La política económica del desconcierto y
la improvisación
01. Introducción
Desde
el pasado mes de febrero de 2016 en que publicamos el capítulo 15 del trabajo
por entregas periódicas titulado: “Marxismo
y stalinismo a la luz de la historia”, dejamos momentáneamente de ocuparnos en redactar y publicar los capítulos subsiguientes, para
dedicarnos con prioridad a razonar sobre lo sucedido en este mundo a raíz de la presente crisis terminal
del sistema, siguiendo a pie juntillas lo dicho en agosto de 2015 bajo
el título: “Los secretos mejor guardados de la burguesía van
saliendo a la luz pública”:
<<Sí. Los asalariados y trabajadores autónomos
somos educados desde pequeños, en el hábito de limitarnos a conocer de la
realidad que vivimos, poco más de lo que se nos exige para el ejercicio eficaz
de nuestras respectivas ocupaciones laborales. Y ese poco más no pasa de ser lo
que se conoce por “actualidad”, que los periodistas venales —por lo general
cómplices del poder político constituido— difunden en sus respectivos medios
de comunicación diariamente deambulando por la superficie de los hechos
manifiestos: es el sensacionalismo, o sea, lo que la realidad aparenta
ser en los distintos ámbitos de la vida social, económica, política, artística,
deportiva, etc., etc. Pero nada se nos informa sobre los hechos de fundamental
trascendencia histórica, que permiten explicar la esencia o naturaleza
de esta sociedad, así como la de sus distintas instituciones —tanto públicas
como privadas— que hacen al carácter y la moral corrupta de sus dirigentes>>.
GPM.
Y en efecto, las 35 publicaciones que dimos a conocer entre agosto de 2015 y
febrero de 2017, han tenido por finalidad distinguir entre lo que la realidad aparenta ser —y así es expuesta en
los discursos oficiales de quienes desde el ejercicio del poder político
exaltan el llamado “pensamiento único” burgués vigente—, y la verdad de lo que esa realidad efectivamente es según determinados y oportunos intereses económicos
predominantes adaptados a las cambiantes circunstancias. Por ejemplo: el
pasado jueves 13 de abril el enajenado magnate y más nobel presidente
norteamericano Donald Trump, ordenó lanzar sobre territorio afgano en la
provincia de Nangarhar un misil conteniendo la llamada “madre
de todas las bombas”, cargado con 10 toneladas de explosivos
convencionales que estallaron precisamente donde en 2005 los servicios secretos
de EE.UU. construyeron un complejo de túneles, para que fueran utilizados por
los terroristas islámicos en guerra contra las fuerzas armadas de ese país
asiático, apoyadas por Rusia. Así lo acaba de denunciar el joven desertor americano
ex analista de la CIA, Eduard
Snowden,
quien tras huir de su país en junio de 2013 actualmente reside en Moscú.
Por su parte en España, el derechista Partido
Popular (PP) durante la precampaña electoral en setiembre de 2011, había
prometido en plena recesión económica
incrementar el empleo, a sabiendas de que tal cometido era de imposible
realización:
<<Son
de esas frases que luego la hemeroteca se encarga de echar en cara si no se
cumplen. El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons,
aseguró ayer (08/09/2011)
en rueda de prensa, que su partido “aspira
a crear en la próxima legislatura 3,5 millones de puestos de trabajo”.
La
derecha dispondría para ello de tan sólo tres años porque hace unas semanas su
responsable de Economía, Cristóbal Montoro, advirtió de que no cabe esperar que
durante 2012 se pueda volver a una senda de crecimiento que permita aumentar
empleo neto “significativo”. “Hay que hacer reformas y ponerlas todas en
marcha. El próximo año es un poco pronto”, comentó.
Montoro
cree que 2012 es “pronto” para que se creen puestos de trabajo.
González
Pons se atrevió a dar ese dato cuando le preguntaron por la reforma tributaria
que su formación pretende realizar si llega al Gobierno. “España necesita
reorganizar su sistema fiscal para que, sin subir los impuestos, se
redistribuya la carga, se mejore la recaudación y se fomente la competitividad
y el crecimiento económico”, indicó. Para lograrlo, Pons dijo que se necesita “un
millón de empresarios” y, por tanto, consideró fundamental incentivar “la
creación de empresas y la aparición de trabajadores autónomos”.
En el
Partido Popular nunca han querido marcarse una cifra. Menos en público. De
hecho, Rajoy lo ha evitado siempre y ha reconocido que es “arriesgado” hacerlo.
Pero en las reuniones que mantienen a nivel interno siempre han manejado esta.
