Cambio climático: ¿Apuntamos a su causa o a sus mensajeros?

 

01. Introducción

 

   El viernes 26 de setiembre, en el apartado 03 de nuestra última publicación titulada ¿Dejamos el futuro del Planeta en manos de los capitalistas?, empezábamos diciendo que:

<<…ciertas personalidades políticamente influyentes sobre la opinión pública mundial, han venido advirtiendo desde principios de este siglo acerca de las consecuencias letales del calentamiento global. Pero que su prédica no se había traducido en hechos tangibles, orientados a neutralizar la peligrosa deriva destructiva de la vida que pesa sobre los habitantes en este Planeta, sino al contrario. Prueba elocuente de que los políticos institucionalizados siempre se han sometido a la dictadura del capital>>. 

 

   Al día siguiente, supimos que más de 300 organizaciones sociales en representación de 200 millones de personas, denunciaron en un manifiesto que la Cumbre del Cambio Climático fue secuestrada por algunos Estados nacionales, actuando en favor de las poderosas corporaciones multinacionales que mandan sobre ellos, para seguir medrando con la industria de los combustibles fósiles, convirtiendo ese acontecimiento en un mero espectáculo mediático, es decir, una verdadera farsa:

     <<Las negociaciones sobre el cambio climático están siendo dominadas por Estados irresponsables y contaminadores y por corporaciones que sólo se preocupan por preservar sus ganancias a través de la explotación de combustibles fósiles, nuevos mercados de carbono y otras falsas soluciones como la bioenergía industrial que destruye bosques, suelos, humedales, ríos, manglares y océanos”, dice Genevieve  Azam, portavoz de ATTAC Francia.      Carlos Marentes, Director de “Trabajadores Agrícolas Fronterizos” y miembro de “La Vía Campesina Internacional”, añade: “la Cumbre del Clima de Nueva York de Ban Ki-Moon ha estado rodeada de mucha propaganda pero en realidad no busca reales cambios sistémicos. En su lugar, propone varias de las falsas soluciones de la economía verde, incluyendo peligrosas medidas tecnológicas y soluciones basadas en el mercado que harán más daño que bien. Esta Cumbre no reconoce que el cambio climático es el resultado de un sistema económico injusto que persigue convertir todo en una mercancía buscando el crecimiento sin fin, concentrando la riqueza en pocas manos y sobreexplotando la naturaleza hasta el punto del colapso”. Los movimientos sociales firmantes destacan que para poder detener el cambio climático es necesario poner fin al régimen de libre comercio neoliberal que promueve un crecimiento sin fin de las ganancias para las empresas transnacionales. Ellos llaman a detener las negociaciones de libre comercio y del régimen de inversiones corporativo de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Acuerdo Transpacífico de Asociación (TPP), el Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión de Asociación (TTIP) y otros acuerdos bilaterales, regionales y plurilaterales que buscan mercantilizar todos los aspectos de la vida y la naturaleza. Nnimmo Bassey de la Fundación Salud para nuestra Madre Tierra (HOMEF) de Nigeria, señala que “estos acuerdos de comercio socavan las fuentes de trabajo nacionales, destruyen la naturaleza y reducen sustancialmente la capacidad de las naciones para definir sus propias prioridades económicas, sociales y ambientales.”>> (O.M.A.L.)

 

   Pues bien, nosotros insistimos aquí, en que todos estos representantes de sus respectivos movimientos sociales, lo que hacen en realidad es desactivarlos estratégicamente:

1) Porque al pregonar en tales foros internacionales su defensa por el medio ambiente, limitándose a la denuncia de ciertas instituciones gubernamentales y corporaciones privadas, ocultan que la causa fundamental del cambio climático no radica allí, sino en el sistema capitalista, donde tales instituciones políticas y órganos de gobierno, son meros instrumentos ad hoc. Estos señores  proyectan así sobre sus representados la creencia en que tales reivindicaciones pueden conseguirse dentro de esos límites sistémicos, lo cual es radicalmente falso;

2) Porque de este modo, consciente o inconscientemente, lo quieran o no lo quieran, estos señores forman parte de la misma farsa. Por tanto,

3) Tales falsos representantes resultan ser, de hecho, políticamente influyentes sobre esos 200 millones de personas, no para los fines que proclaman, sino para que todo marche como se proponen las corporaciones multinacionales que atentan contra el clima en la Tierra.

  

   Así, del mismo modo que vino sucediendo invariablemente desde los albores del capitalismo, con la lucha meramente reivindicativa del asalariado contra el patrón, y con el conflicto por el reparto de la ganancia global entre pequeños y grandes empresarios privados, sucede ahora también entre defensores y detractores de la tesis del calentamiento global en relación con el clima. Luchas y conflictos que, a instancias de la industria del espectáculo, sólo han servido para reproducir, fortalecer y perpetuar el sistema en su conjunto, bajo el dominio político absoluto del gran capital.

 

   Una realidad que confirma la validez de los seis puntos políticos programáticos alternativos, que nosotros venimos contribuyendo a esgrimir, inspirados en la experiencia de la Comuna de París; el único modo de poder superar eficazmente toda esta basura histórica entre la que, inexplicablemente, seguimos viviendo.

 

   Ese mismo día, 27 de setiembre a las 14:39 Hs., el Señor Jorge Figueredo nos remitió un mensaje diciendo:

<<No hay calentamiento global.

Ver http://resistir.info/climatologia/impostura_global.html

Saludos, JF

   El texto al que remite este enlace sale en portugués. Puede leerse en castellano, pinchando previamente allí con el botón derecho del ratón y seguidamente en “Live Search”. (GPM.).

  

volver al índice del documento

éste y el resto de nuestros documentos en otros formatos
grupo de propaganda marxista
http://www.nodo50.org/gpm
e-mail: gpm@nodo50.org