Entrevista a Noam Chomsky

"La OTAN y EEUU han causado un terrible daño al movimiento democrático de Belgrado y a las NNUU?"

Transcripción de la entrevista para la emisora CBC, Canadá 16 de abril de 1999) Traducido para Rebelión por Jesús Gómez

¿Cree que en líneas generales tenemos una idea razonablemente exacta de lo que está ocurriendo en la guerra de Yugoslavia?

Creo que muchos reporteros que se encuentran sobre el terreno están enviando historias bastante exactas. Sin embargo, la interpretación de los hechos por parte de los medios es otra cuestión: "Inexacta" no es la palabra adecuada; es una interpretación absurda.

Háblenos de ello.

Por lo que he visto en Europa y en Estados Unidos, la guerra se ha presentado como una operación de carácter humanitario, y han repetido la consigna una y otra vez. Pues bien, si hay algo obvio en este asunto es justo lo contrario: ninguna persona racional puede considerar que la OTAN actúa por motivos humanitarios.

¿No cree que la razón de la intervención de la OTAN ha sido rescatar a los albaneses de Kosovo de la opresión?

Semejante argumento es literalmente inconcebible desde un punto de vista racional, y las razones son muy simples. Según datos de la propia OTAN, el conflicto de Kosovo había ocasionado 2000 muertos, en ambos bandos, y varios miles de refugiados hasta que comenzaron los bombardeos de EEUU/OTAN, el 24 de marzo. No cabe duda de que estábamos ante una crisis humana, pero desafortunadamente es algo bastante común en todo el mundo. Por ejemplo, la estadística coincide con la descripción que hizo el Departamento de Estado de EEUU sobre la situación en Colombia el año pasado: 300.000 refugiados, dos o tres mil personas asesinadas, y una situación de opresión creada por el ejército y por sus socios, los paramilitares, armados por Estados Unidos; de hecho, la venta de armas a Colombia sigue creciendo. Eso es lo que hacen Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países ante las crisis humanas:
las empeoran. Lo ocurrido en Kosovo es, de hecho, lo mismo. El 23 de marzo cabían varias opciones, pero eligieron una opción que previsiblemente iba a transformar una situación parecida a la de Colombia en un verdadero desastre, y fue una elección consciente. En cuanto a los efectos, permítame que cite al general en jefe de las fuerzas de EEUU/OTAN, Wesley Clark; dos días antes de que se iniciaran los bombardeos, declaró que era "absolutamente previsible" que la reacción del ejército serbio en Kosovo fuera la que finalmente ha sido.

Pero el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá ha declarado que nadie podía prever la amplitud de la respuesta de Milosevic.

Eso es ridículo. Es posible que nadie pudiera prever la escala exacta, pero cuando bombardeas un país no suelen arrojarte flores a cambio: reaccionan.

¿Cuál cree que ha sido, entonces, el motivo de la intervención?

El tipo de conflicto que se daba en los Balcanes es lo que se llama, en términos técnicos, una crisis. Una crisis es un conflicto que puede dañar los intereses de los ricos y poderosos. Cuando la gente se mata en Sierra Leona, Colombia o Turquía, no afecta demasiado a los intereses de los ricos y poderosos; por tanto, se limitan a observar o incluso contribuyen a las matanzas, y de un modo masivo en casos como el de Turquía o Colombia. Pero en los Balcanes es diferente: puede poner en peligro los intereses europeos, y por ende de EEUU, de modo que se convierte en una "crisis", como cualquier conflicto que encajara en esas premisas. A partir de ese momento, intentan controlar la situación. ¿Y cómo lo hacen? EEUU rechaza la intervención de instituciones del orden internacional, y lo hace de un modo bastante explícito; eso significa que no quiere la intervención de Naciones Unidas. De manera que tienen que utilizar la OTAN. Estados Unidos domina la OTAN, así que es aceptable para ellos, y entonces utilizan la fuerza. ¿Por qué la fuerza? Por varias razones, y en este punto creo que Clinton, Blair, y otros políticos han sido bastante sinceros; han reiterado una y otra vez que era necesario mantener la credibilidad de la OTAN. Ahora sólo tenemos que "traducir" lo que significa semejante declaración. ¿Qué significa "la credibilidad de la OTAN"? ¿Les preocupa la credibilidad de Italia, o la credibilidad de Bélgica? Obviamente, no: les preocupa la credibilidad de Estados Unidos. ¿Y qué significa eso de la "credibilidad" de EEUU? Puede preguntárselo a cualquier capo de la Mafia y le contestará. Suponga que un capo de la mafia dirige una determinada zona de Chicago, por ejemplo. ¿Qué sentido daría a la palabra "credibilidad"? Con ello querría decir que se trata de demostrar a la gente que tienen que obedecer o atenerse a las consecuencias. Eso es la credibilidad.

