<<La ley del valor va dirigida desde el primer momento, contra el criterio procedente del mundo de ideas capitalistas, de que el tra¬bajo pretérito acumulado en que consiste el capital, no es simple-mente una determinada suma de valor creado, sino que es también, como factor de la producción y de la creación de ganancia, creador de valor, fuente de más valor que el de por sí encierra; la ley del valor sienta el hecho de que esta cualidad sólo corresponde al tra-bajo vivo>> (F. Engels: Prólogo al Libro III de “El Capital”.
1. Introducción.
El pasado lunes 22 de noviembre a las 23:57 Hs.,
recibimos un correo firmado por “Edu”, donde nos insta a “adjuntar”
a la polémica con Rolando Astarita lo escrito por él en la siguiente
dirección
y a darle cumplida respuesta.
Acudiendo a ese “Blog”, allí se ha visto que —al parecer—
no pudo el propio Astarita haber encontrado dónde Marx haya podido afirmar
textualmente que, ante cada avance tecnológico incorporado a los medios
de trabajo, “el valor de la maquinaria empleada aumenta, pero en menor
proporción de lo que aumenta la fuerza productiva de esa maquinaria”.
No obstante, este señor sigue afirmando que tal es lo que sucede bajo
el capitalismo, independientemente de cómo evolucione el trabajo vivo,
es decir, la relación entre la parte de la jornada de labor en que los
asalariados producen el equivalente a sus medios de vida, y la parte que, según
progresa la acumulación del capital global, se van apropiando los capitalistas
para convertirla en trabajo muerto bajo la forma de medios de producción
y de su fondo de consumo particular.
De lo cual deduce:
1) que la productividad del trabajo puede seguir progresando indefinidamente;
2) que el plusvalor aumenta cada verz más y,
3) que, por tanto, la Tasa de Ganancia tiende históricamente al alza.
Ésta es una lógica errónea que ya hemos
rebatido y sobre la cual no vamos a extendernos aquí porque ya lo
hicimos en:
Sólo insistir en que:
1) Bajo el capitalismo la productividad del trabajo tiene por única finalidad
convertir el mayor tiempo de trabajo necesario posible, en tiempo de trabajo
excedente productor de plusvalor para los fines de su acumulación bajo
la forma de capital.
2) La jornada colectiva de labor no puede exceder las 24 Hs. de cada día
y ante cada innovación tecnológica incorporada a los medios de
trabajo, disminuye absolutamente el valor de los salarios y relativamente el
número de asalariados que mueven un mayor volumen relativo de medios
de trabajo cada vez más eficaces y onerosos, de modo que:
3) Se concluye lógicamente que cuanto más trabajo necesario haya
convertido ya la patronal en plusvalor capitalizado aumentando la productividad
del trabajo, menor será la fracción restante de la jornada laboral
en la que el trabajo necesario pueda ser convertido en plustrabajo y, por tanto,
mayor deberá ser el volumen y valor de los medios a emplear, para incrementar
el plusvalor en una fracción cada vez más pequeña.
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