pero esta unidad, como aquella en que lo múltiple se relaciona entre sí, es su determinación (esencial, porque si no existiera la esencia que une a lo múltiple no habría determinación de igualdad por lo tanto es una determinación esencial) por cuyo medio lo múltiple es parte (es parte del todo, y el todo está en las partes). La relación tiene, por ende, una identidad inseparable y sólo una única independencia (la de la esencia)>> (G.W.F. Hegel: "Ciencia de la lógica" LIbro II sección 2 cap. 3. Lo entre paréntesis es nuestro)

Si ahora pasamos en Marx de la "forma simple" a la "forma total o desplegada" de valor, tenemos una multiplicidad de distintas partes, cuya relación esencial constituye una identidad esencial donde:

A = B; B = C; C = D;....y

B = A; C = B; D = C.....

Si los primeros miembros de estas relaciones de igualdad desempeñan el papel activo y los segundos el papel pasivo, siendo que todo depende "de la posición que en ese momento ocupe" cada miembro en la relación de igualdad, de esto se desprende que la fuerza productiva del trabajo (el pensamiento en la concepción de Hegel), que tiende a realizarse como esencia, está en la relación misma en tanto relación esencial: Aquí está el trabajo, permanentemente, que equipara todas estas mercancías como cualidades o valores de uso según su cantidad, la cantidad de trabajo contenido en cada unas de ellas:

<<La fuerza es, de esta manera, una relación (la fuerza nace de la relación, no nace de un sujeto, nace de una relación) en la que cada término es (esencialmente) el mismo que el otro Hay una fuerza que solicita y otra que es solicitada, pero si no hay relación no hay fuerza. Hay fuerzas que están en relación y precisamente se refieren de manera esencial una a la otra. Además, ellas son, ante todo, sólo diferentes en general; la unidad de su relación es sólo la unidad interior, que está en sí>> (Ibíd. Lo entre paréntesis es nuestro)

Decimos que en la relación de dos distintos (A = B y B = A), A expresa en B lo que tiene de igual con él y viceversa. Por tanto, en A = B, A desempeña un papel activo y B un papel pasivo. Al contrario que en B = A. Si en A = B, para expresarse en el valor de uso de B, el valor de la mercancía A ejerce una fuerza esencial (como valor que tiende a realizarse o venderse), esto sólo es así porque B ejerce otra fuerza inesencial (demanda del valor de uso) que la solicita:

<<Todas las mercancias son no-valores-de-uso para sus poseedores (oferentes), valores-de-uso para sus no poseedores (demandantes). (Estas son las fuerzas del mercado de que hablan los burgueses). Por eso tienen todas que cambiar de dueño. Pero este cambio de dueños constituye su intercambio, y su intercambio las relaciona recíprocamente como valores (según Hegel en tanto esencia) y las realiza en cuanto tales.>> (K. Marx: "El Capital" Cap. II. Lo entre paréntesis es nuestro)

Por tanto, la fuerza productiva del trabajo (el pensamiento en Hegel), es una fuerza condicionada, lo mismo que lo que ella determina, esto es la esencia. Está condicionada por la relación, esto es, por el mercado. Las fuerzas que concurren para determinar la esencia (valor) y que convierten a las cosas (mercancías) en reales, son las "fuerzas del mercado", la oferta y la demanda. Esto es real. Sin forma de valor no hay valor, sin intercambio no hay valor. Si no hay una parte propietaria pasiva con la misma intensidad que la propietaria activa, que solicita la fuerza no hay valor:

