Yugoslavia, el banco de pruebas de la OTAN

Por Michel Colom.

Periodista belga, autor de ¡Ojo con los media! y El juego de la mentira

¿Qué lección extrae de la guerra el influyente senador de EEUU Lieberman?: "La

OTAN, organización defensiva desde hace cincuenta años, ha pasado a la ofensiva.

A veces era frustrante, porque es difícil combinar a 19 naciones democráticas

para llevar a cabo estrategias militares precisas, pero una de las lecciones es

que los hemos logrado. La próxima vez será más eficaz". Han leído bien: "La

próxima vez". Los que nos hablan de paz preparan ya febrilmente su próxima

agresión.

¿Contra quien? Tiene dónde elegir de sobra. Lo más probable, por ahora, es el

Caúcaso. Las multinacionales ya han decidido que el petróleo de toda la región

les pertenece y Washington ya proyecta hacerse "invitar" por Azerbaiyán para

instalar sus bases militares y controlar toda la región. Pero Moscú continúa

siendo el objetivo principal. "El problema de Rusia es que es demasiado grande",

amenaza el influyente estratega estadounidense Brzezinski.

¿Qué se puede hacer para reducirla?. De hecho, el trabajo ya ha comenzado. Fase

1: como Brzezinski ha confesado recientemente, Estados Unidos ha financiado

desde los años 70 movimientos nacionalistas y religiosos integristas para romper

la URSS y lo ha hecho con éxito. Su amigo Yeltsin no ha tenido más que terminar

el trabajo. Fase 2: inspirados por Washington, los mercaderes del Fondo

Monetario Internacional han colapsado la economía rusa y la de algunas

repúblicas ex soviéticas. Fase 3: en este momento, retomando el modelo ya

aplicado para hacer estallar a Yugoslavia, se azuzarán más aún los conflictos

locales (por ejemplo, entre musulmanes y cristianos). Al final se habrán creado,

como en Yugoslavia, mini-estados incapaces de resistir a la dominación de las

multinacionales USA.

Pero el pueblo ruso es cada vez más consciente de la traición de sus dirigentes.

Chernomirdin ha sido abiertamente criticado y los soldados amotinados de

Pristina prueban que Rusia no se dejará dominar siempre.

Otros objetivos: Corea del Norte (el famoso estratega estadounidense Kissinger

anuncia ya que habrá que tratarla como a Irak) y China. Si las presiones

económicas e ideológicas no bastan para el abandono del socialismo, Washington

prepara también el palo. Signos que lo anuncian: un acuerdo militar

americano-japonés contra Pekin y un sistema de misiles que cubre el Pacífico.

En resumen, ¡el mundo capitalista del mañana será cualquier cosa menos pacífico!

Para la OTAN, gendarme del mundo al servicio de las multinacionales, Yugoslavia

no es más que un banco de pruebas.