25 de noviembre del
2001
Habla Sara Staggs, líder del Partido Comunista de los Estados Unidos
El Plan Colombia es la otra cara del ALCA
Alvaro Angarita/VOZ
La comunista estadounidense puntualiza en temas como la crisis económica,
la posibilidad de intervención directa en Colombia, el ántrax,
el desempleo en Estados Unidos y las normas represivas aprobadas por el Congreso
y el gobierno de Bush.
Sara Staggs, integrante del Partido Comunista de los Estados Unidos es responsable
nacional de su organización en el trabajo por la paz y la solidaridad.
Esta mujer rubia, de grandes ojos azules, nacida en Chicago, con rostro vivaz
y mirada firme, tiene la facultad de persuadir con el tono de sus palabras,
pronunciadas con decisión y la experiencia que le dan 25 años
de vida en la organización comunista que preside Sam Webs. Alude con
entusiasmo a las luchas del movimiento por la paz, que ya han efectuado grandes
jornadas en ciudades como Washington, San Francisco y Chicago. Llegó
a Colombia el ocho de noviembre para asistir a las deliberaciones del Partido
Comunista Colombiano y dialogamos con ella horas después de su arribo
a Bogotá.
Sara Staggs ilumina su rostro cuando habla de detener el bombardeo contra Afganistán
y de luchar porque el gobierno norteamericano cambie su política exterior,
que origina el rechazo mundial y la llamada legislación contra el terrorismo
aprobada después del ataque a las Torres Gemelas, que recorta las libertades
civiles en Estados Unidos.
Después de las Torres Gemelas
-¿Qué impacto en la población civil han tenido los acontecimientos
del 11 de septiembre?
-El impacto más fuerte ha sido la aprobación de una nueva legislación
que con el objetivo de combatir el terrorismo modifica las libertades y los
derechos civiles. Hoy, en Estados Unidos, cualquier tipo de acción, por
ejemplo romper un vidrio, es considerada un acto terrorista. Cuando un estudiante
o un grupo de estudiantes se traslada a otro claustro universitario para promover
una jornada o una acción de protesta, esto es considerado también
un hecho terrorista. En este momento, está prohibido hacer cualquier
tipo de protesta frente a edificios públicos. En Chicago, por ejemplo,
era común hacer barricadas frente a estos edificios, hoy es imposible
hacerlo. De hecho, se está cambiando el principio constitucional de la
libertad, así éste permanezca estampado en el papel.
-¿Cuál ha sido la reacción de la población estadounidense
frente a estas medidas?
-Hay protestas de organizaciones estudiantiles, religiosas, pacifistas y de
movimientos políticos que no quieren la guerra. El Partido Comunista
de estados Unidos está luchando por unir estas fuerzas y movimientos
de personas incluso latinoamericanas que han surgido, para crear un gran movimiento
por la paz. En esta lucha, los comunistas promueven la participación
de los sindicatos y las comunidades. Todos estos movimientos están sintiendo
los efectos de la nueva legislación, porque les están restringiendo
los cupos de trabajo y los despidos aumentan.
-¿La crisis de la economía estadounidense es un fenómeno
derivado del ataque a las Torres Gemelas?
-La crisis económica viene de antes del 11 de septiembre. Estos hechos
contribuyeron a la crisis, pero de todas maneras la pérdida de empleos
se estaba dando porque la crisis venía de atrás. De enero a septiembre
se han perdido 1.2 millones de empleos. Después del 11 de septiembre
se han perdido 600.000 empleos más. La mayor expresión de esta
crisis, es la situación de las aerolíneas. Pero, lo cierto es
que el gobierno de Bush oculta la crisis en la lucha antiterrorista.
Crece oposición a legislación antiterrorista
-¿Se ha incrementado la lucha contra la guerra y contra las restricciones?
-Expresarse abiertamente en contra de la guerra es exponerse a ser señalado
como terrorista. Sin embargo, crece la protesta de las organizaciones de trabajadores
de base aunque no de la cúpula y trabajadores de la industria militar,
donde manifestarse en contra de la guerra es optar por parar la producción
de armas y quedarse sin empleo. Hay que decir también que el movimiento
de trabajadores está organizado en contra del ALCA; trabajadores como
los textileros y de Coca Cola, por ejemplo, llaman a frenar la instrumentalización
del ALCA.