¿Y por qué no cinco millones si ese es el número de desempleados? Según
explican sus dirigentes, el PP se concentraría en los nuevos parados generados
por la crisis.
Entre
los conservadores cunde cierta euforia por verse tan cerca de la Moncloa.
Aunque también son conscientes de que si ganan tendrán que afrontar una etapa
muy complicada. Su jefe de filas no hace más que pedirles que sean prudentes.
Tampoco quiere líos de listas ni salidas de tono que le torpedeen el camino. No
obstante, estas declaraciones de Pons le ponen en el disparadero de la
oposición. Sobre todo porque ningún presidente de Gobierno ha sido capaz de
llegar tan lejos en tan sólo cuatro años>>. (http://www.publico.es/espana/pp-crece-y-promete-crear.html. Lo entre paréntesis nuestro).
Consecuentemente, lo que hizo ese
partido tras ganar en los comicios y asumir Mariano
Rajoy Brey
la jefatura del gobierno el 20 de diciembre, fue subir el Impuesto al Valor
Añadido (IVA) y demás cargas impositivas especiales en 8.000
millones, provocando como compensación un aumento en los precios al consumo que
deterioró el poder adquisitivo de los salarios reales, lo cual disminuyó el
aporte de los asalariados activos al régimen de las pensiones que así dejó un
agujero de 16.000 millones, al mismo tiempo que aumentó la deuda pública en 56.000 millones, cuyo importe total acumulado a fines de junio de 2016 alcanzó a
ser de 1,59 billones; el 173% del PIB cuando según el “Pacto de Estabilidad y
Crecimiento” de la Unión europea (PEC) firmado en 2011, fijó el límite de la
deuda para cada país-miembro en el 100% de su PIB. He aquí un ejemplo de “democracia”
ejercida a modo de un falso “gobierno del pueblo” que, a instancias de la —por
una parte— sumisa y —por otra—
arbitraria decisión de los “representantes políticos”
electos, permitió a la burguesía convertir deuda privada capitalista en deuda
pública estatal, verdadera estafa a los contribuyentes impositivos en
cualquier país
bajo parecidas circunstancias críticas. Sumisa decisión porque como ya hemos
insistido en exponer, la causa material
que induce a tal comportamiento está férreamente predeterminada por circunstancias impersonales u objetivas que no dependen de la
voluntad de nadie. Y arbitraria o despótica porque bajo tales condiciones
económicas críticas, la decisión de los representantes
políticos públicos electos —atados y bien atados al sistema— resulta
ser necesariamente contraria a los intereses y expectativas de la mayoría de los
electores supuestamente representados,
sobre los cuales de tal modo ha venido recayendo la mayor parte del peso muerto
en la historia durante las crisis económicas periódicas. Y esto es así dado que
tales condiciones críticas determinan la semi-parálisis del aparato productivo
del país afectado, cuya causa es la insuficiente
ganancia de sus empresas respecto del capital invertido para tal fin. Así
las cosas, la consecuencia inmediata de esta causa económica se refleja en las
cuentas públicas del respectivo Estado nacional, cuyos ingresos en concepto de
impuestos se ven cada vez más seriamente
mermados respecto de los gastos necesarios para su mantenimiento, cuyo
consecuente déficit creciente aumenta su deuda:
<<En España, una parte importante de las causas
que han motivado el aumento de la deuda (pública), reside en la propia crisis con la caída de la actividad económica
y del empleo reflejada en los datos del PIB, ya que ha provocado una
reducción importante de la recaudación de impuestos necesarios para financiar
los gastos públicos y generando por tanto un aumento del déficit que alimenta
la propia deuda>>. (http://economia.elpais.com/economia/2015/02/13/actualidad/1423825834_809122.html. Lo entre
paréntesis y el subrayado nuestros).
02. La flexibilización cuantitativa del dinero
Para inducir a la fe ciega en que sea posible salir de esta recesión
económica terminal del capitalismo, desde las alturas del poder político constituido
en enero de 2015 se nos ha venido inculcando especulativamente la idea de que, inyectando
dinero fiduciario en la esfera de la circulación bajo condiciones económicas
recesivas, es posible superarla. ¿En qué consiste esto de “la flexibilización
cuantitativa”? En que el Banco central de un país, por ejemplo, compra deuda pública contraída
por su Estado nacional respectivo, o la de uno o varios bancos comerciales de
ese mismo país. ¿Cómo? Imprimiendo dinero de papel por el equivalente a esas
deudas, o bien incrementando el saldo de la cuenta corriente que cada uno de dichos
bancos privados tienen abiertas en el Banco Central, aunque eso sea lo mismo
que imprimir billetes por esa suma sin respaldo en riqueza real.
