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Núm. 4    estiu    2002     Sumari     <<<     >>>


El gran error histórico de Juan Gómez Casas

L.A.E.

Había conocido a Gómez Casas en un viaje clandestino que, desplazado desde París, hice a Valencia en 1964. Entonces estaba yo vinculado a la actividad del D.I. (Defensa Interior), organismo conspirativo creado en 1961 por las tres ramas: CNT, FAI y FIJL.

En las JJ.LL. se le conocía como Juanito, había sido detenido en 1948, cuando era Secretario General del Comité Peninsular de FIJL y todos habíamos seguido con gran interés su larga campaña penitenciaria, prolongada de casi 15 años, con sus informes sobre la situación de las cárceles, y sus artículos para "Nueva Senda" (órgano de la FIJL). Ya entonces despuntaba con la pluma, no sólo en la redacción de sus relatos, sino también con su capacidad analítica.

RelanzamientoCuando años más tarde, al inicio de la década de los años 70, estando yo preso, cayó en mis manos un texto titulado "El Manifiesto Libertario", escrito en 1969, por la temática abordada y por los análisis de la "discusión ideológica", en alta polémica con el marxismo, tuve la impresión de que en su redacción había participado algún compañero que pasó largos años de cárcel. No cesé en mi indagación hasta saber que el autor no podía ser otro que Juan Gómez Casas.

Mi intuición no era gratuita, la "discusión ideológica en las cárceles me había producido similares planteamientos que algunos temas aparecidos en el citado "Manifiesto" Libertario", firmado por el Grupo Anselmo Lorenzo de Madrid.

Posteriormente (estando aún en la cárcel) conocí otros textos del mismo Grupo, en los que con innegable clarividencia se adelantaba a los acontecimientos.

Uno de los aspectos que más me impresionó fue, en la época 1969-70 cuando supe por "circuito interno" que el citado Grupo no aceptaba convertirse en / Comité Nacional de la CNT. El argumento que esgrimían era irrefutable: los Comité nacionales sufrían una existencia media de 6 meses de vida, desde su constitución a su detención, designar nuevos Comités era, inevitablemente, hacer frente a nuevos desmantelamientos. La CNT podía, clandestinamente, coordinar sus relaciones a través de los Grupos conocidos, ¡sin necesidad de Comités!. En esa época existían nada menos que tres Comités Nacionales.

Esto me recordaba mi Manuscrito (aún hoy inédito) escrito en la cárcel en 1968, en el que abordaba el tema de la "vertebración orgánica" a través de la "opción de corriente", sin necesidad de estructuras.

La historia reciente de la CNT ha demostrado la clarividente visión de aquel Grupo Anselmo Lorenzo, en el que Gómez Casas centró, durante aquellos años, toda su aportación creativa, no sólo en la difusión de la idea, sino también en la profundidad analítica de las situaciones y los acontecimientos.

En efecto, Juan Gómez Casas demostró estar preparado para continuar las extraordinarias aportaciones de José Peirats, incluso con mayor precisión, pues los tiempos habían permitido, sobre todo en el terreno de la cultura, superar algunos complejos.

Juan Gómez Casas, otro autodidacta como Peirats, con el apoyo de sus afines, estaba preparado para convertirse en el principal, e imparcial, analítico del grave estancamiento actual que padecen la CNT y el Movimiento Libertario y hallar alternativas fieles a los principios de la idea.

Por su capacidad creativa Gómez Casas estaba preparado para esa alta misión.

Para lo que no estaba preparado era para cumplir una misión de "gestión orgánica", y aún menos tratándose de la Secretaría General del Comité Nacional. Aceptar dicha misión fue su "gran error histórico". La citada gestión estaba muy por debajo de su otra alta misión, como divulgador, historiador y teórico de la idea, para la que estaba altamente cualificado.

Secretario General puede ser un "Juan Pérez" cualquiera, para ser un Gómez Casas no.


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