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Platón. Teoría de las Ideas

Dualismo ontológico: cosas e Ideas.
La teoria de las ideas y la idea de Bien.

por filosofem,



La teoría de las ideas afirma la existencia de unas entidades inmateriales, absolutas, inmutables, perfectas, universales e independientes del mundo físico. Estas realidades son las ideas del mundo inteligible. Los objetos individuales de la experiencia sólo son entidades relativas, cambiantes y contingentes: sólo copias o imitaciones de la verdadera y única realidad. Consecuentemente, la teoría postula la existencia de dos mundos: por un lado, el mundo excelso y perenne de las ideas, por otro lado, el incompleto y huidizo mundo de las cosas. (Sacado de Filòpolis "Introducción a la Teoría de las Ideas de Platón")

 1. Teoría de las Ideas

En República, Platón se pregunta por el significado de la justicia y la naturaleza de la sociedad justa, y para contestar estos interrogantes formula una original teoría del conocimiento, ilustrada con el Mito de la caverna, en el que presenta los dos niveles de realidad:

  • El mundo de las cosas, de las apariencias, de las sombras, que se percibe con los sentidos. Este es el mundo de la materia, compuesto de objetos imperfectos y sujeto a continua mutación o cambio, creado por el Demiurgo a partir de la perfección de las ideas.
  • El mundo de las ideas, de la luz, totalmente inmaterial, al que se llega a través del camino del conocimiento. Es el mundo de las formas ideales, perfectas y universales.

El abstracto mundo de las ideas tiene su expresión en las palabras y los conceptos. Pero las ideas no sólo son conceptos más o menos generales que sirven para ordenar los diferentes sentidos de las palabras, sino que son, además, el fundamento y el modelo del mundo de las cosas. Así, las cosas son una copia imperfecta de las ideas.

Las ideas son internas y corresponden a los arquetipos, a la forma ideal que sirve de modelo para las cosas sensibles, que son sólo un reflejo ("sombras"). Las ideas se ordenan jerárquicamente, de forma que la idea suprema tiene la triple vertiente de bien, verdad y belleza y de ella emanan las otras ideas, como del sol proviene la luz. [1]

 2. Evolución de la Teoría de las Ideas en los diálogos de Platón

 2.1 Diálogos socráticos (etapa de juventud)

 2.1.1 ¿Qué son las Ideas?

En los primeros diálogos socráticos, la teoría de las Ideas trata de averiguar qué tienen en común las acciones humanas que calificamos de virtuosas, es decir, trata de encontrar una definición universal sobre la areté (excelencia, virtud). Una vez encontrada, la definición nos servirá de criterio o modelo para juzgar el valor moral de las acciones humanas

Amor
Amor

Los primeros diálogos de Platón interrogan sobre problemas filosóficos del tipo “¿qué es el valor?” o “¿qué es la belleza?” o “¿qué es la justicia?” En esta clase de preguntas ya está latente el germen de la teoría de las Ideas, puesto que hacer este tipo de preguntas es sobreentender que hay algo representado por una palabra, por ejemplo "justicia", y que es diferente de cualquier de las muchas personas o acciones que puedan ser denominadas correctamente justas.

Concretamente en el Libro I de República, después de enumerar varias concepciones socialmente aceptadas de justicia, Platón las rechaza porque lo que quiere saber es qué hace que una acción o clase de acciones pueda ser denominada "justa". Platón no busca una relación de acciones justas, sino un criterio para la inclusión o exclusión en dicha relación. Tampoco admite como definición las expresiones sinónimas, porque un equivalente verbal de una expresión cuyo significado tratamos de averiguar, no constituye una ayuda. Pues comprender un concepto, captar el significado de una expresión, es básicamente captar sus funciones, comprender qué se puede y qué no se puede hacer con ella y a través de ella. Aquí encontramos en germen la teoría que sostiene que a todo nombre común le corresponde una entidad única, a la que hacemos referencia en todos los usos del nombre.

El interés de Platón, en esta primera formulación de su teoría, no es establecer el estatuto ontológico de tal entidad. Su objetivo, igual que el de Sócrates, es práctico (ético-político): quiere saber qué es la areté , la justicia, etc. porque está interesado en reformar la vida moral ateniense sobre nuevos fundamentos. Y, como su maestro, pensaba que sólo a través del conocimiento de qué es la areté, la justicia, etc. podrán los hombres llegar a ser auténticamente excelentes.

 2.2 Diálogos de transición

 2.2.1 ¿Qué son las Ideas?

Así pues, el convencimiento de que nadie puede aplicar correctamente una palabra, si no dispone de una noción general sobre su significado (de aquí que Platón se interesara por la definición) y la admisión de la existencia de una clase especial de entidades, a las que denominó “Ideas”(eidos, idea), lo condujo a la doctrina metafísica de las Ideas.

