Comentarios de Chomsky sobre la Deuda


ZNET

En el forum de Chomsky se realizaron las siguientes preguntas:

¿Qué opina Ud. sobre el argumento de que los países que han pedido préstamos al Banco Mundial/Fondo Monetario Internacional no tienen derecho a pedir la condonación de la deuda (ni nadie puede pedirlo en su lugar) y que deben considerarse responsables de sus deudas igual que Ud. o cualquier otra persona? ...

Y hasta qué punto es el primer mundo responsable por la crisis de la deuda?

Quisiera que me explicara en pocas palabras, donde está la culpabilidad de mi propio gobierno (US) y donde termina y donde comienza la culpabilidad de los gobiernos del tercer mundo".

Respuesta de Noam Chomsky

La respuesta más sencilla al argumento de que los países que pidieron prestado al BM/FMI no tienen derecho a pedir la condonación de la deuda es que se basa en una suposición falsa, y por lo tanto dicho argumento es vacuo. Por ej. el "país" Indonesia no recibió préstamos, los recibieron sus dirigentes respaldados por los Estados Unidos. La deuda, que es enorme, está en posesión de unas 200 personas (seguramente menos), la familia del dictador y sus amigos. Esa gente no tiene derecho a pedir la condonación de la deuda -- y de hecho, no tienen porqué. Su fortuna (mucha de la cual está en bancos occidentales) seguramente es más que suficiente para cubrir la deuda.

Por supuesto, esta respuesta asume el principio capitalista. De acuerdo con este principio, si yo le pido a usted dinero prestado, lo uso para comprarme un Mercedes y una mansión y envío el resto a un banco en Zurich, cuando usted viene a mi y me pide que le pague el préstamo, yo no debería poder contestarle "Lo siento, no quiero devolverle su dinero, vaya y tómelo de los habitantes de las zonas pobres de la ciudad". Y tampoco se supone que usted dirá: "Esta inversión de alto riesgo me ha producido grandes beneficios, pero ahora que el deudor no quiere devolverme el préstamo, voy a transferir el riesgo a otras personas de mi país mediante la socialización de la deuda." Ese es el principio capitalista y su aplicación debería ser suficiente para eliminar la mayoría de la deuda. Sin embargo, este principio es inaceptable para los ricos y poderosos que prefieren el principio "capitalista" vigente de socializar los riesgos y los costos. Así, el riesgo se transfiere a los contribuyentes del norte (mediante el FMI) y los costes se transfieren a los campesinos pobres de Indonesia, que nunca pidieron ese dinero prestado.

El argumento de que "su país" pidió el dinero prestado y por lo tanto es responsable se supera en cinismo y no puede ser tomado en consideración. En realidad, ni siquiera se sostiene ante la ley internacional. Cuando los Estados Unidos conquistaron Cuba en 1898 para evitar que se liberara de España (lo que se llama "la liberación de Cuba de la dominación española"), se canceló la deuda de Cuba con España sobre la base de que la deuda había sido impuesta al pueblo de Cuba sin su aprobación. Esa doctrina, llamada "de la deuda odiosa", se sostuvo más tarde en el arbitraje internacional, a iniciativa de los Estados Unidos. El actual director ejecutivo norteamericano del FMI, el economista internacional Karen Lissakers, señaló en un libro hace unos años que si este principio se aplicara a la deuda del tercer mundo, ésta mayormente desaparecería. Pero eso significaría que el principio capitalista debería haberse respetado: los deudores tiene la responsabilidad, los acreedores corren el riesgo. Y eso no es así cuando la concentración de poder hace posible la socialización del costo y del riesgo.

La responsabilidad del primer mundo por la crisis de la deuda, es enorme-- y en este caso, la responsabilidad se extiende a los ciudadanos, en la medida en que sus países permiten algún grado de participación en la creación de política, y lo hacen. La actual crisis de la deuda se puede buscar en las políticas del FMI y el Banco Mundial, que promovieron el préstamo y el endeudamiento para reciclar petrodólares en los años 70. Sus recomendaciones optimistas sobre lo fantástico que era esto para todos los involucrados continuaron hasta el momento de los impagos de México en 1982, cuando el sistema amenazó con quebrar y las mismas instituciones intervinieron para socializar los costos y la deuda. Otro factor fue la importante subida de los intereses en los Estados Unidos bajo la política de finales de Carter y el Reganismo de medidas de "ajuste estructural", tomadas sin consideración, por supuesto, al hecho de que esto supondría una carga demoledora para los deudores del tercer mundo, como en efecto sucedió. Otro factor es el apoyo de Occidente a los asesinos, gángsters y ladrones que pidieron dinero para ellos mismo y naturalmente, no quieren devolverlo, cuando saben que pueden conseguir que el peso de la deuda sea transferido a los sectores pobres por las mismas instituciones que crearon la deuda en primer lugar.

La responsabilidad del primer mundo es enorme, a tal punto que si honestamente fuera concebible, aquellos que apoyaron a gente como Suharto en Indonesia, dirigieron la locura del proceso de préstamo-endeudamiento (en aquel momento, vaciando los bancos) y aumentaron significativamente los intereses como parte de un proceso de mayor transferencia de poder a los ricos y a los privilegiados en los Estados Unidos (y eso no es todo), deberían estar pagando la deuda ellos mismos.

La culpabilidad de los gobiernos del tercer mundo-- digamos, Suharto en Indonesia-- es muy grande, pero recordemos que estos gobiernos son clientes de occidente, virtuales puestos de avanzada, cuya tarea es abrir sus países al saqueo extranjero, reprimir a la población (aunque sean necesarias tremendas masacres) y enriquecerse si les apetece (eso no es responsabilidad, solo un beneficio secundario (inherente) que se concedieron). Suharto fue "nuestro hombre", como dijo la administración Clinton, mientras cumplió con su papel. Más de lo mismo se aplicó a otros gobiernos del tercer mundo. Aquellos que tratan de tomar otro rumbo son normalmente destruidos. Por ej., Nicaragua tiene una de las deudas más altas del mundo. Los Sandinistas fueron, sin duda, corruptos, aunque no para los estándares norteamericanos. Pero la corrupción no es la razón de su deuda:, sino la guerra brutal y asesina que lanzaron los Estados Unidos para hacerlos entrar en razón.

Notemos otra vez que la culpa de nuestros gobiernos (y de sus instituciones, como el FMI-BM) es también nuestra culpa, en el sentido de que nosotros podríamos tener alguna influencia en la política de nuestros países y no lo hacemos.

Más información sobre el forum (en inglés) en:
www.zmag.org/commentaries/donorform.htm

Traducción para Rebelión: Alicia de los Santos