Durante
los años '90, desde diferentes niveles del Estado se extendieron
modalidades de asistencia social que, bajo la supuesta intención
de 'fortalecer las organizaciones comunitarias', condicionan la asistencia
(planes de empleo, alimentos, subsidios para proyectos productivos)
a la presentación de un sinnúmero de papeles y a la
realización de millares de trámites, muchas veces inaccesibles
para los sectores de la sociedad más necesitados.
Por otra parte, Galpón Sur tiene personería jurídica
y cuenta con compañeras y compañeros formados en diferentes
disciplinas relacionadas con la administración y la contabilidad,
y con otros que lejos de tener idea de esas cosas chinas- cuentan
con algunas herramientas para defenderse frente a un técnico
o funcionario estatal que intenta explicar qué cosas hay que
'adjuntar' para que el trámite salga, cuál es el 'formato'
que debe tener tal o cual proyecto, cómo debe presentarse tal
otra papeleta, qué debe decir el acta, etc, etc, etc.
En el marco de los aportes que la Agrupación Galpón
Sur decidió realizar para que en diversos barrios de la periferia
platense consolidaran sus grupos de trabajo en emprendimientos productivos
autogestionarios, colaborar con la 'estructura legal y administrativa'
fue una de las acciones que más esfuerzo nos ha llevado. Sumado
a esto, nuestra estrecha relación con el MTD Aníbal
Verón nos llevó a extender esa ayuda a otros grupos
que desarrollan sus actividades en diferentes barrios del Conurbano
Bonaerense y del interior del país.
Es así como, en la actualidad, Galpón Sur brinda su
personería jurídica y colabora en las gestiones necesarias
para la obtención de planes de empleo, subsidios para proyectos
productivos y comedores comunitarios, subsidios para proyectos de
capacitación, entre otros recursos que luego son aprovechados
por miles de compañeros en diversos barrios.
¿Por qué? Porque le apostamos fuerte a la organización
del trabajo sobre un principio fundamental: la no explotación
del hombre por el hombre. Porque creemos que es posible vivir el cambio
social desde ahora, inventando nuevas y mejores relaciones humanas
en todos los ámbitos y actividades que realizamos. Y así
es como construyen las organizaciones sociales con las que nos relacionamos,
sosteniendo y alimentando día a día estos principios,
banderas inapelables.
Así como es indispensable el esfuerzo cotidiano de los compañeros
en las panaderías, los talleres de costura y las granjas para
que el trabajo exista y para que, en el mismo andar, comiencen a verse
los gérmenes de la sociedad que queremos, nuestro aporte también
se evidencia como algo fundamental, al menos en esta etapa. Entender
las lógicas actuales de funcionamiento de los programas del
Estado para responder a las formalidades, permite abrir las puertas
al financiamiento de los emprendimientos que, como ya dijimos, se
sostienen con otros pilares, bastante diferentes a los de la burocracia
pública.