¿Cuáles son supuestamente los posibles resultados de semejante maniobra?
En primer lugar, dado que aumenta la oferta de dinero prestable, la tasa de
interés vigente tiende a disminuir, lo cual abarata el costo de financiación de
los préstamos que no sólo favorecen a los empresarios privados que contraen esa
deuda, sino incluso al propio Estado nacional respectivo que así puede liberar
recursos monetarios para solventar sus gastos corrientes. Se nos dice también,
que la mayor liquidez de dinero en los bancos para préstamos a relativamente bajas
tasas de interés, sería un estímulo a la demanda de crédito para los fines de
la inversión privada productiva de riqueza material, de modo que así aumenta el
consumo que vivifica la vida económica de cualquier país. Esta iniciativa de política económica antirecesiva,
surgió por primera vez en EE.UU adoptada por el Banco de la Reserva Federal en
EE.UU., e inmediatamente emulada por el Banco Central europeo y el Banco de
Inglaterra.
<<En
síntesis, la flexibilización cuantitativa de dinero pretende reducir los tipos
de interés nominales a largo plazo (al comprar activos con vencimiento a largo
plazo, los precios subirían y por tanto caerían los tipos de interés nominales
a largo plazo), una vez que los tipos a corto plazo (de descuento e
interbancarios) ya están cerca del 0%, y con ello ayudar a la recuperación de
la economía. Las medidas no convencionales se han considerado tradicionalmente
una manera alternativa (no ortodoxa) de proporcionar un estímulo de política
monetaria una vez que el tipo de interés nominal está cercano al 0% (y la
política monetaria convencional se ha vuelto ineficaz[i] ),
y están basadas tanto en la expansión del balance de la Reserva Federal a
través del aumento de la cantidad del activo (dinerario), como en la
recomposición del balance.
La estrategia de flexibilización cuantitativa se ha
desarrollado en dos rondas:
La primera ronda de flexibilización cuantitativa (QE1) tuvo
lugar en plena crisis financiera global desde finales del 2008, cuando la
Reserva Federal compró activos tóxicos (básicamente, instrumentos financieros
respaldados en hipotecas). La expansión fue equivalente a casi el 90% de la
base monetaria de la economía americana con un monto tal de compras de activos
de 1,75 billones de dólares [1,25 billones en cédulas hipotecarias, 200.000
millones en títulos de agencias federales hipotecarias (Fannie Mae, Freddie Mac, y Ginnie Mae) y, adicionalmente, 300.000 millones
en títulos de deuda pública federal a largo plazo]. La QE1 se inició en diciembre del 2008, fue reforzada en marzo de 2009 y culminó en abril de 2010.
La segunda ronda de flexibilización cuantitativa (QE2) se
anunció en agosto de 2010, se hizo efectiva desde noviembre del 2010 y culminó en junio de 2011. La QE2 se introdujo para comprar
deuda pública federal por un monto total cercano a 600.000 millones de dólares,
con un equivalente al 30% de la base monetaria.
En su
reunión del 21 de septiembre de 2011 la Reserva Federal aprobó un nuevo instrumento
de política monetaria no convencional: el Maturity Extension Program (MEP) o “Programa de Extensión del Vencimiento”
(PEV) que
tiene como objetivo inicial la ampliación del vencimiento medio de sus
tenencias de valores. Popularmente se le conoce como Operation Twist[ii]]>>. (https://blogaldeaglobal.com/2012/02/25/el-programa-de-extension-del-vencimiento-de-la-reserva-federal-y-la-evolucion-reciente-de-los-tipos-de-interes-a-largo-plazo-en-los-ee-uu/).
El inevitable resultado de todo este
montaje ha sido, que la tasa de interés bancario a préstamo llegó al cero absoluto, sin que el
sistema haya podido cambiar las mismas
condiciones económicas recesivas que vinieron para quedarse tras el
estallido de la crisis póstuma del capitalismo mundial en 2007. ¿Por qué? Pues,
porque: 1) bajo el capitalismo la
tasa de interés funge como una detracción o merma de la ganancia industrial.
Por lo tanto: 2) sin ganancias crecientes que superen
y justifiquen los costos de
producirlas, no puede haber aumento de la riqueza material sistémica que
sea posible. Y el caso es que esa ganancia obtenida en cada rotación de capital-dinero invertido en la producción de
riqueza, para prolongar el proceso de acumulación de capital sin
interrupciones debe aumentar no sólo
por encima de la tasa de interés del dinero disponible para préstamo,
sino también del costo que supone el
pago de salarios sumado al de los medios adicionales de producción empleados.
