LEY DE LA TENDENCIA DECRECIENTE
DE LA TASA DE GANANCIA

Por un lado, el trabajo humano es la única fuente del valor y de la valorización del capital, o sea, del plusvalor. Pero, por otro lado, el proceso de acumulación discurre en una fatal dinámica determinada por la tendencia objetiva —independiente de la voluntad de los capitalistas— a desplazar trabajo humano por la maquinaria. Así, según avanza el proceso de acumulación a través de los sucesivos períodos de rotación, el aumento de la inversión de capital adicional en medios de producción, es decir en la parte constante del incremento, va siendo progresivamente mayor que la parte de ese aumento invertida en fuerza de trabajo, en salarios, en capital variable. Aumenta la relación Cc/Cv que Marx llama composición orgánica del capital (C.O.C.), expresión del creciente dominio económico del capital sobre el trabajo; pero Cc/Cv es, según vimos, la correspondencia en términos de valor de MP/FT, que expresa el grado de desarrollo de la fuerza productiva del trabajo.

Ahora bien, esta tendencia del capital al incesante progreso de la fuerza productiva del trabajo social y al correspondiente incremento en la C.O.C. que determina férreamente el comportamiento de todos los burgueses, hace que en cada periodo de rotación del capital, en cada ciclo de acumulación, disminuya también la relación entre la masa de plusvalor Pl obtenido y el conjunto del capital invertido Cc+Cv, es decir, la tasa general de ganancia, al ritmo en que el trabajo vivo es reemplazado por la maquinaria. En las conocidas fórmulas de Marx:

Tasa de ganancia

G=

      Pl      
Cc+Cv

De acuerdo con esta fórmula , para que se cumpla la tendencia decreciente de la tasa de ganancia G, postulada por Marx, el crecimiento progresivo de la masa de plusvalor Pl tiene que ser necesariamente menor que el aumento en la C.O.C. Si ahora dividimos los términos de esta fracción por Pl tenemos:

    Pl   
Pl

1

G=


G=


   Cc+Cv  Cc+Cv  
Pl

Pl

De esta forma se observa que para que la tasa de ganancia no baje, el aumento en la C.O.C. debe ser compensado por un aumento de la tasa de plusvalor o tasa de explotación del trabajo. Dicho de otro modo, el rendimiento o explotación del trabajo vivo en funciones tiene que sobrepujar la paulatina disminución del plusvalor resultante del cada vez menor incremento en el número de obreros empleados a causa del aumento en la C.O.C., esto es, de la disminución relativa de obreros empleados. Pero resulta que por más que mediante el empleo de maquinaria extiendan el plustrabajo a expensas del número de obreros empleados, los capitalistas no pueden evitar que la tasa de ganancia descienda. Es imposible, por ejemplo, extraer de dos obreros tanto plusvalor como de 24. En efecto, si cada uno de los 24 obreros sólo suministrara una hora de plusvalor en una jornada de 12 horas, en conjunto suministrarían 24 horas de plustrabajo, mientras que para rendir esas mismas 24 horas de plusvalor, los dos obreros tendrían que trabajar completamente gratis, porque todo su salario quedaría transformado en plusvalor.

Para demostrar matemáticamente que la tasa de explotación no puede sobreponerse a los efectos depresores del aumento en la COC sobre la tasa de ganancia, es necesario expresar la relación G entre el plusvalor obtenido y el capital invertido, en términos de trabajo vivo global, o sea (Cv + Pl) que representa el total de la jornada de labor, en nuestro ejemplo 24 horas:

      Pl    
Cv+Pl

Pl

G=


G=


Cc+Cv

   Cc  
Cv+Pl

+

   Cv 
Cv+Pl

Poniéndonos en el supuesto de que la tasa de explotación alcance el máximo posible, es decir que el plusvalor Pl ocupe toda la jornada de labor, entonces: Cv = 0 por lo tanto Pl =1 Reemplazando estos valores de Cv y Pl en la última expresión de la fórmula:

   1   
0+1

1

1

G=  


G=


=


  Cc   0+1

+

0
1

   Cc
1

Cc

Así, aun cuando el plusvalor que aportan nuestros dos obreros al capitalista llega a ocupar las 24 horas del día, reduciendo sus salarios a un valor nulo: Cv =0 (supuesto que les hace vivir del aire) aun así, la tasa de explotación representada en el numerador de la fracción no puede superar el límite de 1 (el salario se transforma totalmente en plusvalor) que es el 100% de la jornada de labor, mientras que la composición orgánica del capital representada en el denominador puede aumentar lo que se quiera, que cuanto más aumente más disminuye G. Queda categóricamente demostrado, pues, que la caída de la tasa de ganancia es inevitable a medida que la C.O.C. aumenta, independientemente de cualquier aumento de la tasa de explotación, cuyo límite está férreamente determinado por razones biológicas.

Como vemos, el empleo de la maquinaria para la producción de plusvalor implica una contradicción inmanente, puesto que de los dos factores de la masa de plusvalor obtenido por un capital de magnitud dada, un factor, la tasa de plusvalor, sólo aumenta en la medida en que el otro factor, el número de obreros, se reduce. (3) Esta contradicción es inherente o consustancial a la relación capitalista y se impone a los empresarios individuales a través de la competencia, por la mutua presión que ejercen unos sobre otros mediante la reducción de sus costes salariales a medida que aumenta el grado de tecnificación de sus empresas. Los capitalistas que introducen mejoras en los métodos y medios de trabajo en sus industrias eliminan costes de mano de obra y reducen los tiempos de producción, logran bajar los precios de sus productos y obtienen así ganancias extraordinarias. A expensas de sus colegas competidores. Este comportamiento empuja a los demás a hacer lo propio. Se desata así una dinámica del capital social global que eleva la C.O.C. y deprime la tasa de ganancia.

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notas

(3) La tasa de explotación Pl/s expresa el rédito o rendimiento que el capital obtiene de cada trabajador empleado durante una jornada de labor. Luego la masa de plusvalor resulta de multiplicar la tasa de explotación por el número de obreros empleados. volver