Análisis de los hechos relevantes en torno al 11M

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"SI LOS POLICÍAS SE HUBIESEN MOJADO LOS PIES MI MUJER ESTARÍA VIVA"
(23-02-05) Lavandera sobre Toro y Trashorras: "Estos señores estaban protegidos por alguien muy fuerte"
En La Mañana de la COPE, Francisco Javier Lavandera, hasta hace pocos días testigo protegido del Estado, ha denunciado la "tranquilidad con la que actuaban" Antonio Toro y Suárez Trashorras –imputados por la trama de explosivos del 11-M. "Es como si estuviesen apoyados por alguien muy fuerte", ha dicho Lavandera, que piensa que ambos delincuentes también dieron explosivos a ETA. Sobre la muerte de su mujer, espera que los tres policías que vieron cómo se moría no fueran los mismos que se rieron de él cuando denunció a Toro.


(Libertad Digital) El ex agente de las fuerzas especiales Francisco Javier Lavandera Villazón, que en 2001 denunció ante la Policía Nacional y la Guardia Civil de Asturias los planes asesinos de Antonio Toro Castro y Emilio Suárez Trashorras, ha sido entrevistado este miércoles en La Mañana de COPE de Federico Jiménez Losantos.

Lavandera ha dicho que "en un principio" lo que creía es que la dinamita "era para ETA" que en "aquella época ETA estaba intentando montar bombas con teléfonos móviles pero les fallaron". "Entonces digo, más claro imposible. Y lo de bajarse para Marruecos pensé que era por tráfico de drogas", añadió.
Sobre la muerte de su mujer en extrañas circunstancias, Lavandera señaló que "estos señores, los policías nacionales, si se hubiesen mojado los pies mi mujer estaría viva". "Estuvieron 45 minutos sin avisar a los cuerpos de rescate. Sólo pidieron que les ayudase a un surfista. Les preguntaban donde estaba mi mujer y miraban para otro lado", recordó el antiguo portero del club El Horóscopo, que puso una circunstancia siniestra encima de la mesa: "Habré tenido la mala suerte de que los que se rieron de mí el día que denuncie (a Toro y Trashorras), estos tres policías nacionales que estuvieron riéndose de mí, hayan sido algunos de los que estuvieron en el rescate". "Mi mujer avisó de que se iba a suicidar por la mañana", lamentó.

Respecto al hecho de que el juez Juan del Olmo haya ordenado que se le retire la protección policial, Lavandera reconoció que ahora está "con la espalda abierta", aunque afirmó que no quiere "seguir siendo testigo protegido" porque ha sido "una chapuza desde el principio".

Le cambian de identidad pero "en las fotos del DNI" ni siquiera le tiñen el pelo. "Es mi cara pero con barba", explicó el ex testigo protegido, que también denunció la falta de protección que le otorgaron a su hijo. "Si un terrorista quiere hacerme daño lo que hace es matar a mi hijo y veo ridículo estar por toda España de hotel en hotel y mi hijo sólo por la calle con mi madre yendo a comprar el pan", afirmó. Cuando advertía a los policías el peligro que corría su hijo de ser secuestrado los agentes le contestaban: ¡Que los terroristas no hacen eso, hombre! "Unos tíos que ponen bombas no se van a cortar en secuestrar a mi hijo", respondió Lavandera.

Admite cierto arrepentimiento por haberse atrevido a denunciar a Toro y Trashorras: "Me ha salido mal. Se descubre mi dirección, mi nombre, mi foto ..., hasta a los etarras les tapan la cara. No se me ha ofrecido nada. No se me reinserta en nada". Lavandera sigue creyendo en la Guardia Civil y la Policía Nacional: "No todos son unos mafiosos, pero estos señores estaban protegidos por alguien. No se pueden imaginar con qué tranquilidad andaban estos tíos", dijo y recordó que el día que Toro le enseñó la dinamita "lo hizo con mala leche, como diciendo: 'Mira, ríete ahora'".

"Una vez que se descubre los 192 muertos, más mi mujer, veo una foto de Trashorras en los periódicos y recurrí a un amigo mío (un miembro de las Fuerzas de Seguridad que Lavandera, con titulación de escolta privado, había conocido hace tiempo) para denunciar a Toro", dice. Esta persona sí le preguntó le preguntó quiénes eran esos tres policías que se rieron de él. Sin embargo, Lavandera no conoce sus nombres y no recuerda sus caras: "Daría media por conocer sus caras. Es algo que no me deja dormir. No los denuncié porque no sé quienes son. No sé si los tengo o puedo denunciar. Estoy en un dilema que no sé nada". En este sentido, denunció que tampoco ha recibido ningún dato de la autopsia de su mujer porque, según le han dicho, no tiene derecho a ello al estar separados. "Necesito que alguien me asesore", admitió el ex portero de club, que dejó claro que si las autoridades se lo proponen "se podría descubrir qué policías son".

Como parte del sistema de protección de testigos, le ofrecieron un puesto de vigilante uniformado en el aeropuerto de Bilbao. "Me podían haber puesto una diana", ha dicho Lavandero, que sobre su petición de que trasladaran a su familia desveló que le dijeron: 'Ahorre usted dinero, se paga un piso en Bilbao y se los lleva'. Además, sólo le dieron "cinco minutos para decidirlo". Cuando él dijo que no podía aceptar el separarse de su familia, un inspector jefe le comentó: 'A ver si cumples tu palabra porque me ha dicho mi superior que no le toques los cojones'. "No cabe en cabeza humana. Yo voy a Bilbao y me matan al día siguiente", apuntó Lavandera que concluyó recordando la "coincidencia" del coche robado por la ETA en la puerta del garaje de Trashorras: "Estoy seguro que estos señores estaban dando dinamita a la ETA".

 

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