Es importante anotar, que ha medida que los trabajadores se han venido oponiendo
al ALCA han comprendido que el Plan Colombia es la otra cara del ALCA. Pero,
no todos manejan este concepto debido a que el presidente Bush a propagandizado
la idea de que el Plan Colombia es para luchar contra los narcóticos
y el terrorismo. La tarea para nosotros es entonces, generalizar la tesis real
de la fuerte relación existente entre el ALCA y el Plan Colombia. La
gente piensa que hay que defender los derechos civiles, retar la nueva legislación
terrorista, trazada para cuatro años con la oposición de una fracción
del Congreso que opina que debe limitarse a menos tiempo.
-¿Hay normas abiertamente represivas en la nueva legislación?
-Las hay. Por ejemplo, en la antigua legislación si había que
hacer un registro era necesario presentar una orden de la Corte. Con la nueva
legislación se puede hacer sin este requisito. Cualquier ciudadano considerado
sospechoso de ser terrorista puede ser detenido y arrojado a una cárcel
indefinidamente. En la antigua legislación las personas acusadas tenían
dos días para que le fueran comprobados los cargos. Después del
11 de septiembre han sido llevados a la cárcel 700 personas sin que se
les haya comprobado ningún cargo. La Misión Americana de Derechos
Humanos ha exigido al Gobierno publicar la lista de los detenidos pero éste
se ha negado a hacerlo. Entre los detenidos se encuentran personas aprehendidas
por tener nombres o apellidos árabes o similares a los que se les ha
señalado como fundamentalistas. Muy pocas personas de éstas han
logrado quedar en libertad.
Ántrax, etapa de la campaña de temor
-¿Informaciones de prensa afirman que el virus del ántrax proviene
de grupos fascistas que actúan al interior de los Estados Unidos?
-Ántrax es otra parte de la campaña para sembrar el temor en la
población.
No está claro de dónde proviene. Lo que sí está
claro, es que cuando el ántrax llegó al Congreso hubo alerta para
proteger y dar tratamiento adecuado a los congresistas y empleados. No ocurrió
lo mismo con los trabajadores de correos; los senadores son blancos y los trabajadores
de correos negros. Es una clara diferencia de clases en Estados Unidos.
La realidad es que en Estados Unidos por un lado está el temor de la
gente creado por el terrorismo, las reacciones contra los inmigrantes y por
otro lado hay un movimiento en contra de las medidas económicas y por
la paz. En medio de esta confusión, Bush logra implementar la globalización,
la restricción de los derechos civiles, es decir, aplicar su agenda.
-¿Cómo se ve desde Estados Unidos la posibilidad de una intervención
directa en Colombia?
-Al igual que los comunistas, muchos opinan que existe el peligro de una intervención
directa. El gobierno de Bush considera que es mejor hacerlo a través
del Plan Colombia en sus diversas fases. Esto, porque los Estados Unidos recuerdan
muy bien la experiencia de Vietnam y a la opinión norteamericana no le
agrada la idea de exponer los soldados de Estados Unidos a peleas en campo abierto.
No se considera que haya una intervención directa con tropas, pues la
opinión no siente esto como su guerra. Es diferente frente a Afganistán,
donde ha primado un sentimiento de venganza .
El Partido Comunista de los Estados Unidos
-¿Qué se siente ser comunista en los Estados Unidos, viviendo
como decía Martí, en las entrañas de la bestia?
-El Partido Comunista de Estados Unidos fue fundado en 1.917 por inmigrantes
europeos como el líder socialista Eugene Debs, que trajeron a Norteamérica
las ideas socialistas. En la actualidad los comunistas tenemos una gran responsabilidad,
la de interpretar las luchas a nivel mundial y construir un movimiento propio
en Estados Unidos. Somos un partido legal.
Ya pasaron los años cincuenta, cuando los comunistas fueron puestos en
la cárcel. Hoy, estamos construyendo con los trabajadores el movimiento
por la paz. Considerado el tamaño de Estados Unidos, somos un partido
pequeño, pero tenemos la capacidad de influir a muchos.
-¿Cómo ven los comunistas norteamericanos el conflicto social
colombiano?
-El Partido Comunista de Estados Unidos entiende que la lucha en Colombia es
interna y se libra por alcanzar la paz con justicia económica. Por eso,
desarrollamos la solidaridad con Colombia y su pueblo en su lucha por la independencia
y la soberanía. Este trabajo nuestro empieza por persuadir al pueblo
norteamericano acerca de la verdad de la realidad colombiana. Para el Partido
Comunista de Estados Unidos, asistir al congreso de los comunistas colombianos
es un gran honor y estamos contentos de haber podido estar en él.