El Cratilo ejerció un importante papel en el desarrollo de la ontología platónica. En este diálogo es donde más explícitamente se opone al relativismo epistemológico al presentar el estatus ontológico de las ideas:

"las cosas poseen un ser propio consistente [la Idea]. No tienen ni relación ni dependencia con nosotros ni se dejan arrastrar arriba y abajo por obra de nuestra imaginación, sino que son en sí y con relación a su propio ser conforme a su naturaleza." [386 d 8 - e 4]

Aquí, la Idea es el ser (ousia) de sus particulares, es decir, su naturaleza real, en cuánto opuesta a la naturaleza que le pueda adscribir la opinión humana. Platón marca, así, una clara oposición con la doctrina de Heráclito sobre el devenir universal. Platón acepta el movimiento de Heráclito para dar cuenta del mundo sensible, pero advierte que hay cosas que no están sujetas al cambio. Las cosas sensibles no son el objeto del conocimiento porque son mudables. Esta es la primera vez que aparece, de manera clara, el argumento que parte de la existencia del conocimiento para llegar a la existencia de objetos no sensibles e inmutables.

 2.2.2 Relación entre las ideas y las cosas

En este periodo la relación entre la Idea y aquello particular es considerada simplemente como la que se da entre lo universal y lo particular. En todos los diálogos de juventud, Platón considera que las Ideas son inmanentes a las cosas particulares. Están "presentes" en ellas; a su vez, los particulares las "poseen" o "participan" de ellas. Todavía no se tiene en cuenta que el particular es un imperfecto ejemplo de la Idea. La Idea de “Belleza” es "aquello idéntico que hace ser bellos los placeres de la vista y el oído, algo común que se encuentra en uno y otro conjuntamente y en cada uno de los dos separadamente"<

 2.3 Diálogos de madurez (etapa de madurez)

 2.3.1 ¿Qué son las Ideas?

En los diálogos de madurez, las Ideas son esencias [2] (ousía), es decir, aquello por lo que una cosa particular es lo que es. Por ejemplo, la Idea de la belleza es la Belleza en sí, aquello por lo que las cosas bellas son bellas. Ahora las Ideas no son un "carácter común" que está en las cosas. La novedad de este periodo es que las Ideas son entidades que tienen una existencia real e independiente: cada Idea es una sustancia [3] (ousía), algo que existe en sí como una realidad trascendente y no inmanente a las cosas. Y en cuanto que esencias, las Ideas disfrutan de las características del ser de Parménides; cada Idea es única, eterna e inmutable. El Fedón, con excepción del Banquete, es el primer lugar donde las Ideas aparecen, no como universales manifestados en los particulares, sino como ideales o modelos a los que las cosas individuales sólo se aproximan.

En general, cuando Platón hace referencia a las Ideas típicas, menciona valores morales o estéticos, categorías matemáticas o relaciones tal como tamaño e igualdad. Las Ideas de sustancias (tales como "animal en si") no son en ningún lugar importantes excepto en el Timeo. Si bien estaban implicadas en la teoría, puesto que esta sostiene que hay una Idea que corresponde a cada nombre común.

La trascendencia de las Ideas implica su existencia separa de las cosas particulares. En este sentido, la teoría supone una duplicación del mundo (Mundo Sensible y Mundo Inteligible) y la existencia de una separación entre ambos. En el Mundo Sensible rige el cambio continuo de Heráclito, el materialismo de Demócrito y el relativismo sofista. No es, por lo tanto, el objeto del conocimiento verdadero, sino de la opinión (dóxa). En el Mundo Inteligible rige la permanencia del Ser eleático, el formalismo pitagórico y el universalismo socrático. Es el verdadero objeto del conocimiento. Si reconsideramos la República globalmente, veremos un notable avance respecto a la primitiva formulación de la teoría de las Ideas. En esta última sólo se ofrecía una completa oposición entre el Mundo de las Ideas (eterno e inmutable) y el Mundo de las cosas individuales (temporal y cambiando). Ahora, aunque se mantiene esta oposición, se admiten grados ontológicos y epistemológicos en cada unol de los mundos (recordamos la Metáfora de la Línea).