Y dado que la creciente productividad
del trabajo —determinada por la competencia inter-capitalista—, exige
“sine qua non” la utilización de cada
vez más medios técnicos en detrimento del empleo en trabajo vivo explotado, el caso es que según se
suceden los progresos científico-técnicos incorporados a esos cada vez más
numerosos medios de trabajo, la ganancia global capitalista que sólo puede
surgir explotando trabajo vivo, irremisiblemente
aumenta cada vez menos y, por tanto, la cuota general de ganancia como relación entre el plusvalor
obtenido y el costo de producirlo, disminuye
históricamente cada vez más:
<<La
tendencia progresiva de la cuota general de ganancia a bajar es, simplemente una
forma propia del modo de producción capitalista, de expresar el
progreso de la productividad social del trabajo. Esto no quiere decir que la
cuota de ganancia no pueda descender también transitoriamente por otras
razones, pero ello demuestra como una necesidad evidente derivada de la misma
naturaleza de la producción capitalista que, a medida que ésta (producción) se desarrolla, la cuota general media de
plusvalía (como relación entre el plusvalor obtenido por los capitalistas y
el salario devengado por sus empleados) tiene
necesariamente que traducirse en una cuota general de ganancia decreciente.
Como la masa de trabajo vivo empleada disminuye constantemente respecto de los medios
de producción que (esa masa de trabajo vivo) pone en movimiento, es lógico que la parte de este trabajo vivo que no
se retribuye y se transforma en la plusvalía, guarde una proporción
constantemente decreciente respecto del volumen de valor del capital total
invertido. Y esta proporción entre la masa de plusvalía y el valor del
capital total empleado constituye la cuota de ganancia, la cual tiene, por
tanto, que disminuir constantemente (según aumenta la productividad)>>. (K. Marx: “El Capital” Libro III
Cap. XIII. El subrayado y lo entre paréntesis nuestro. Confrontar con versión digitalizada en texto resaltado).
Esto explica que gran parte de ese
dinero fácil sin respaldo en riqueza
real, haya terminado recalando en inversiones puramente especulativas comprando y vendiendo materias
primas —como petróleo u oro—, habida cuenta de que no podía ser empleado en la producción
de riqueza por falta de rentabilidad suficiente. He aquí expuesto a la luz del
razonamiento científico, el fracaso de la peregrina idea que consistió en reducir la tasa de interés nominal
aumentando la masa de dinero fiduciario en circulación para préstamos, creyendo
que así se pudiera lograr la recuperación económica del aparato productivo capitalista superando las condiciones
recesivas. Porque insistimos en que lo cierto y verdad es, que la única energía estimulante del sistema
capitalista —convertida en fuerza que mueve a su expansión—, jamás estuvo contenida
en la masa de dinero disponible para inversión productiva —que es condición necesaria—, sino en la
creciente ganancia efectiva esperada y
posible de lo producido, como condición
suficiente.
03. El derecho a una vivienda digna y la corrupción
de los intelectuales políticos institucionalizados
<<Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de
una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias
y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho,
regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para
impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere
la acción urbanística de los entes públicos>>. (Artículo 47 de la Constitución española).
El fenómeno de la llamada “corrupción
política” se pone de manifiesto en plenitud durante las fases depresivas de los ciclos económicos periódicos, cuando
en la esfera de la producción la mediana y gran burguesía dejan de aparecer como
una “cofradía práctica” o unión de personas congregadas entre sí, para repartirse
los beneficios resultantes según la masa de capital con que cada cual participa,
en el común negocio de explotar trabajo ajeno. Y es que:
<<….cuando (estalla la crisis
y) ya no se trata de repartir ganancias sino de dividir pérdidas, cada cual
trata de reducir en lo posible su participación en las mismas y de endosárselas
a los demás. La pérdida es inevitable para (toda) la clase (burguesa). Pero la cantidad que de ella
ha de corresponderle a cada cual, en qué medida ha de participar en ella, se
torna, entonces en cuestión de poder y de astucia, y la competencia se
convierte, a partir de ahí en una lucha entre hermanos enemigos. Se hace
sentir, entonces, el antagonismo entre el interés de cada capitalista
individual y el de la clase de los capitalistas, del mismo modo que antes se
imponía prácticamente la identidad de esos intereses (generales) a través
de la competencia>>. [K. Marx: “El Capital” Libro III Cap. XV-
II) Lo entre paréntesis y el subrayado nuestros].
