
Agnodice de Atenas
Médica y ginecóloga del siglo -IV
por | 02/11/2016Inicio > Hª Filosofía > Bloque 1: Fª Antigua > Agnodice de Atenas
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Agnodice de Atenas, s. -IV, está considerada la primera mujer médica y ginecóloga.
- Silla de partos en la antigua Roma
En El legado de Hipatia, Margaret Alic nos dice que la historia de Agnodice la conocemos por una carta de Higinio, el historiador romano bibliotecario de Augusto, publicada en 1687 por Mrs. Cellier, una conocida comadrona inglesa.
Cierta doncella, llamada Agnodice deseaba aprender medicina y se cortó su cabello, vistiendo ropas de hombre entrando como discípulo de Hierófilo. Al terminar sus estudios de medicina, escuchó a una parturienta llorando y acudió en su ayuda. La mujer pensó que era un hombre y rehusó su ayuda, pero Agnodice se levantó sus ropas y le reveló que era una mujer, y ella le permitió tratarla. Cuando los médicos se dieron cuenta de que ninguna mujer quería sus servicios, acusaron a Agnodice de seducirlas y a las mujeres de fingirse enfermas para que Agnodice las visitara. En el juicio reveló su condición femenina, por lo que fue sentenciada a muerte. Entonces las mujeres de los líderes llegaron diciendo: “No sois nuestros esposos, sino nuestros enemigos ya que condenáis a la que nos trajo salud”. Entonces los atenienses cambiaron la ley permitiendo que las mujeres estudiaran medicina. (Fábula 274 del autor latino Higinio. Cfr. web Mujeres con ciencia Agnodice, Atenas 300 a.C.)
La historia de Agnodice contada por Higinio es recogida en el siglo XVIII por Benito Jerónimo Feijoo en sus Cartas eruditas y curiosas (1742-1760). Cfr. la carta XVII, nº 6, del volumen II.
- Agnodice
- Font: Wikimedia commons
Un suceso curioso, que refiere Higinio, muestra, no sólo la posibilidad, mas aun la facilidad de tomar esta providencia. Había en Atenas una ley, que prohibía a las mujeres todo ejercicio de la Medicina; de modo, que aun el uso del Arte Obstetricio les era vedado, lo que ocasionaba el gravísimo inconveniente de que muchas mujeres, demasiadamente sensibles al rubor de ser auxiliadas por los hombres en las angustias del puerperio, en ellas perdían miserablemente su vida, y la del feto. En esta constitución de cosas, una doncella llamada Agnodice, ya por condolida de esta calamidad de su sexo, ya por sentir en sí una vehemente inclinación a la Ciencia Médica, resolvió violar la ley; para cuyo efecto, vistiéndose de hombre, fue a ponerse en la Escuela de un Médico, llamado Hierófilo, de quien no era conocida. En efecto se instruyó muy bien en la Medicina; y con especialidad en el Arte de Obstetricar; lo cual logrado, se puso a ejercer su habilidad en Atenas, siempre disfrazada con el hábito de hombre, asistiendo a las mujeres, no sólo en los partos, mas en cualquiera dolencias, aunque declarándoles en secreto su sexo, por apartar el estorbo de su pudor. Los Médicos, a quienes Agnodice con la curación de las mujeres quitaba una considerable parte de sus ganancias, se conjuraron contra ella; y como estaban en la persuasión de que era hombre, la acusaron en el Areópago de ilícitas intimidades con el otro sexo; añadiendo, que muchas mujeres se quejaban de dolencias, que no padecían buscando este pretexto para lograr su torpe comercio, con el lampiño Mediquito. Compareció Agnodice en el Areópago, exhibiendo ante aquellos Jueces pruebas evidentes de su sexo. Derribada esta batería, en su ruina fundaron los Médicos otra, alegando contra Agnodice la ley, que prohíbe a las mujeres el uso de la Medicina. Pero sabedoras del caso las Damas Atenienses, intervinieron en la causa, e hicieron tanto, que lograron se abrogase aquella ley; con que quedó triunfante Agnodice, y se declaró a las mujeres el derecho de ejercer el Arte, que ella ejercía.
- Agnodice ante el Areópago
- Agnodice se levanta sus ropas para demostrar al tribunal que era una mujer
La médica inglesa Sophia Jex-Blake en Medical women: A thesis and a history, 1886 escribe [1]
estaba en peligro de ser condenada a muerte por transgredir la ley [...] oyendo lo cual, las mujeres nobles corrieron a presentarse ante los areopagitas, y estando la casa rodeada por la mayoría de las mujeres de la ciudad, las damas se presentaron frente a los jueces, y les dijeron que ya no los reconocerían como esposos y amigos, sino como crueles enemigos que condenaban a muerte a aquella que les había devuelto la salud, protestando que todas morirían con ella si era ejecutada.
La resistencia organizada funcionó. Agnodice fue liberada, se le permitió seguir ejerciendo, vestida y peinada como quisiera. Más tarde se cambió la ley: de ahí en adelante, la mujeres libres pudieron estudiar y ejercer la medicina, con tal de que sólo trataran a mujeres. [2]
Veamos el vídeo L’histoire d’Agnodice (Hagnodikè) l’une des premières femmes en médecine
O este otro vídeo:
Notas
[1] Citada por Margaret Alic en El legado de Hipatia, pág. 44
[2] Margaret Alic, El legado de Hipatia, pág. 44