MUNDO SENSIBLE MUNDO INTELIGIBLE
Grados de la realidad Imágenes (eikasia) de las cosas Las cosas (zoa) Entes Matemáticos (ta mathematikà) Ideas (arxai)
Grados del conocimiento Imaginación (eikasia) Creencia (pistis) Pensamiento discursivo (deducción) (dianoia) Intelección(intuición) (noesis)
OPINIÓN (doxa) CONOCIMIENTO, sabiduría, ciencia, (episteme)

 2.3.2 Relación entre las ideas y las cosas

Idea i particulars
Idea i particulars

Para verbalizar la relación de las cosas sensibles con las Ideas, Platón utiliza las palabras “parecido” o “imitación”, aunque conserva el término “participación”. Platón insiste en el hecho de que por razón de las Ideas, los particulares son lo que son: "es por la belleza por lo que todas las cosas bellas son bellas". Las Ideas son, pues, causa de las cosas o modelos de ellas. Ahora bien, como Platón introduce dos intermediarios entre el Mundo Sensible y el Mundo Inteligible (el alma y los entes matemáticos), lo que está presente en el particular no es la Idea, sino, más exactamente, una copia imperfecta de la Idea (los entes matemáticos). Por consiguiente el esquema completo es: Las Ideas están imperfectamente imitadas por cualidades (entes matemáticos) ejemplificadas en números y figuras que, a su vez, están imperfectamente imitadas por las cosas sensibles.

 2.3.3 Relaciones entre Ideas

Después de afirmar que una misma cosa particular puede participar de Ideas opuestas, Platón pasa a hablar de las relaciones entre Ideas.

Una Idea no puede ser caracterizada por una Idea opuesta: la grandeza no puede admitir la pequeñez y resultar distinta de lo que era.

Esta relación entre las Ideas le llevó a establecer una organización jerárquica del Mundo inteligible. Así lo hizo en República: primero la Idea de Bien, después las Ideas éticas y estéticas, finalmente las Ideas matemáticas. Platón afirmó, en el pasaje sobre el Sol y la Idea de Bien (libro VII de la República), que sólo se puede conocer perfectamente la justicia y las otras virtudes a la luz de "algo más grande que ellas". Este "sublime objeto de conocimiento es la Idea de Bien, que es la que, asociada a la justicia y a las otras virtudes, las hace útiles y beneficiosas". Lo que pretende transmitir Platón es, probablemente, que la esencia de cada una de las Ideas éticas y estéticas depende de la relación que tengan con la Idea de Bien. Esta concepción jerárquica la mantendrá en todos los diálogos, aunque la Idea suprema no es siempre la misma (así en el Banquete es la Belleza; en Parménides, el Uno; y en el Sofista, el Ser).

Por último, Platón nos dice en el Fedro, que la verdadera comprensión de una Idea genérica requiere que veamos, no sólo el grupo de Ideas específicas que comprende, sino también las precisas articulaciones que mantienen.

La intención de Platón, al formular la teoría de las Ideas, parece ampliarse. Además de la intención política (estrechamente relacionada con la intención moral): los gobernantes tienen que ser filósofos porque estos se comportan según ideales (las Ideas) trascendentes y universales, y no por su ambición personal; ahora también tiene una intención científica: el objeto del verdadero conocimiento (epistéme) sólo pueden ser las Ideas.

 2.4 Diálogos críticos (etapa de vejez)

Formes geomètriques
Formes geomètriques

En los diálogos críticos, Platón revisa la teoría de las Ideas a la vez que muestra interés por el eleatismo. Las objeciones están dirigidas a las siguientes cuestiones: ¿Qué tipos de Ideas hay? ¿Cuál es la relación entre las Ideas y los particulares? ¿Hay alguna relación entre las Ideas?

 2.4.1 ¿Qué tipos de Ideas hay?

En República, Platón dijo que hay una Idea que corresponde a cada nombre común. En relación con esta afirmación, en Parménides, se pregunta qué tipos de Ideas hay. El primer grupo de Ideas son las Ideas matemáticas: Parecido, Unidad, Pluralidad. El segundo grupo, las Ideas éticas y estéticas: Justicia, Belleza, Bondad, etc. En cuanto a las Ideas de especies biológicas y de los cuatro elementos (Ideas de hombre, fuego, agua y otros semblantes), duda de su existencia. Y duda mucho más de la existencia de Ideas de cosas tales como cabello, barro y suciedad, a las que tiene por subproductos de los procesos naturales, y no por partes de la naturaleza. Al final del pasaje, Platón expresar la convicción de que se podrían rechazar tales dudas y mantener el principio declarado en República.

 2.4.2 Relación entre las Ideas y las cosas

Otro aspecto objetable de la teoría es la relación entre las Ideas y los particulares. Parménides examina las principales objeciones a los conceptos "participación" y "imitación".

En cuanto a la "participación", Parménides pregunta si el particular participa de la Idea entera o de una parte. Para Sócrates el particular participa de la Idea entera. Pero Parménides argumenta que si la Idea entera estuviera presente en los individuos separados, estaría separada de sí misma. Pero, en realidad, no podemos decir que cada cosa particular grande es grande por contener una parte del Tamaño, menor que el “Tamaño en sí”. La solución está al comprender que la Idea no es una cosa, sino un atributo, por lo tanto no le podemos aplicar la distinción entero y parte.