Y en lo concerniente a los
asalariados, en tiempos de auge hasta el culmen de la fase expansiva del
proceso productivo —tal como sucediera en España durante el boom que le tocó
presidir al liberal burgués y criminal de guerra, José María Aznar del Partido Popular entre 1996 y
2004—, la masa salarial aumentó hasta el punto más alto de su poder adquisitivo.
Pero inmediatamente después del estallido de la crisis en agosto de 2007, cuando
la economía capitalista entró en recesión y buena parte del capital adicional acumulado fue expulsado de
la producción para entrar en la esfera especulativa —porque la ganancia obtenida
dejó de compensar al capital invertido en producirla— el paro aumentó y la
patronal inició su ofensiva atacando no sólo las condiciones de vida y de
trabajo de los asalariados activos,
también la de los parados quienes durante la fase expansiva, previa al estallido de la crisis, muchos de
ellos que todavía conservaban sus empleos ya se habían endeudado comprando
vivienda a cómodos plazos hipotecarios de pago y a relativamente bajas tasas de
interés. Pero que al estallar la crisis la consecuente desinversión de capital en
el aparato productivo provocó el aumento
en la oferta neta de todos sus componentes —incluida la fuerza de
trabajo—, cuyos portadores al no encontrar la correspondiente demanda por parte
de sus patronos, se quedaron sin trabajo y en la indigencia sin poder pagar sus
deudas hipotecarias contraídas:
<<En tiempos
de crisis la demanda de capital de préstamo y, por ende la tasa de interés,
alcanzan su máximo; (pero) la tasa de ganancia y con ella la demanda
de capital industrial (para fines productivos gananciales), en la
práctica han desaparecido. En esos tiempos cada cual pide prestado para
pagar, para cubrir compromisos ya contraídos>>. (K. Marx: Op. Cit.
Libro III cap. XXXII. Lo entre paréntesis y el subrayado nuestros).
En EE.UU. la crisis de 2007 afectó a tres instituciones
financieras de ese país: Lehman Brothers, Fannie Mae y Freddie Mac. Pero lo más grave es que acabó desahuciando a cientos de
miles de familias con sus miembros en condiciones de trabajar, que al perder sus
empleos no pudieron seguir cumpliendo con sus deudas hipotecarias. Otro tanto
sucedió en Europa incluyendo a España, país en el que hubo 178.000 desahucios
en el trienio entre 2007 y 2009, más 180.000 en 2010. Según las estadísticas
del primer trimestre de 2012 cada día se produjeron allí una media de 517
desahucios. Y a raíz de eso durante todo este tiempo, el suicidio fue la primera causa de muerte violenta en España, por delante de los
accidentes de tráfico40. En 2010 se alcanzó la cifra de 3.145 suicidios72
73. Y el año
siguiente 3.180 fallecidos por la misma causa, muy similar a la de 2010, que continuó siendo
la primera causa externa de defunción. Desde el año 2008 y debido al descenso
de las muertes en carretera, el suicidio ha pasado a revelarse como la primera causa de muerte violenta en
España, por delante de los accidentes de tráfico.40. De acuerdo con los datos publicados en enero de 2014 por el Instituto
Nacional de Estadística (INE), la cifra de suicidios en España creció durante 2012
un 11,3% sobre la del año anterior,
siendo la mayor registrada en el país desde 20047.
Durante ese período, la
joven socialdemócrata militante del PSOE, Carme Chacón —recientemente fallecida—, fue nombrada a mediados de 2007 para ocupar
la cartera a cargo del Ministerio de la Vivienda, durante el primer mandato
presidencial de su correligionario José Luis Rodríguez Zapatero. Justo cuando exactamente
como en las recesiones pretéritas, desde 2008 el capital sobrante en la producción por rentabilidad insuficiente,
pasó a ser empleado en la pura
especulación urbanística. Su
labor al frente de la política de vivienda duró apenas 10 meses, del 9
de julio de 2007 al 14 de abril de 2008. Un período que coincidió con los
últimos años de la burbuja inmobiliaria y el inicio de la desaceleración económica
en el mercado de la vivienda, que acabaría hundiendo la economía del país y,
con ella, a cientos de miles de ciudadanos quienes durante la burbuja
especulativa previa al estallido de la crisis, se habían sumado al carrusel de la
compra de vivienda con deuda hipotecaria. Algo semejante sucedió en las dos grandes
crisis anteriores: la de 1873-1896 denominada Depresión Prolongada, y la de
1929-1939 o Gran Depresión. En todas ellas las sucesivas generaciones de víctimas
propicias por ignorancia de la misma realidad
histórica repetitiva, en cada una de ellas reprodujeron el mismo
comportamiento cayendo en la trampa expropiatoria de la burbuja inmobiliaria especulativa.
