LLAMAMIENTO INTERNACIONAL A LA PARTICIPACIÓN EN EL FORO SOCIAL TRASATLÁNTICO

Madrid, 17 y 18 de mayo, 2002


Los próximos días 17 y 18 de mayo tendrán lugar en Madrid dos encuentros internacionales que reflejan la profunda polarización socioeconómica y política que existe en las relaciones trasatlánticas y dentro de cada región: por una parte, la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE), América Latina y El Caribe; por otra, el Foro Social Trasatlántico, en el que participarán grupos solidarios de Europa y activistas venidos de América Latina y El Caribe.

El propósito de la Cumbre oficial es discutir la cada vez más profunda crisis económica de América Latina y la creciente rebelión popular que amenaza el vasto imperio financiero y los beneficios extraídos durante la pasada década. Es por ello particularmente significativo que sea el presidente Aznar quien haya de presidir esta reunión, dado que el capital español, entre los de los países de la UE, es el que más ha invertido y más beneficios ha obtenido en Latinoamérica, tan solo superado por el de Estados Unidos. La Cumbre oficial no debatirá la ingente transferencia de capitales derivada de los beneficios empresariales, del pago de los intereses de la deuda externa y de los royalties, de las privatizaciones y de la evasión de capitales, que es la causa de la creciente pobreza, de la corrupción y de las violaciones de los derechos humanos en Latinoamérica: será el Foro Social Trasatlántico el que abordará estas cuestiones invisibles.

El principal propósito de la Cumbre oficial de Madrid es discutir cómo consolidar y expandir el control regional en el actual contexto de crisis económica mundial, creciente rebelión popular -ejemplificada en la sublevación popular en Argentina- y competencia del imperialismo neomercantil estadounidense.

Para legitimar el proyecto de recolonización de la UE, la Cumbre oficial ha incluido en su agenda algunas aparentes preocupaciones populares, como la deuda externa, los derechos humanos, la corrupción o el medio ambiente. Sin embargo, los debates de la Cumbre disociarán estos problemas del marco imperialista en el que están insertos: la deuda externa contraída por los corruptos gestores del neoliberalismo y pagada a los monopolios financieros de la UE; las violaciones de los derechos humanos, derivadas del endurecimiento de las draconianas políticas de ajuste estructural impuestas por el FMI y el Banco Mundial, por Washington y por los Gobiernos de la UE y de América Latina; la masiva corrupción que acompaña la privatización de las empresas públicas y la transferencia de la riqueza hacia la UE; la retórica de la lucha contra el terrorista y las drogas, que sirve como excusa para la militarización de la región y la represión de la resistencia popular a las políticas y las instituciones neoliberales sostenidas por la UE.

Por el contrario, la Cumbre oficial discutirá todos estos problemas a fin de neutralizar la creciente oposición, incluso en la propia Europa. Es por ello por lo que el Foro Social Trasatlántico es un encuentro crucial: sólo el Foro Social Trasatlántico mostrará los problemas fundamentales -que revelan la responsabilidad de los dirigentes de la UE y de los gobernantes clientelistas de América Latina- y ofrecerá alternativas progresistas.

El lugar de la convocatoria -Madrid- es apropiado por varias razones. En primer lugar, la capital española ha sido la vanguardia de la UE en el saqueo de América Latina: los bancos españoles se han apoderado de redes financieras claves en Argentina, Brasil o Chile; y monopolios españoles de telecomunicaciones, líneas aéreas e hidrocarburos se han adueñado de algunas de las empresas públicas más lucrativas de América Latina, explotándolas despiadadamente.

En segundo lugar, el Estado español, conjuntamente con EEUU y el FMI, se sitúa en el epicentro de la mayor revuelta popular de la historia reciente del continente, el argentinazo de 2001 y 2002: el presidente Aznar y el ex presidente González han asumido como cuestión esencial intervenir en Argentina en defensa de las multinacionales españolas y en contra del pueblo argentino.

En tercer lugar, el gobierno español está asumiendo un papel de liderazgo en el apoyo al Plan Colombia dentro del grupo denominado 'Amigos de la Paz en Colombia'. Mientras habla de paz, el gobierno Aznar está jugando un destacado papel en el intento de forzar a la insurgencia popular a renunciar a su programa progresista a cambio de una paz neoliberal.

La confrontación entre la Cumbre oficial y el Foro Social Trasatlántico expresa la creciente polarización entre el Estado español y las multinacionales, de una parte, y los millones de piqueteros hambrientos y desempleados, y las desesperadas clases medias argentinas, de otra. Aznar y los Jefes de Estado y de gobierno que han de reunirse en Madrid están enfrentados a los cocaleros de Bolivia, a los sin tierra de Brasil, a los zapatistas de México, a la insurgencia popular de Colombia, a los indígenas de Ecuador y de Guatemala, a los campesinos de Paraguay, a los desheredados de la ciudades de Santo Domingo y Haití. Los intelectuales, los sindicalistas, los activistas contra la globalización, por los derechos humanos y el medio ambiente, los inmigrantes, y los movimientos de solidaridad y feministas de Europa y -muy particularmente- del Estado español tienen una especial responsabilidad en implicarse en esta confrontación de los días 17 y 18 de mayo en Madrid

Hay un tiempo para el análisis, el debate y la discusión, y hay un tiempo para la acción. La Cumbre de las multinacionales y de los jefes de Estado y de Gobierno tienen el dinero y la policía; el Foro Social Trasatlántico cuenta con el poder de la gente de las calles y las plazas del Estado español, y de los movimientos populares del campo y las ciudades de América Latina. El pueblo argentino ha demostrado que la acción directa puede derribar regímenes neoliberales, detener el pago de la deuda externa y erigir nuevos movimientos. La insurgencia colombiana ha crecido a lo largo de 38 años de lucha. Los movimientos ecuatorianos han derribado dos presidentes en los últimos cinco años. Y cien mil activistas de América Latina, Europa, EEUU, Mundo Árabe, Asia y África se encontraron en Porto Alegre desde el pasado 4 de febrero para repudiar el modelo neoliberal.

Estamos entrando en un tiempo de profundización de la recesión económica y de guerras, represión y hambruna desesperada; pero también caracterizado por una nueva ola de acción directa popular. El neoliberalismo sólo puede sobrevivir a través de la guerra y de la represión. A los ojos de cientos de millones de latinoamericanos el neoliberalismo es ya solo una colosal estafa que enriquece a las elites -especialmente, a los potentados extranjeros- y empobrece a los trabajadores, a los campesinos y a la clase media. El Foro Social Trasatlántico de Madrid es un punto de partida significativo para construir una poderosa Asamblea Trasatlántica de movimientos antiimperialistas vinculados a activistas implicados en la acción directa. La revolución no puede realizarse desde un cuartel general situado debajo de una cama. Las revoluciones tienen rostros y lugares precisos: en la primera línea de las luchas populares. Nosotros, los intelectuales, tenemos la posibilidad de elegir entre ser parte de la solución o ser parte del problema.


James Petras