<<Vale decir, una fuerza está determinada, primeramente, como la que solicita (o demanda) y la otra como la que se convierte en solicitada (oferta); estas determinaciones de forma (forma de valor) aparecen de esta manera como diferencias inmediatas, existentes en sí, de las dos fuerzas. Pero son esencialmente mediadas. Una fuerza se halla solicitada; este empuje es una determinación puesta en ella desde el exterior (por su equivalente). (...) O sea, ella es la que solicita sólo por cuanto está solicitada para ser la que solicita. Y así, a la inversa, la primera está solicitada sólo por cuanto ella misma solicita la otra a fin de que la solicite a ella, es decir, a la primera. (...) Ambos, el empuje dado y el recibido, o sea, la extrinsecación activa (de la esencia o valor) y la exterioridad pasiva (del ser inmediato o valor de uso), no son, por consiguiente, un inmediato, sino que son mediados (por la fuerza productiva del trabajo que para Hegel es fuerza del pensamiento), y precisamente cada una de las dos fuerzas (oferta y demanda) es ella misma la determinación que la otra tiene frente a ella, está mediada (condicionada) por la otra, y esta otra que la media, representa a su vez su propio ponerse que determina (al pensamiento-trabajo "por sí" mismo como esencia-valor)>> (G.W.F. Hegel: "Ciencia de la lógica" Libro segundo Cap. III. Lo entre paréntesis es nuestro)

Mediante la exteriorización de la fuerza en los dos lados de la relación, el pensamiento –la fuerza productiva del trabajo según Marx- se supera la diversidad y convierte la relación en una relación esencial, en una relación de equivalentes, que contienen la misma cantidad de valor social.

En este contexto, según Hegel, es el pensamiento el que pone orden entre cosas distintas según su esencia. Pone orden en el sentido de que este orden se manifiesta en la igualdad de las esencias, en la relación esencial. Para Marx, este orden no es un orden del pensamiento sino que es un orden de las cosas. Es la relación mercantil que funge o actúa independientemente del pensamiento de los sujetos, la que pone orden en la sociedad mercantil; el orden del pensamiento es un reflejo del orden impuesto por la naturaleza de las cosas que se formaliza después, "post festum", como un concreto pensado, no como concreto real. En Hegel parece que es el pensamiento el que ordena la realidad. Esta es la diferencia.

La relación esencial es una identidad formal que constituye en sí el contenido. La forma se convierte en contenido. "En sí" porque como identidad formal (todavía no real), la esencia o el contenido del ser no se determina por sí mismo sino a través de la manifestación sensible de su otro lado, de la mercancía B, la chaqueta. La verdad de la fuerza es, por consiguiente, la relación, cuyos dos lados se distinguen solamente uno como interior y el otro como exterior...

 

...Como interior es el activo, como interior que se manifiesta. Y el otro como exterior, como pasivo, que solamente pone la forma, pone la materia...

Para Marx, la determinación de la esencia o valor de las cosas en la sociedad mercantil está dada no por el pensamiento sino por el trabajo en tanto síntesis social entre teoría (ciencia) y práctica (técnica), sólo que la forma de valor o relación de intercambio, al mismo tiempo que vela u oculta esta determinación esencial del trabajo, activa la energía que desgarra ese velo...

 

...y, por lo tanto ya no "parece" sino que "aparece" en el fenómeno, que, a su vez contiene su fundamento:

<<...las propiedades de una cosa no surgen de su relación con otras cosas sino que, antes bien, simplemente se activan en esa relación. (...) Nuestro análisis ha demostrado que la forma de valor o la expresión del valor de la mercancía surge de la naturaleza del valor mercantil, y que por el contrario, el valor y la magnitud del valor no derivan de su forma de expresión en cuanto valor de cambio (sino del trabajo)>> (K.Marx: "El Capital" Libro I Cap.1. el subrayado y lo entre paréntesis es nuestro)

Como identidad de la apariencia con lo interior, es decir, con la esencia, la relación esencial queda determinada como realidad, aunque no todavía como realidad efectiva, porque la esencia del ser no se muestra por sí misma sino por mediación de su reflexión en la sensibilidad de un otro: el equivalente.