Tal como Machado sentenciara en el poema titulado “Galerías” diciendo:
“Y
todo en la memoria se perdía
Como una pompa de jabón al
viento”.
La gestión de la extinta socialdemócrata
Carme Chacón a cargo del Ministerio de la Vivienda, será recordada,
principalmente por tratar de impulsar
el alquiler
de los sectores de la población española más desfavorecidos —minoritarios en
aquellos días—, que la ministra confiaba pudiera suplir en ese momento, el cada
vez más difícil acceso en propiedad a la vivienda, especialmente de los
jóvenes. Con esa intención puso en marcha la Renta
Básica de Emancipación (RBE), una subvención pública de 210 euros al mes para jóvenes de entre 22 a
30 años que no ingresaran más de 22.000 euros brutos anuales, cuya
duración máxima fijó en 48 meses (10.080 euros), a los que sumaba el estímulo
para caer en la trampa, de una ayuda de 600 euros para la fianza y un aval
equivalente a seis meses de renta. Otra de las iniciativas impulsadas por
Chacón durante su paso por el Ministerio de la Vivienda, fue la de tratar de
equiparar el alquiler a la compra de vivienda en las deducciones del IRPF (hasta un máximo
de 9.015 euros) para todos aquellos que no ganaran más de 24.020 euros brutos
al año.
Pero tras estallido de la crisis en agosto de 2007 que
fue seguida por la recesión en 2008, Chacón abogó por la creación de juzgados específicos
para
agilizar los desahucios por impago de cualquier deuda hipotecaria
o impago de renta de alquiler, que se prolongara más allá de un mes cumplido,
tiempo límite a partir del cual el vendedor de una vivienda o propietario arrendador
de ella podría interponer comprador o arrendatario inquilino demanda de desalojo
—antes de reformarse la ley lo fijaba en dos—, sin que su respectivo deudor moroso
pueda ejercer la facultad legal de paralizarlo. Chacón entendió así,
discrecionalmente, que una mayor
seguridad jurídica de los propietarios fomentaría que muchos de ellos se
animaran a poner sus casas vacías en el mercado del alquiler. Y con tal
propósito se propuso y logró reformar esa esa ley, estigmatizando a los
inquilinos calificándoles de “morosos profesionales”.
¿Es este un acto de corrupción
política? Lo es en tanto y cuanto impide a una de las partes —la no propietaria
de condición social y política más débil—, que pueda justificar probadamente su
condición de transitoria, forzosa e involuntaria insolvencia. Chacón en
“virtud” de su eventual condición política, ha caído en la trampa de una falsa
legalidad, apuntalada por el alto poder institucional que ostentó, inclinándose
por hacer valer en general un privilegio: el de la propiedad privada
constituida como fundamento de la sociedad capitalista expoliadora de los no
propietarios. Sí. Efectivamente y tal como le dijera Marx en una carta suya a
fines de diciembre de 1846 a Pavel Vasilievich Annenkov:
<<El pequeñoburgués en una sociedad avanzada y,
como consecuencia necesaria de su posición social (intermedia), por una parte se hace socialista y, por otra,
economista: es decir, está deslumbrado con la magnificencia de la gran
burguesía y simpatiza con los dolores del pueblo. Es al propio tiempo, burgués
y pueblo. Se jacta en el fuero interno de su conciencia, de ser imparcial, de
haber encontrado el justo equilibrio, que pretende distinguirse del justo
medio. Semejante pequeñoburgués diviniza la contradicción, puesto que la
contradicción es el núcleo de su ser. Él no es sino la contradicción social en
acción. Él debe justificar en la teoría lo que es en la práctica>>. (“Carta de Marx a Annenkov”. Bruselas 28 de diciembre
de 1846. Ed. Política. La Habana/ 1983. Pp. 36/37).
