02. El Dinero como medio de cambio y como medio de pago.

El intercambio mercantil simple por mediación del dinero como equivalente general de todas las mercancías, supone dos formas de operar según el distinto punto de vista de las tres partes que intervienen en dos actos sucesivos de compra-venta. El vendedor A entrega su mercancía M1 al comprador B para su consumo personal, quien ipso facto le paga su equivalente en dinero. Finalmente, con ese dinero A compra la mercancía M3 —que necesita— a un tercero C, también para su consumo personal. La fórmula de este tipo de intercambio, por eso llamado mercantil simple, es:(

M1-D-M2

Fijémonos que aquí, se trata de una relación social en la que intervienen 3 personas: A, B y C. Tres productores de otras tantas mercancías cualitativamente distintas, donde el dinero media el intercambio entre ellas, todas equivalentes: M1 (5 Kg. de harina) y M2 (2 cortafrío) según la siguiente secuencia: el sujeto A productor de los 5 Kg. de harina, vende su mercancía M1 al sujeto B a cambio de su equivalente en dinero D. Aquí la entrega de la mercancía vendida y el pago de su equivalente en dinero son dos actos simultáneos. Finalmente, de la misma forma A con ese dinero, compra la mercancía M2 a una tercera persona C fabricante de los cortafríos. Así se explica el intercambio mercantil simple entre mercancías de un mismo valor. Sí la persona C decidiera consumir los dos cortafríos, la secuencia de intercambios acabaría aquí, e invariablemente siempre en algún momento acaba sin alternativa posible de la misma forma. Por tanto, bajo esta modalidad de los intercambios y de la circulación de las mercancías —típica de los modos de producción precapitalistas—, la finalidad de la producción y de los intercambios es el consumo.

Bajo el capitalismo, la secuencia predominante de los intercambios invierte por completo el sentido de sus protagonistas y de su finalidad. En los modos de producción precapitalistas, los actos de intercambio estaban precedidos por la producción de mercancías. En el capitalismo es al revés, la producción está precedida y condicionada por actos previos en la esfera de los intercambios, es decir por la circulación. ¿Dónde? En el mercado de trabajo, es decir, en actos de intercambio entre los propietarios del dinero y los propietarios de su fuerza de trabajo. Sin tal requisito no hay producción. La secuencia comienza, pues, por una masa de valor en forma de dinero D disponible para inversión, en medios de producción y fuerza de trabajo por parte de los "productores" capitalistas. ¿Con qué finalidad? Producir más valor en forma de dinero para los fines de su acumulación, convertido así en capital. ¿Cómo? Explotando trabajo ajeno, naturalmente. Así las cosas, la representación algebraica o fórmula del proceso de valorización del capital productivo es la siguiente:

D-M ……P……..M’- D’
Donde D representa al dinero para inversión productiva; M a la mercancía adquirida en fuerza de trabajo o salarios, medios de producción [suelo, edificios, mobiliario, material de escritorio, maquinaria, materias primas y auxiliares (combustibles y lubricantes)]; P representa al proceso de producción y los puntos suspensivos al tiempo de trabajo insumido; M’ designa al valor del producto conteniendo lo que le costó al capitalista industrial, más el trabajo impago materializado en el plusvalor. D’ representa a ese mismo valor del producto expresado en dinero cuando el producto se vende = D+d (Recuperación del dinero D invertido en la producción más el plusvalor d realizado en forma de incremento en dinero, que así se transforma en capital).

Hasta aquí, históricamente el dinero solo tenía por finalidad mediar en los intercambios entre distintas mercancías. Posteriormente, con el desarrollo del comercio bajo la tardía Edad Media, el dinero entre la clase social capitalista incipiente adoptó una función adicional como medio de pago. Aquí, la simultaneidad de la compra y de la venta por mediación del dinero, es sustituida por un instrumento comercial que permite la discontinuidad en el tiempo y el espacio entre la entrega de la mercancía por el vendedor y el pago de la misma a cargo del comprador. Dicho instrumento es la letra de cambio, emitida o librada (puesta en circulación) por el comprador, quien la firma y entrega al vendedor bajo el formal compromiso de pagar al vencimiento su precio, en un plazo y lugar acordado. Bajo el capitalismo el domicilio de pago suele ser un banco, al cual por lo general acude el último tenedor de la letra para descontarla..

Supongamos que el vendedor es un fabricante de automóviles y el comprador un comerciante concesionario del mismo producto. En virtud de la letra de cambio, la remesa de coches objeto de compra-venta pasa del industrial-fabricante a manos del adquirente en su condición de intermediario comercial. La entrega se ejecuta antes de que su precio o valor de cambio en dinero pase a manos del vendedor. Pero éste, en su condición de fabricante, necesita disponer de inmediato de nueva materia prima y demás autopartes ya empleadas para fabricar lo que ha puesto en manos del cocesionario. De lo contrario, deberá cargar con el lucro cesante de tener que paralizar su producción hasta la venta total de lo ya fabricado todavía no vendido. Para evitarlo, endosa y transfiere la promesa de pago a favor de quien le venda ese nuevo material para la fabricación de una nueva tanda de coches, o bien acude inmediatamente a su banco para descontar la letra, solicitando que se le adelante el importe a cambio de un interés por el tiempo transcurrido entre la fecha del anticipo y el vencimiento del plazo acordado, del que deja constancia en el documento que firma y entrega al banco.

