Análisis de los hechos relevantes en torno al 11M
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CARMEN TORO CIERRA EL BAR DE AVILÉS
La AUGC pide protección para el testigo Lavandera: "Su vida corre
verdadero peligro"
Tras conocerse el último intento de intimidación contra el testigo
Francisco Javier Lavandera –recibió las fotos de la autopsia de su
mujer–, la delegación de Asturias de la Asociación Unificada
de Guardias Civiles (AUGC) ha pedido que se le dé protección
policial porque "su vida corre verdadero peligro". Hace algunos
meses encontró en su coche un supuesto paquete bomba. Mientras, Carmen
Toro, hermana del también imputado por el 11-M Antonio Toro, ha dejado
el bar en el que trabajaba en Avilés y ha cerrado el negocio.
(Libertad Digital) En una declaraciones que reproduce este jueves el diario
La Voz de Asturias, el delegado en Asturias de la AUGC, Alberto García
Illana, ha dicho que el testigo Lavandera "está muy relacionado
con el 11-M y se le está mirando con muy malos ojos. Su vida corre
verdadero peligro". Por esta razón –y sobre todo tras encontrar
un paquete bomba en su coche hace algunos meses y recibir un sobre con las
fotos de la autopsia de su ex mujer– ha pedido que se le ofrezca protección
policial al menos hasta que termine el juicio.
Sobre las fotos que recibió Lavandera, la Delegación de Gobierno
ha señalado que ningún funcionario policial pudo haber tomado
esas fotos por la sencilla razón que no estuvieron presentes en la
autopsia por lo que se cree que fue el propio forense el que las hizo. Sin
embargo, según la AUGC, "cierta persona de seguridad sacó
fotos" y nadie sabía con qué motivo las hizo.
García Illana ha ofrecido además su ayuda a Lavandera ya que
"no es la primera vez que recibe una advertencia, tiene que tener cuidado".
"Él sabe que Campillo es socio nuestro y que nuestros abogados
están defendiendo sus intereses. Por lo tanto, estamos aquí
para todo lo que quiera aunque nunca se ha puesto en contacto con nosotros",
añadió. García Illana se refiere en estas declaraciones
a Jesús Campillo, el agente de la Guardia Civil que grabó en
2001 la declaración de Lavandera en la que advertía de la venta
de dinamita en Asturias.
García Illana dice que hay muchas personas en contra de Lavandera,
en especial a los miembros de la mafia de Avilés ya que "lo consideran
un chivato y por eso el Estado debería garantizar su protección
y buscarle una nueva identidad y una nueva vida. En la ciudad le es difícil
continuar, es muy conocido. Deberían llevarle a otro sitio. Estaría
mejor lejos de aquí". Sobre el 11-M, indica que la investigación
por los atentados del 11-M "sólo se está llevando a cabo
la del juez Del Olmo. La Guardia Civil ya no investiga. Aquí se ha
dado carpetazo ya a este asunto con la destitución de Bolinaga y ahora
se intentan librar de Campillo" y concluye diciendo que "se debería
tirar del hilo". "Hubo gente que se enteró de mucho más
y no se llegó a evitar el atentado. Hay muchos visos de negligencia
en los mandos superiores", apuntó.
Carmen Toro deja su bar en Avilés
Por otro lado, Carmen Toro, imputada en el juicio por los atentados del 11-M
junto a su hermano y a su marido Emilio Suárez Trashorras, ha decidido
dejar su bar que administraba en Avilés. Según el diario La
Nueva España, que cita fuentes cercanas a la mujer, la razón
aducida es que recibía mucha presión en los últimos meses
por su relación con los atentados de Madrid.
Pese a esta presión por la que Carmen Toro justifica el cierre de su
negocio, La Nueva España revela que el establecimiento, ubicado en
la confluencia de la calle Severo Ochoa y la avenida San Agustín, no
tenía mucho éxito y que desde hace ya dos semanas permanece
con las persianas cerradas y con un anuncio en el que se ofrece en venta el
local.
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