Pero una vez que la pequeñoburguesa de
nacimiento Carme Chacón —haciendo carrera en el PSOE llegó a pisar el suelo muy
bien alfombrado de su despacho ministerial—, ipso facto resolvió su
contradicción política de clase social intermedia que “simpatiza
con los dolores del el pueblo”, pasando
a obedecer férreamente los dictados del capital especulativo en la institución política
de su Estado nacional respectivo, favoreciendo al propietario vendedor de
vivienda en perjuicio del comprador hipotecado o del inquilino. De lo
contrario esta ya extinta mujer no hubiera durado ni un minuto más al frente del
Ministerio de la Vivienda. Y si no que le pregunten a Felipe González Márquez
cómo fue, que desde la misma condición social pequeñoburguesa este súbdito
español cariñosamente apodado “Felipillo” en la década de los 70 el siglo
pasado, pudo ir medrando al interior del mismo Partido Socialista Obrero
Español en el que militó Carme Chacón, hasta llegar en ese país a la cúspide
del poder ejecutivo nacional que le permitió enriquecerse y, por esa línea de
interesado comportamiento, acabó políticamente convertido en un aspirante a
gran-burgués, granjeándose los beneplácitos de quien llegó a ser amigo íntimo
suyo y lo sigue siendo: el multimillonario mexicano Carlos Slim. Y es que el Dios del capitalismo los cría y alecciona
para que ellos se junten.
¿Cuál
es la moraleja o enseñanza que cabe deducir de la putrefacción social, política
y moral, que un ser humano experimenta bajo el capitalismo imperceptiblemente convertido
en un corrupto? Que la corrupción en tales condiciones, lejos de ser intrínseca
o consustancial a las personas, la más genuina verdad es que radica
en la naturaleza del sistema económico-social vigente, a instancias de sus instituciones
económicas, sociales y educacionales corruptoras, basado en la
propiedad privada sobre los medios de producción y de cambio. Teniendo
en cuenta que la corrupción moral empieza en la familia tradicional y desde ahí
se proyecta hacia la escuela primaria y la Universidad, pasando por la “segunda
enseñanza”. Y si tal como dijera Lenin en el capítulo VII de su obra titulada:
“La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo”,
que para combatir a la corrupción es necesario participar en la institución
capitalista del parlamento, también comprendió que semejante tarea es inútil si
quienes dicen proponerse alcanzar tal propósito “de progreso”, se someten a los
consuetudinarios prejuicios de conciencia debidamente introyectados y
adquiridos. Ni más ni menos que como ha venido sucediendo con los intelectuales
orgánicos que desde hace más de un siglo han venido militando en los partidos
políticos socialdemócratas de medio pelo.
Así
se dirigía Lenin en esa obra suya escrita corriendo el mes de abril de 1920, refiriéndose
a los “izquierdistas” alemanes quienes sostenían que la institución del
parlamento en ese país había ya dejado de existir:
<<Como es
natural, para los comunistas de Alemania el parlamentarismo “ha caducado
políticamente”, pero [para los fines
revolucionarios proclamados] se trata precisamente de no creer que lo
caduco para nosotros haya caducado para la clase, para la masa. Una vez más
vemos aquí que los “izquierdistas” no saben razonar, no saben conducirse como
el partido de la clase, como el partido de las masas. Vuestro deber consiste en
no descender al nivel de las masas, al nivel de los sectores atrasados de la
clase. Esto es indiscutible. Tenéis la obligación de decirles la amarga
verdad; de decirles que sus prejuicios democrático-burgueses y
parlamentarios son eso, prejuicios. Pero, al mismo tiempo, debéis observar con
serenidad el estado real de conciencia y de preparación
precisamente de toda la clase (y no sólo de su vanguardia comunista), de toda la
masa trabajadora (y no sólo de sus elementos avanzados).
Aunque no fueran
“millones” y “legiones”, sino una simple minoría bastante considerable de
obreros industriales la que siguiese a los curas católicos y de obreros
agrícolas, la que siguiera a los terratenientes y campesinos ricos (Grossbauern), podría asegurarse ya sin
vacilar que el parlamentarismo en Alemania todavía no ha caducado
políticamente, que la participación en las elecciones parlamentarias y en la
lucha desde la tribuna parlamentaria, es obligatoria para el partido del
proletariado revolucionario, precisamente para educar a los sectores atrasados
de su clase, precisamente para despertar e instruir a la masa aldeana inculta,
oprimida e ignorante. Mientras no tengáis fuerza para disolver el parlamento
burgués y cualquier otra institución reaccionaria [contando con la conciencia esclarecida de
esas masas], estáis obligados a actuar en el seno de dichas instituciones precisamente
porque hay todavía en ellas obreros idiotizados por el clero y por la vida en
los rincones más perdidos del campo. De lo contrario corréis el riesgo de
convertiros en simples charlatanes>>. (V. I. Lenin: Op. Cit. Pp. 163/164
“Obras Completas” T.XXXIII Ed. AKAL/1978 Pp. 163/64. Versión digitalizada Pp. 84/85. El subrayado y lo entre corchetes nuestros).