De este modo, el dinero propiamente dicho recién interviene para cerrar la operación de compra-venta al vencimiento del plazo acordado en la letra de cambio, que se convierte, así, de medio de cambio en medio de pago. Esta nueva función del dinero dio pábulo a que la figura del tenedor de la letra se haya trasmutado en acreedor y el receptor del producto —que firmó y libró la promesa de pago— en deudor.

Teniendo en cuenta que este tipo de documentos suele circular con hasta tres o más endosos, aquí ya estamos ante una nueva figura llamada dinero prestable o crediticio que surgió directamente de su previa función como medio de cambio, para lo cual todas las transacciones debieron pasar a ejecutarse en el mercado o esfera de la circulación de la riqueza, sobre la base de un mismo valor mercantil en cada operación de endoso, hasta ser abonada a su vencimiento en el domicilio que figura en el documento.

Esta nueva función como medio de pago a plazo, convirtió al dinero en una mercancía más sujeta a la interacción de la oferta y la demanda en un nuevo mercado: el de dinero prestable o crediticio. Y dado que toda mercancía es objeto de compra-venta y se consume, el dinero como medio de pago materializado en la letra de cambio, también pasó a contener un valor de uso y un valor de cambio, cuyo comprador la pone en circulación comprometiéndose a hacerla efectiva en favor del vendedor a su vencimiento.

¿En qué consiste el "valor" o precio del dinero prestable? En la tasa de interés vigente en el mercado de prestamos. ¿Qué se propone un prestamista ofreciendo dinero a crédito? Acrecentarlo, es decir, recuperar al vencimiento de la promesa escrita la cantidad que prestó, más la tasa de interés, o sea, capitalizar el dinero prestado. ¿Y el que lo demanda para qué lo quiere? Para usarlo productivamente. ¿En qué consiste el uso productivo del dinero como forma de pago bajo el capitalismo en condiciones normales? En nuestro ejemplo invertirlo por el prestatario —suponiendo que descontó en su banco la letra— en su condición de capitalista industrial, para comprar medios de producción y…trabajo asalariado, a fin de seguir sin interrupciones fabricando más automóviles y así obtener un plus adicional de ganancia, es decir, transformar la cantidad de dinero que le adelantó el banco, en más dinero, o sea, en capital real a instancias de la producción de plusvalor. ¿Cómo? Explotando trabajo ajeno, naturalmente.

¿De dónde sale, pues, el interés del dinero prestado? De la ganancia industrial d como resultado de invertir el dinero D en producir mercancías que contengan D+d. Así las cosas, cuando el capitalista productivo vende lo que ha fabricado, recupera el dinero invertido D más un incremento de dinero = d equivalente al plusvalor o ganancia materializada en el producto fabricado y ya vendido. Finalmente, de esta masa de plusvalor convertido en dinero, deduce la parte que le corresponde capitalizar al prestamista según la tasa de interés vigente en el mercado de préstamos.

La dialéctica mercantil entre prestatarios y prestamistas que acontece en el mercado de dinero, se expresa, pues, en que el ofertante intermediario de fondos líquidos y el demandante (industrial o comerciante), se relacionan como personas que, en el proceso de reproducción de la vida social bajo el capitalismo, desempeñan papeles económicos totalmente diferentes. Uno se limita a prestar dinero por tiempo determinado, cobrando a cambio un precio llamado interés, cuya tasa viene determinada por la oferta y la demanda vigente en el mercado de dinero a crédito. Por su parte, el demandante lo adquiere para emplearlo de forma productiva, es decir, lo usa para convertirlo en capital a instancias de la producción de plusvalor contenido en las mercancías que fabrica con propósito de venta. De allí detrae el equivalente a la tasa de interés que retribuye al prestamista. Lo que resta es ganancia para él, para el capitalista productivo que opera con dinero prestado. Por tanto, el plusvalor o masa de ganancia en dinero líquido resultante del proceso de producción y venta, es ganancia bruta para el industrial que se descompone en dos partes: el interés que debe pagarle al prestamista y lo que excede por encima del interés, constituye su ganancia neta antes de impuestos.

En resumen, el producto real específico del capital es el plusvalor. Pero para el capitalista productivo que opera con capital prestado, su ganancia no resulta de restar el precio de costo industrial al precio de producción de las mercancías que vende, sino que de este resultado debe, además, deducir la tasa de interés o precio de costo adicional por el tiempo en que usó productivamente el dinero tomado a préstamo.

