05. Sudán
Es
el país más extenso de África. Tal como sucediera con Egipto después, antes
Sudán debió pasar por ser una colonia del imperio Británico durante todo el
siglo XIX, hasta 1956. En 1877, a la vez que Egipto caía bajo la órbita británica,
Sudán también pasó a estar administrado por los ingleses, pero como territorio
independiente, dividido en dos jurisdicciones separadas por medio de los
llamados closed districts (distritos cerrados), que impedían toda relación y
vínculo entre esas dos zonas geográficas. El norte y el sur de Sudán
coexistieron así de forma separada, al menos hasta 1946, año en el que la
Corona británica decidió unificarlas en una sola jurisdicción estatal.
Posteriormente,
y a medida que Gran Bretaña iba abandonando la región y la idea de su imperio
colonial, Egipto trató de controlar el Sur de ese país sin éxito. De este modo
y a través del acuerdo entre egipcios e ingleses, Sudán pudo conseguir
independizarse oficialmente el 1 de Enero de 1956. Pocos meses antes de la
independencia, surgieron ya enfrentamientos en las regiones más meridionales
del país. En agosto de 1955 la población de Ecuatoria organizada
en guerrillas y grupos armados, se insurreccionó contra las tentativas
centralistas de Jartum bajo el nombre de Anyanya, “veneno de serpiente” en lengua madi. Esta región del sur así llamada y bajo cuyo suelo yace el 75% de las
reservas petrolíferas del país, repudiaba convivir con un norte radicalmente diferente. ¿A qué respondió
esta animadversión? A intereses económicos encubiertos
por presuntas diferencias religiosas,
culturales e históricas. En Sudán del sur la religión mayoritaria es el
cristianismo y el animismo, frente a un norte en el que la población está casi
totalmente arabizada.
Por
otro lado, en la región meridional ha existido un fuerte sentimiento de rencor
hacia el norte, debido a que históricamente
Jartum veía a sus vecinos del sur como inferiores, lo que le permitió iniciar
su captura como esclavos. Hasta que se descubrieron los yacimientos
petrolíferos y las cosas cambiaron radicalmente. Desde 1955, la tímida revuelta
que se inició en Ecuatoria fue extendiéndose a otras regiones meridionales como
el Alto Nilo y Bahr el-Ghazal, convirtiéndose poco a poco en una auténtica guerra contra el norte
liderada por Anyanya, que ya representaba a todos los grupos armados del sur.
La primera guerra civil dejó un saldo de 500.000 muertos, de los cuales solo
100.000 eran soldados. Después de 17 años de guerra, en 1972 los representantes
del sur se reunieron con el gobierno de Jartum en Addis Abeba, para negociar la
paz que incluía un mayor autogobierno de Sudán del Sur, creándose así la Región
Autónoma de Sudán del Sur.
Los
acuerdos de Addis Abeba permitieron a Sudán convivir en una relativa paz
durante 11 años, en los que más que de una paz definitiva se hablaba de una
tregua entre ambas partes confrontadas. Así, los problemas fueron aumentando y el
conflicto volvió a estallar 1983. Ese año, el presidente de Sudán, Yaafar al-Numeiry,
proclamó el Estado Islámico en todo el país, incluido el sur no musulmán. Pero,
además, abolió la Región Autónoma de Sudán del Sur, lo que automáticamente puso
en pie de guerra otra vez más a la región. Así se inició la Segunda Guerra
Civil de Sudán contra los intentos centralistas de Jartum, que se prolongó hasta 2005. Este periodo se caracterizó por la
continua pérdida de influencia de Anyanya frente al fuerte impulso del SPLA/M
(Sudan People's Liberation Army/Movement) conocido en español como el Ejército
de Liberación del Pueblo de Sudán, cuyo brazo político será el Movimiento de
Liberación del Pueblo de Sudán, a cuya cabeza estuvo John Garang (de la
etnia Dinka). Hubo intentos de negociación a finales de la década de 1980 entre
el líder del SPLA/M y el presidente de Sudán Sadiq al-Mahdi, que no pudo evitar un golpe de Estado liderado por el actual
presidente del país, Omar Hassan al-Bashir, que acabó con las esperanzas de paz entre ambos contendientes.
De
este modo, la guerra entre el sur y el norte continuó. Pero durante la década
de 1990 hubo una serie de cambios en el sur, que mucho tuvo que ver con la
diversa integración étnica de la extinta región autónoma. Sudán del Sur está
compuesto por una gran cantidad de etnias donde las más numerosas son el pueblo
Dinka (11%) seguido de los Nuer (5%), los Shilluk (3%), Azande (3%) y Bari (3%)
además de otros pueblos. Los problemas se sucedieron en el SPLA/M cuando en
1991 Riek Machar, de la
etnia Nuer, trató de suplantar a John Garang y al no conseguirlo, optó por
provocar una escisión: el SPLA-Nasir, autodenominado años más tarde como
SPLA-Unido. Desde entonces, la lucha por la independencia se produjo de forma
separada, de modo que Riek Machar llegó incluso a firmar acuerdos con al-Bashir
por su propia cuenta.