El argumento del gobierno de Canadá y de los gobiernos occidentales que apoyan la intervención de la OTAN al margen de la ONU, es que Naciones Unidas se ha convertido en una organización inútil, y que no puede hacer nada para prevenir matanzas y masacres. Dicen que tenemos que hacer algo, y que la Declaración de Derechos Humanos de la ONU autoriza esta operación.

La Declaración de Derechos Humanos de la ONU no les da ninguna autorización. Es absolutamente cierto que existe cierta tensión entre la carta de Naciones Unidas, que prohibe el uso de la fuerza o de la amenaza de la fuerza, y la Declaración Universal, que garantiza teóricamente los derechos de los pueblos contra estados opresores. Pero a Canadá no le importa en absoluto la Declaración Universal; Canadá tiene un pasado horrible a ese respecto. Tomemos como ejemplo el caso de la Indonesia de Suharto, un país dominado por un gobierno brutal y asesino. Canadá apoyó a Suharto durante toda su trayectoria política porque estaba ganando mucho dinero con la situación. Y si nos fijamos en el resto del mundo, Canadá apoyó la invasión estadounidense de Vietnam y de toda Indochina. De hecho, Canadá se convirtió en el mayor exportador per cápita durante la guerra, e intentó ganar todo el dinero que pudo a costa de los muertos de Indochina. Cabe citar a un respetado y conocido diplomático canadiense, cuyo nombre era John Hughes, si mal no recuerdo, cuando definía años atrás lo que llamaba "el ideal de Canadá": "Defendemos nuestros principios, pero encontramos la forma de rodearlos" Una definición bastante exacta. Pero Canadá no es un caso único a ese respecto; tal vez, tan sólo, un poco más hipócrita.

Profesor Chomsky, ¿está acción ha dañado a Naciones Unidas y al avance de las leyes internacionales, o se puede decir que ya eran inoperantes?

Por supuesto que las ha dañado. Usted podría alegar que las leyes internacionales no tienen valor, en ningún caso, desde que Estados Unidos se convirtió en la primera y única potencia real del mundo, pero no cabe duda de que este acto es otro golpe contra el sistema del orden mundial, que ya era bastante frágil. Sin embargo, también podría decir que eso es lo menos importante. A fin de cuentas es evidente que lo más importante de todo es el daño que sufren los ciudadanos de Kosovo. A ese respecto cabe decir que la acción ha minado, y tal vez destruido de forma permanente, el valiente y prometedor movimiento democrático de Belgrado, que suponía la mejor esperanza de librarse de Milosevic.

Y ha ocasionado una situación muy peligrosa en zonas colindantes; entre otras, en la república yugoslava de Montenegro y en Macedonia.

Permítame que le haga una pregunta sobre nuestra perspectiva, porque las encuestas de opinión demuestran que la mayoría de los estadounidenses y de los canadienses apoyan la acción. Creen que se está haciendo lo correcto, que es un acto humanitario y que están salvando vidas humanas.

Es cierto, y la razón es evidente. Si le dicen una y otra vez, día y noche y con una unanimidad cercana al 100%, que están actuando para salvar vidas humanas, es lógico que tienda a creerlo por absurdo que sea. Aunque, si reflexiona durante un momento, comprenderá que es absurdo.

¿Cree que las entrevistas con refugiados también afectan a la gente? Entre ellas se encuentran las entrevistas a los refugiados que fueron bombardeados por la OTAN, y aunque admiten que fue una tragedia, los supervivientes dicen que no les importa, que quieren que la OTAN siga adelante y que está haciendo lo correcto.