Es en este punto de su "Lógica" donde Hegel rompe con la filosofía especulativa de Kant, porque para Kant no era posible que la esencia se revelara al intelecto. Para Kant en el fenómeno no se revela más de lo que denota como tal, como determinación sensible, de modo que el pensamiento sólo puede ejercer su libertad como mero entendimiento, es decir entender lo que se percibe por los sentidos, sin más. Desde el punto de vista de la pura especulación o reflejo del pensamiento en la sensibilidad, la esencia de las cosas -el noumeno- es lo interior no revelado o de imposible intelección. Así, para Kant, de las cosas sólo es posible inteligir el fenómeno, su mera apariencia...

 

...Desde el punto de vista de la economía política, Kant no sale de lo que denota la relación simple de intercambio: el precio. Pero en su filosofía no hay sitio para el dinero, que es la categoría económica homóloga al concepto en la Lógica de Hegel. La esencia que Kant llama "cosa en sí" es una realidad oculta tras la apariencia, algo íntimo y verdadero encubierto por el velo subjetivo que entre ella y nosotros interponen las formas de la sensibilidad y sus categorías. Como para Kant el ser humano no puede saltar por encima de su propia sombra, como no puede percibir más que las formas del espacio y el tiempo, ni pensar más que con las categorías de la sensibilidad, la "cosa en sí" resultará siempre impensable, ininteligible....

Para Hegel, por el contrario, no puede haber un exterior de la sensibilidad si un interior del pensamiento y de la voluntad no se manifiesta en él y lo determina, del mismo modo que, para Marx no puede haber mercancía ni precio sin trabajo. En tal sentido, no puede haber pensamiento más vacío que el mero entendimiento de las cosas tal como aparecen; no puede haber actividad humana más inútil que el de una filosofía que se limita a traducir en términos de intelecto lo directamente dado a los sentidos. Esto de Kant es sentido común, es darle forma intelectual a las formas de la sensibilidad:

Por consiguiente, lo que es sólo algo interior, es así también algo exterior, y lo que solo es algo exterior, es también sólo, por de pronto, algo interior. (...) El ser humano, del mismo modo que es exterior, o sea, es exterior en sus acciones [no desde luego en su sola exterioridad corporal], es también interioridad; y cuando es solamente interior, es decir, cuando es solamente virtuoso o moral en sus propósitos y sentimientos, y su exterioridad no es idéntica a su interior, tan hueco y vacío es entonces lo uno como lo otro>> (G.W.F. Hegel "Enciclopedia..." §140)

En este pasaje que el traductor Ramon Valls Plana ve con razón "cargado de ironía", Hegel impugna de modo terminante e incontrovertible la filosofía (kantiana) que coloca la esencia inteligible de las cosas en algún recóndito e inaccesible lugar."La inteligibilidad está aquí, piensa Hegel, luce en las cosas logradas", poniendo así "punto final, a la metafísica espectral de los "pálidos reflejos".

 

...Es decir, cuando yo actúo estoy poniendo de manifiesto lo que soy desde mi intimidad.

En efecto, si en A = B ocurre que la esencia (lo interior) de A se manifiesta en lo exterior de B, y si, recíprocamente, en B = A lo interior de B se manifiesta en lo exterior de A, este razonamiento autoriza a concluir que tanto en A como en B su esencia "luce" en la inmediatez de sus respectivas existencias, ahora cada una como realidad efectiva o "Wirklichkeit", es decir, como "cosas logradas", como unidades de significación y de significado, de interior y de exterior:

<<La realidad efectiva es la unidad inmediatamente devenida de la esencia y la existencia, o de lo interior y lo exterior>> (Op.Cit. § 142)

...Después veremos la cuestión filosófica importantísima de trascendencia política decisiva, de que no toda cosa que tiene su propia razón de ser y existe, rige o tiene vigencia, es por eso verdadera. Incluso una realidad efectiva, tangible, deviene realidad actual o inmediata y por tanto, abstracta, cuando pierde su racionalidad. Esto lo vamos a ver un poco más adelante...