De aquí se infiere que, aun cuando el interés del dinero es una categoría económica históricamente anterior a la aparición del capitalismo, la ganancia del más moderno capital industrial o plusvalor, es el presupuesto lógico y condición de existencia del crédito. O sea que, entre capitalistas bancarios e industriales, sin producción de plusvalor no puede haber interés que garantice la existencia de dinero prestable disponible para capitalizar. Bajo esta premisa fundamental, el prestamista solo puede realizar el interés de su préstamo, si al cabo de un determinado plazo de tiempo convenido, el dinero D en manos del prestatario como capitalista industrial, ese dinero adelantado acaba convirtiéndose en capital real, es decir, en una cantidad mayor de dinero, en la fórmula designado D’ = (D + d), o sea, capital en forma de dinero D' que debe ser mayor que D en la magnitud equivalente a d:

<<El capital que devenga interés sólo se consolida como tal, en la medida en que el dinero prestado se transforma en capital produciendo un excedente (el plusvalor, que corre a caergo del capitalista industrial) del cual el interés (del dinero préstado por el capital bancario para producirlo) constituye una parte>>. (K. Marx: "El Capital” Libro III Cap. XXIII. Lo entre paréntesis es nuestro)

Si centramos ahora nuevamente la atención sobre la fórmula general del capital, podemos ver allí que, en virtud del dinero como medio de cambio, la masa de valor contenida en la mercancía M, cambia sucesivamente dos veces de lugar. En un primer momento, la mercancía fuerza de trabajo propiedad de los asalariados, así como los medios de producción en poder de capitalistas comerciales, pasan a manos de los capitalistas productivos que compran esos factores de la producción. Estas operaciones mercantiles de compra-venta quedan reflejadas en la primera parte de la fórmula D-M (conversión de dinero en mercancías bajo la forma de salarios y medios de producción para su uso o consumo productivo).

Una vez adquiridos los factores de la producción, su valor simbolizado en M, sale de la circulación en el mercado y, por efecto del proceso de producción.....P....., se transforma en otra mercancía M’ = M + Pl.(plusvalor). Por último, según la lógica del capitalismo está previsto que M’ vuelva al mercado para pasar a manos de sus eventuales compradores que la requieren a cambio de una masa de valor en dinero D’, operación que se concreta en el segundo momento de la circulación: M’-D’ (conversión de la forma mercancía en la forma dinero que refluye a los capitalistas productivos incrementado por el plusvalor (creado en el proceso productivo).

Ahora bien, en la sociedad capitalista, está previsto que el dinero actúe alternativamente como medio de cambio o como medio de pago. Se comporta como medio de circulación o de cambio cuando los pagos son al contado, es decir, cuando los actos de compra-venta o entrega de la mercancía a cambio de dinero efectivo son simultáneos (como cuando se compra una barra de pan). Pero cuando por diversas circunstancias, entre la entrega de la mercancía y el pago de la misma transcurre cierto tiempo, el dinero actúa como medio de pago (a crédito).

<<Basta indicar aquí las más simples de esas circunstancias. Un tipo de mercancías requiere más tiempo para su producción, otro tipo menos. La producción de algunas mercancías está ligada a diversas estaciones del año. Una mercancía es producida en el emplazamiento mismo de su mercado, otra tiene que realizar un largo viaje hasta dar con el suyo. De ahí que un poseedor de mercancías pueda asumir el papel de vendedor antes que otro el de comprador (cuando ambos actos, el de comprar y el de vender, difieren en el tiempo e incluso en el tiempo y el espacio). (K. Marx: Op.cit Libro I Cap. III punto 3 b. Lo entre paréntesis nuestro)

Las circunstancias en que el dinero actúa como medio de pago, crean las figuras del deudor (que compra la mercancía a plazo) por un lado, y del acreedor (que la vende) por otro, típicas del dinero a crédito llamado crédito comercial o de circulación, que surge de la función del dinero como medio de pago, frecuentemente a instancias de la letra de cambio. Según estas condiciones, el propietario A de una mercancía, vende a otro B que la compra como presunto representante de un dinero contante y sonante todavía inexistente. Y lo hace bajo promesa escrita de pagar, supongamos que a los 90 días de la fecha de emisión del documento.

Ahora bien, si por cualquier causa o motivo, antes del vencimiento de la letra que mantiene en su poder A necesitara ese dinero, puede, transferir esa promesa de pago hecha por B a un tercero C endosándola a su favor a cambio de que éste le proporcione la mercancía que necesita. Y así sucesivamente hasta que el último poseedor o tenedor del documento, procede a exigir su cobro a B una vez agotado el vencimiento estipulado, presentándolo en su banco para que lo acredite en su cuenta corriente. De este modo, un mismo medio de pago —la letra de cambio— posibilita la ejecución de sucesivas transacciones comerciales sin la intervención de dinero propiamente dicho.

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