La
guerra duró aún unos años más, entrando en el Siglo XXI con el dudoso honor de
ser el conflicto civil más largo del continente africano. Entre 2003 y 2004
hubo algunos acercamientos, pero la paz no llegaría hasta el 2005. Ese año se
firmó una paz definitiva entre John Garang y al-Bashir que se esperó fuera
duradera. A los pocos meses de firmar el acuerdo, el líder del SPLA/M y
presidente de la región autónoma de Sudán del Sur, murió en un accidente de
helicóptero al volver de una reunión con el presidente de Uganda, Yoweri Museveni. La
paz de 2005 puso fin a una cruenta guerra civil que duró 50 años (1955-2005),
dejando el luctuoso balance de 1,4
millones de muertos y 4 millones de desplazados en su segunda fase. Con
el acuerdo de Naivasha (Kenia) Sudán del Sur volvió a convertirse en una región autónoma con
gobierno propio y una constitución interina durante seis años, con la
posibilidad de convocar en ese plazo un referéndum sobre la independencia de la
región. Además, esta paz también estipuló futuros acuerdos sobre la región
petrolífera de Abyei, donde debería convocarse un referéndum para decidir su pertenencia a
Sudán o a Sudán del Sur. Además se acordó que las regiones de Kordofán del Sur y
el Nilo Azul quedaban
bajo mandato de Sudán, pero en un futuro se podría debatir su unión a Sudán del
Sur. Finalmente, a Sudán del Sur le pertenecían el 75% de los pozos de petróleo
pero los oleoductos se dirigían a Jartum y a Port Sudán, en la costa del mar
rojo. Además, las refinerías se encontraban también en Sudán y el sur estaba
pendiente de pagar al norte por este servicio, lo que aumentaba su dependencia.
Finalmente el 9 de Julio de 2011 se proclamó la República de Sudán del Sur con
el apoyo del 98,83% de la población después de 56 años de lucha por la
libertad. ¿Libertad de quienes y para qué? cabe preguntarse. Sin embargo esto
se produjo sin haber cumplido con los acuerdos de Abyei, Kordofán del Sur y
Nilo Azul (aún en disputa), así como los pagos por el petróleo.
De
hecho, Sudán del Sur mantiene un proyecto de construcción de un nuevo oleoducto
desde Juba hacia Kenia, para evitar la dependencia de Sudán. Casi dos millones
de civiles fueron asesinados en el sur, y otros cuatro millones más tuvieron
que abandonar sus hogares hasta el año 2005. Fue entonces cuando se reconoció
a Sudán del Sur como una región autónoma de Sudán. La República de Sudán tiene
unos 42 millones de habitantes en territorio nacional, y unos cuatro millones
en otros países. Ambos datos no son más que conjeturas, ya que los registros
civiles carecen de garantías. El 71% de la población es musulmana, el 16%
es cristiana, y el 11% animista. La Constitución Nacional de Transición, que
entró en vigor en julio de 2005, garantiza la libertad de religión. Sin embargo,
la propia Constitución consagra la sharia como fuente de legislación en las 16 provincias del Norte. Allí, el
Gobierno tiene el derecho de aprobar y poner en práctica leyes que favorecen
al islam y promueven la islamización de la vida social, sin tener en cuenta
el pluralismo religioso de la región. La sharia vigente en el norte del país
se aplica a todos los habitantes con independencia de la religión que profesen.
Dispone abiertamente la muerte para quienes reniegan del islam, imponiendo
brutales castigos corporales que varían en crueldad según la gravedad del
delito cometido: desde la flagelación hasta la pena máxima, pasando por la
amputación de miembros. Está prohibido el consumo de bebidas alcohólicas y
el matrimonio de mujeres musulmanas con varones de otra religión. El plan
de estudios de Sudán del Norte, obliga a todas las instituciones educativas
a impartir la asignatura de religión islámica en árabe, desde el parvulario
hasta la universidad. Incluso las escuelas cristianas se tienen que someter
a esta norma y contratar a los profesores necesarios para cumplirla. Cerca
de seis millones de sudaneses están bautizados en el rito latino de la Iglesia
Católica. Actualmente la Iglesia en Sudán consta de nueve diócesis, regidas
por un cardenal arzobispo, un arzobispo, seis obispos y un administrador apostólico.
Uno de los elementos que incluyó el acuerdo de paz firmado en 2005 entre el
norte y el sur, fue la celebración de un referéndum en el sur mediante el
cual, la población podría decidir si se independizaba del norte. Ese referéndum
tuvo lugar en enero de 2011. Si la voluntad de los votantes se respeta, podría
consolidarse en el centro de África un país cristiano. O al menos, un país
en el que los cristianos puedan practicar libremente su religión.
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