Ahora bien, mientras en tanto esencia se manifieste o refleje en su ser inmediato, "en sí mismo", esto es, en una multiplicidad existencial no por sí misma sino en sí misma, esto es, a través de otro ser inmediato, como ocurre en la relación esencial, forma de valor o relación de intercambio, la determinación real del pensamiento (las fuerzas productivas según Marx) es posible y al mismo tiempo contingente. Puede ser o no ser. Precisamente porque no depende de si misma sino de otro. Contingente es todo aquello que es por otro. Puede ser o no ser, y si es, lo es por otro o a través de otro. Es lo accidental, lo no necesariamente determinado.

En nuestro ejemplo, el trabajo contenido en la mercancía A (10 varas de lienzo), es un contingente, porque este trabajo, no se expresa o determina por sí mismo sino a través de su relación con otro (la chaqueta) en el mercado. Y mientras sea contingente, mientras exprese la esencia de su ser a través o por medio de un otro, la posibilidad de ser por sí es abstracta, no real; de hecho, es el mercado el que determina la realidad efectiva de una mercancía, es decir, si se vende o no, esto es, si se realiza o no se realiza su valor y en qué condiciones; por tanto, todo producto del trabajo tiene su esencia puesta y por eso su posibilidad de existir como mercancía. Pero esta posibilidad es contingente, accidental o circunstancial. Esto es lo que Hegel llama realidad actual o actualidad real.

A diferencia del existente, "dasein" o ser inmediato de la sensibilidad o del sentimiento, ayuno de esencia, que es el ser de la recolección, que no tiene trabajo incorporado, la realidad actual es el ser mediado por el pensamiento (por el trabajo según Marx), que tiene la esencia puesta y ya manifiesta en la relación esencial; es la esencia que "aparece" en la EXISTENCIA, o el "existenz" de la esencia; pero no por sí misma sino por medio de otro, el equivalente. Es, por tanto, una "realidad formal" en tanto es la realidad de una forma, la realidad que la esencia de un ser alcanza –o, mejor dicho, que puede alcanzar- a través de otro ser.

Así, frente a la absoluta imposibilidad de que el "dasein" (puro valor de uso en la etapa de la recolección), pueda determinarse esencialmente, el ser del trabajo cuya esencia alcanza su "existenz" en la mercancía o relación mercantil, demuestra su posibilidad de determinarse esencialmente, porque de hecho tiene su esencia o razón de ser (el valor) manifiesta en su relación ("forma de valor") con otra mercancía.

Pero esta posibilidad esencial de su EXISTENCIA es, al mismo tiempo que formal, contingente, porque su realidad no depende de él (del trabajo contenido en la mercancía) sino de un otro: el mercado.

El bolígrafo no es un producto de la naturaleza, es un producto del trabajo. Y como mercancía que es tiene valor. Vale y cuesta. Per ¿cómo descubrirlo? Hegel dice que "en sí mismo", es decir, observado un ser "en sí mmismo", un producto del trabajo aisladamente en tanto objeto útil, su esencia "parece" y "brilla" pero no "aparece", sigue siendo algo imposible de descubrir. Y es ciero. Pero Marx, poniendo la dialéctica hegeliana sobre sus pies, sigue diciendo que la indeterminación de la esencia "puesta" en el ser inmediato de la mercancía individualmente considerada, obedece no precisamente a que su valor mercantil permanece velado por el ser inemdiato que la contiene, por su valor de uso, sino por causa del valor mecantil mismo que ha userpado históricamente el lugar del trabajo concreto y del valor de uso. Y esa esencia del ser humano que es el trbajo no se va a manifestar por sí misma más que cuando el proletariado haga la revolución socialista. Hegel, en cambio, dice que el ser por sí de la esencia se realiza en el concepto,, esto es en la categoría dinero. Eon esto demuestra que su lógica es la lógica del trahbajo enajenado, que es la Lógica del dinero.

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