El concepto "imitación" expresa que las Ideas son modelos establecidos en la naturaleza y los particulares son copias de ellas. Parménides objeta que si las cosas imitan a las Ideas es porque entre la clase de cosas bellas y la Idea de Belleza hay otra Idea a la que imitan. Y si la Idea de Belleza imita esta otra Idea es porque habrá otra Idea a la que imita, y así ad infinitum. Es el famoso "argumento del tercer hombre" expresado por Aristóteles.

La objeción de Parménides no fue contestada por Platón porque pensó que no ponía en peligro la teoría. En realidad, las objeciones de Parménides no socavan la teoría de las Ideas, pero sí el lenguaje empleado por Platón al formularla. Las expresiones "participar" e "imitar" son metáforas inadecuadas para expresar la relación de los particulares con una Idea, porque ambas consideran la Idea como sí fuera una cosa, y no la consideran como lo que es, una característica o atributo de las cosas. Sócrates sugiere que cada Idea es un pensamiento, que sólo se encuentra en las almas, de este modo salva su singularidad y se sustrae a la objeción que se ha hecho contra ella. Parménides ha hecho importantes críticas a la teoría de las Ideas, pero también admite que sin tener en cuenta tal teoría sería imposible el discurso.

 2.4.3 Interrelación entre las Ideas

En el Sofista se plantea el tema de la interrelación entre las Ideas (comunicación). Se trata de saber cómo una Idea puede predicarse de dos o más Ideas distintas. Platón sostuvo que, si bien ninguna Idea puede "mezclarse" con otra, en el sentido de identificarse con ella, hay Ideas (Ser, Identidad, Diferencia) que pueden predicarse de todas las Ideas. Hay parejas de Ideas en las cuales una se puede predicar de la otra; y hay otros, en las que ninguna de ellas puede predicarse de la otra.

El problema radica en la organización del sistema de las Ideas.

  • En primer lugar, Platón examina el enunciado "ninguna Idea puede combinarse con otra" y lo rechaza porque si las Ideas son reales, todas se combinan con la Idea de Existencia. Tampoco se puede afirmar que todas las Ideas se combinan entre si, porque con esto se admitiría, por ejemplo, que el movimiento está en reposo y el reposo en movimiento. Por tanto, lo que ocurre es que algunas Ideas se combinan entre sí y otras no.
  • Después se pregunta si ciertas clases (o Ideas) atraviesan todas las Ideas y las conectan, y si otras Ideas, que también las traspasan a todas, las separan.
    • Las Ideas unidoras son: Ser, Identidad y Diferencia, porque se predican de todas las Ideas y, simplemente por eso, las unen.
    • La Idea separadora más general es la Diferencia, que es predicable de todas las Ideas y a todas las separa en virtud de su naturaleza especial.
      La ciencia que descubre las Ideas unidoras y separadoras es la dialéctica, y su exponente es el auténtico filósofo. Dicho de otro modo, la filosofía consiste en el descubrimiento de la organización sistemática de las Ideas.
  • A continuación pasa a estudiar las Ideas grandes (el Ser, el Movimiento y el Reposo) con el objeto de descubrir la naturaleza de cada una de ellas y sus relaciones mutuas. De estas no se "mezclan" el Movimiento y el Reposo, mientras que el Ser se mezcla con ambas. Además cada una de las dos (Movimiento y Reposo) es diferente de la otra e idéntica a sí misma, por lo que tendremos que admitir otras dos Ideas grandes, la Identidad y la Diferencia. Así, las relaciones entre las Ideas grandes son:
    • Cada Idea es diferente de todas las otras.
    • Ser, Identidad y Diferencia son predicables entre si, y del Movimiento y del Reposo.
    • El Movimiento y el Reposo no son predicables entre si .
  • En cuanto al problema de la "nada”, Platón se opone a Parménides, porque con la frase "nunca de ninguna manera es posible que la nada sea" no decimos algo contrario a lo que existe, sino sólo algo diferente. Así pues, establece la Nada como una Idea entre las otras; si bien, no es una sexta "Idea grande" por ser simplemente la Diferencia con otro nombre.

Puede parecer que el resultado del examen que hace Platón sobre la comunicación de las Ideas es pobre: el descubrimiento de determinadas relaciones obvias entre cinco términos. Pero lo importante es que ha establecido el principio deque las Ideas forman un sistema.

Teoria de les Idees
Teoria de les Idees

Notas

[1Sacado del artículo "Platón" de la Viquièdia

[2o quiddidad, es decir, lo que tienen los seres de estable e inteligible; la naturaleza o rasgos que hacen que una cosa particular sea lo que es y no otra cosa.

[3Del latín "substantia", traducción del griego "ousía". En Aristóteles, el ser independiente del que se predican atributos. Descartes, aquello que no necesita de un otra cosa para existir. Según Hume no es más que un conjunto de ideas simples reunidas por la imaginación al que le asignamos un nombre con el que somos capaces de recordar este conjunto de ideas

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