Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo


Los voceros de las FARC-EP en la mesa nacional de diálogo y negociación, informan:
1. El presidente Andrés Pastrana Arango, en la alocución del día 20 de febrero del 2002, tomó la decisión unilateral de dar por terminado el proceso de diálogo con las FARC-EP en momentos en que nos disponíamos a continuar la discusión sobre cese de fuego y hostilidades.
2. Pretextando el incumplimiento por parte de las FARC-EP de compromisos inexistentes se nos responsabiliza de vínculos con el narcotráfico cuando el país y la comunidad internacional conocieron en eventos como la audiencia pública internacional sobre cultivos ilícitos y medio ambiente y en discusiones de la mesa, que dichos cultivos pertenecen a los campesinos pobres quienes olvidados históricamente por el Estado, han tenido que recurrir a esta práctica como medio de subsistencia. Deliberadamente se ignora la propuesta hecha por las FARC-EP sobre sustitución de cultivos ilícitos presentada en la audiencia internacional.
3. Se le exige a las FARC-EP "buena conducta" y "gestos de paz" mientras el Estado escala la confrontación con el fortalecimiento de las fuerzas militares y de policía, alienta el terrorismo de las bandas paramilitares con la participación abierta de algunos mandos militares y desarrolla el Plan Colombia por exigencia de los Estados Unidos.
4. Acusar a las FARC-EP de violación de los acuerdos por haber construido puentes y carreteras para el servicio de la comunidad es de por sí un despropósito que solo busca ocultar las verdaderas razones de su decisión. En los tres años de despeje en los cinco municipios, las Farc-EP construyó con esfuerzos propios puentes y carreteras que el estado no quiso construir en 36 años. Más de mil kilómetros construidos con sus respectivos puentes y alcantarillas en las vías La Sombra-Macarena; Macarena-Vistahermosa; La Julia-La Uribe; Llanos de Yarí-Cartagena del Chairá; Las Delicias Guayabero y la pavimentación de la mayoría de calles del casco urbano de San Vicente del Caguán con apoyo de la comunidad. No son acciones terroristas como la mostró por la televisión el señor Presidente haciendo eco de los altos mandos militares.
5. El arreglo de pistas de aterrizaje que ya existían con licencia de operación de la Aeronáutica y la construcción de locales comunales, tampoco puede ser presentado como argumento para acabar con los deseos de paz de los colombianos.
6. El presidente Pastrana justificó su decisión utilizando viejas imágenes como las del destruido edificio del DAS cuya verdadera autoría fue conocida por el país. La ruptura fue una exigencia de las Fuerzas Militares, los gremios económicos, los grandes medios de información, algunos candidatos presidenciales bipartidistas y la embajada norteamericana en su afán de no realizar los cambios que el momento actual exige.
7. Una vez más la oligarquía colombiana impide que por la vía del diálogo se hagan los cambios estructurales, económicos , políticos, sociales y militares que requiere Colombia para salir de la profunda crisis en la que la han sumido históricamente los gobiernos liberal y conservador.
8. Durante tres años buscamos soluciones por la vía del diálogo y la negociación para los graves problemas que aquejan a 30 millones de colombianos sin que el Gobierno respondiera a estas necesidades del pueblo. Siempre se hizo el de los oídos sordos. La presencia de más de 30 mil compatriotas que participaron en las audiencias públicas, mesas redondas y con ponencias enviadas a la mesa con propuestas de cambios que democraticen la vida económica y política del país, así como la solicitud del Secretario General de las Naciones Unidas y el presidente de la Conferencia Episcopal en Colombia, corroboran la necesidad de estas transformaciones para lograr la paz con justicia social en nuestro país.
9. Queda claro que el verdadero objetivo que mueve el Gobierno para tomar la decisión de la ruptura del proceso es el de escamotearle al pueblo colombiano la discusión de los temas fundamentales contenidos en la agenda común que trazan el camino a través de la mesa hacia una nueva Colombia.
10. Como prueba de nuestra voluntad de paz quedan en manos del pueblo y de los partidarios de la solución política, la agenda común para el cambio hacia la nueva Colombia y la plataforma para un gobierno de reconstrucción y reconciliación nacional, propuestas que estamos dispuestos a intercambiar con un futuro gobierno que manifieste interés en retornar el camino a la solución política al conflicto social y armado.
11. Exhortamos a la comunidad internacional y en particular al grupo de países amigos a continuar apoyando la búsqueda de la solución política al conflicto social y armado en nuestro país y a tomar distancia del coro guerrerista que en estos momentos se quiere imponer en Colombia con el pretexto de combatir el terrorismo.
12. Al pueblo colombiano le hacemos llegar nuestra voz de aliento para que continúe la lucha y la movilización de manera organizada por la solución de los problemas de desempleo, falta de educación, salud, vivienda y tierra para los campesinos. Por libertades políticas, democracia y soberanía nacional, por un nuevo gobierno que reconstruya y reconcilie la Nación.
13. Las Farc-EP seguirán manteniendo en alto las banderas ideológicas y políticas que han caracterizado su lucha durante más de 37 años por los intereses del pueblo así nuestros enemigos de clase nos den el calificativo que quieran.
Raúl Reyes, Joaquín Gómez, Carlos Antonio Losada, Simón Trinidad, Andrés París Montañas de Colombia, febrero 21 del 2002