05. El militar ciudadano: hacia unas nuevas Fuerzas Armadas

 

         En un nuevo escenario republicano, los siguientes principios deben constituir los fundamentos de unas Fuerzas Armadas plenamente democráticas:

*             El militar es un ciudadano con el derecho y la obligación de participar en el debate público. El derecho a la libre expresión de los militares debe ser escrupulosamente respetado, siempre que no ponga en riesgo la ejecución de sus misiones operativas legalmente emprendidas.

*             Los militares no respaldan opciones políticas concretas, pero tienen el derecho y la obligación de apoyar, de palabra y por escrito, de forma pública, la libre expresión de la soberanía popular.

*             Los presupuestos ideológicos sobre los que deben asentarse las nuevas Fuerzas Armadas son los de anti-franquismo, republicanismo, democracia popular, laicismo, pluralidad ideológica -excluyendo discursos de odio- y oposición a la utilización de la coacción, la amenaza o la fuerza contra el pueblo.

*             No se recurrirá a la fuerza más que como defensa ante la agresión armada contra el pueblo que desea manifestarse libre y pacíficamente.

*             La desobediencia a las órdenes ilegales es un deber militar y, en consecuencia, es obligada en los casos de represión antidemocrática. Deben crearse los mecanismos que aseguren la depuración de responsabilidades en las órdenes ilegales, independientes de la cadena de mando.

*             Es preciso dotar a las FAS de mecanismos de supervisión democrática y de rendición de cuentas ante la ciudadanía.

*             Los servicios de información y espionaje deben ser sometidos al escrutinio soberano. Las escuchas, vigilancias, seguimientos o intromisiones en la privacidad de todo orden deben ser autorizados por la ley y supervisados por el poder judicial.

*             Es preciso revisar el Código de Justicia Militar para purgarlo de todos los delitos que no sean específicamente militares, cometidos por sus componentes. Debe eliminarse el sistema procesal militar para encuadrarlo en un sistema único de Justicia, salvo en los casos de guerra, garantizando entonces la independencia del tribunal.

*             Las violaciones de derechos humanos cometidas por los miembros de las FAS deben excluirse de la jurisdicción militar.

*             El Régimen Disciplinario de las FAS debe revisarse para definir con precisión lo que constituye el concepto de disciplina y, consiguientemente, qué se considera lícito establecer como limitaciones a los derechos civiles de los militares.

*             Debe dotarse a las FAS de sistemas que garanticen su absoluta transparencia; es necesario terminar con la utilización de la ley de secretos oficiales como tapadera para encubrir los abusos, la corrupción y las prácticas antidemocráticas.

*             Las asociaciones militares deben contar con capacidad reconocida y efectiva de defensa de los intereses profesionales de sus componentes.

*             Los valores democráticos deben ser asumidos por las FAS como cauce de expresión de la soberanía popular.

*             Las FAS tienen que ser purgadas de los elementos simbólicos e ideológicos de la tradición franquista.

*             La diversidad en todos los órdenes (étnica, de nacionalidad, de identidad afectivo-sexual, etc.) debe ser explícitamente reconocida y aceptada como enriquecedora del colectivo.

        

       El pueblo español tiene que despertarse ya del profundo letargo inducido por tantos años de mediocridad interesada y de ocultación sistemática. Los ciudadanos y ciudadanas tienen que abandonar sus actitudes conformistas y de defensa de sus pequeños intereses más inmediatos, en la conciencia de que vienen tiempos difíciles y que solo la solidaridad y el esfuerzo conjunto pueden ofrecer soluciones a largo plazo que satisfagan las verdaderas necesidades de la mayoría.

 

       La sociedad civil tiene que rearmarse moralmente, denunciando los abusos del poder por todas las vías posibles y exigiendo un proceso constituyente hacia una verdadera democracia social, participativa, transparente y fraternal, sin inhibiciones ante el mito de la fuerza represiva. Los profesionales de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de Seguridad van a entender este clamor legítimo e imparable y no van a suponer un obstáculo añadido a los innumerables ya existentes.

 

¡Basta de políticas al servicio de los poderosos!

¡No a las alianzas militares!

¡Respeto a la soberanía popular!

¡Por un proceso constituyente hacia la Tercera República Federal!

 

                                                                                                                                         Colectivo Anemoi.

 

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