Pues, bien. ¿Qué han venido desde aquellos
tiempos demostrando ser los políticos profesionales “izquierdistas” de todos
los países en sus respectivos parlamentos burgueses? Que muy lejos de
comprometerse a realizar la necesaria tarea de esclarecer y educar a la masa
inculta, con vistas a disolver tales instituciones reaccionarias, han sido y
siguen siendo los mismos advenedizos y oportunistas, los mismos auténticos
charlatanes que Lenin denunció en su tiempo, corrompidos por el sistema hasta
la médula de sus huesos. Los mismos que en acuerdo con los liberales de
la derecha, nos dicen que “el cáncer de la democracia es la corrupción”
que atribuyen a ciertos individuos corruptos. ¡Falso! Ese cáncer social
es el resultado del impersonal vínculo permanente, entre el sistémico
atributo de la propiedad privada legalmente vigente sobre
los medios de producción y de cambio en la sociedad civil, y el
atributo de la propiedad privada sobre los distintos cargos de responsabilidad político-institucionales
en cada Estado Nacional. Teniendo en cuenta que el concepto de la
palabra propiedad, se define jurídicamente como el derecho de
alguien a disponer de cosas y/o a ejercer el mando sobre terceras personas orgánicamente
subordinadas. Así resumió Marx el concepto de individuo en su prólogo a la
primera edición de su obra central:
<<Mi punto de vista, con
arreglo al cual concibo como proceso de historia natural el desarrollo
económico social (y político bajo el
capitalismo), menos que ningún otro podría responsabilizar al individuo por
relaciones de las cuales él sigue siendo una creatura…>>. (K. Marx: “El
Capital” Libro I Ed. Siglo XXI/1978 Pp. 8. Lo entre paréntesis nuestro).
Ergo,
los individuos corrompidos
que acaban siendo juzgados y encarcelados en cualquier país, no son más que chivos
expiatorios
del corrupto sistema económico-social
capitalista a escala planetaria, que corrompe
las relaciones interpersonales y sociales entre los individuos. Un sistema que si
ha podido superar al feudalismo, fue sólo consagrando de palabra y formalmente los ideales de unidad en “libertad, igualdad y fraternidad”
entre los seres humanos durante la Revolución Francesa. Pero que de hecho y a
instancias del atributo jurídico que siguió legitimando la propiedad privada sobre los medios de producción y de cambio,
mantuvo a la sociedad mundial
realmente dividida en clases sociales
explotadoras y explotadas, políticamente dependientes unas de otras y, por
tanto, antagónicas. Se hace necesario y cada vez más perentorio, pues,
superar este antagonismo haciendo
realidad aquellos ideales de libertad, igualdad y fraternidad, de una
vez por todas:
<<Quien
quiera hoy día combatir la mentira y la ignorancia escribiendo la verdad, tiene
que vencer por lo menos cinco dificultades. 1) Deberá tener el valor de
escribir la verdad, aun cuando sea reprimida por doquier; 2) la perspicacia de
reconocerla, aun cuando sea solapada por doquier; 3) el arte de hacerla
manejable como un arma; 4) el criterio para escoger a aquellos en cuyas manos
se haga eficaz; 5) la astucia para propagarla entre éstos. Estas dificultades
son grandes para aquellos que escriben bajo la férula del fascismo, pero
existen también para aquellos que fueron expulsados o han huido (de su país), e incluso para aquellos que escriben en
países de la (falsa) libertad
burguesa>>. (Bertolt
Brecht:
“Las cinco
dificultades para quien escribe la verdad”. Lo entre paréntesis nuestro).
Finalmente,
anunciamos aquí que hemos vuelto a retomar la publicación por entregas
periódicas de nuestro trabajo: “Marxismo y stalinismo a la luz de la
historia”,
esta vez para dar a conocer el capítulo 16: “El comunismo de guerra en Rusia (1918-1921”.
Un saludo: GPM.
[i] Situación
denominada en la literatura económica como “Trampa de la Liquidez”. Véase, por ejemplo, el artículo de
Krugman, P. (1988): “It’s Baaack: Japan’s Slumpo and the Return of the Liquidity Trap”, Brooking Papers on Economic
Activity, No. 2, pp. 137-205.
[ii] El “twist” (torcer) fue un baile
basado en el “rock and roll” muy popular a comienzos de la década de 1960,
llamado así a partir de una canción del mismo nombre. Fue el primer estilo
internacional de baile basado en el “rock and roll”, donde las parejas no se
tocaban mientras bailaban. El creador de tal canción fue Ernest Evans
mejor conocido con el nombre artístico de Chubby Checker (juego de palabras con la forma de vestir,
el apellido y el físico de Fats Domino: “chubby” significa rechoncho y “checker” es el
juego de damas).