Hay muchas personas en el mundo que creen que habría que bombardear Washington, pero eso no significa que sea una estrategia muy inteligente.

Pero en este caso, son las víctimas las que quieren que sigan los bombardeos.

Por supuesto que quieren. Las víctimas de Turquía también estarían encantadas si Estados Unidos dejara de armar a su gobierno y bombardera Ankara.

Pero, como acaba de decir, se han convertido en refugiados y siguen diciendo que la OTAN está haciendo lo correcto.

Es evidente que la persona a la que más odia un refugiado es la persona que lo ha sacado de su casa o de su país a punta de pistola. Si los ciudadanos que se encuentran cómodamente sentados en Toronto no comprenden que las acciones de Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña han servido para aumentar las atrocidades, como cabía prever, ¿cómo espera que un refugiado piense en ello?

El parlamento canadiense ha sido prácticamente unánime al respecto. Si lo que dice es correcto, ¿cómo es posible que todo el mundo ande tan descaminado?

Creo que los hechos que he descrito son bastante claros. Además, vivimos en sociedades muy desinformadas, con una clase intelectual subordinada al poder hasta extremos muy elevados; en consecuencia, los ciudadanos están sometidos a un bombardeo constante de propaganda destinado a convencerlos de que los actos de la OTAN no han supuesto un aumento de las atrocidades. Y como es lógico, no piensan en ello.

¿Habría hecho algo diferente?

¿Se refiere al 24 de marzo? Bueno, cabían tres opciones. Cabía la opción de actuar de tal manera que se incrementaran las atrocidades, y ésa fue la opción elegida.

Una segunda opción habría sido no hacer nada. La tercera opción consistía en actuar para mitigar las atrocidades. Ahora bien, si no se les ocurría una forma de mitigar las atrocidades, la mejor opción habría sido no hacer nada.

Pero, ¿había alguna forma de mitigarlas? Supongo que cabían soluciones diplomáticas; el parlamento serbio aprobó una resolución el 23 de marzo, el día anterior a que comenzaran los bombardeos, en la que se decía que no aceptarían una fuerza de la OTAN (No sorprende demasiado. Canadá no habría aceptado una fuerza del Pacto de Varsovia), aunque se proponía realizar gestiones para dar autonomía a Kosovo y se aceptaba la presencia posterior de una fuerza de paz internacional. ¿Era una oferta aceptable? No lo podemos saber, porque Estados Unidos no prestó ninguna atención. Pero utilizar esa oferta, a través de los mecanismos del orden internacional, como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, o a través de países neutrales como La India, entre otros, habría sido mejor que no hacer nada y mucho mejor que actuar para incrementar las atrocidades.

¿Qué podemos hacer ahora?

Si un médico le da un medicamento que lo está matando, lo primero que tendría que hacer el médico es detener la medicación, no mantenerla. De modo que lo primero que deberíamos hacer es detener lo que ha empeorado la situación. En segundo lugar, habría que mantener las negociaciones y los contactos diplomáticos en un medio creíble, como el Consejo de Seguridad de la ONU o países neutrales (la India, Sudáfrica o los países escandinavos, entre otros); tendría que ser a través de un medio que no se haya desacreditado completamente, y debería encargarse de dirigir las iniciativas diplomáticas y de encontrar una forma de acercar posiciones entre la proposición del parlamento serbio y la proposició;n de la OTAN, por ejemplo.

¿Cree que vamos a hacer algo así?

¿Se refiere a Estados Unidos y a Canadá? Lo dudo mucho. Son países partidarios de posiciones internacionales muy agresivas, extremadamente subordinados al poder, y con poblaciones que mayoritariamente, y por desgracia, no se paran a pensar en las consecuencias de lo que están haciendo.

La OTAN celebra su 50 aniversario la semana que viene, y ya se están felicitando a sí mismos por haber encontrado un nuevo rol en la escena internacional.

Si, han encontrado un nuevo rol, un rol terrible, un rol que ha incrementado sustancialmente las atrocidades, tal y como ellos mismos habían previsto, y que ha causado un daño extremo en otros ámbitos, como en el movimiento democrático de Belgrado y, por supuesto, en el orden mundial. De modo que si quieren celebrarlo, ellos sabrán. Yo no pienso celebrarlo.