Manfred Max-Neef

La economía descalza (fragmento)

 

Queremos compartir aquí, algunos fragmentos bien interesantes, en cuanto que cuestionan algunas de las “vacas sagradas” del pensamiento contemporáneo como lo son la historia y la economía. Es un resúmen, y como todo resúmen tiene algo de arbitrariedad en lo que se selecciona. De todos modos, para tener un pantallazo acerca de este aporte de un economista con una visión no economicista.

 

 

Historia, economía y algunas invisibilidades...

La historia es hecha por los historiadores y ningún acontecimiento se convierte en acontecimiento histórico, a menos que un historiador lo declare como tal. Un historiador inglés llamado E. Carr escribió en su ensayo “¿qué es la historia?”: “Se solía decir que los hechos hablan por sí mismos, lo que por cierto es falso. Los hechos sólo hablan cuando alguien los hace presentes. Es él quien decide a cuáles va a darles tribuna, y en qué órden, jerarquía y contexto”. Podemos decir que la historia sólo se refiere a un grupo de individuos; aquellos que toman las decisiones y que, a nombre del pueblo, deciden las condiciones bajo las cuales éste tiene que vivir.

Aunque cierta investigación histórica está tomando un carácter mas sociológico, por tradición la voz de la gente no ha sido escuchada ni su presencia sentida. Podríamos decir que en nuestras lecturas de la historia, han faltado aquellos que sembraron los campos, construyeron los caminos, los palacios, fortalezas, ciudades y casas. Todos los que pagaron impuestos, mantuvieron a clérigos, gobernantes y funcionarios, y sólo hemos tenido de ellos, visiones fugaces de aquí y de allá. Esta legión integra la fila de aquellos invisibles a los ojos de la Historia, y son paradójicamente, los que han hecho posible la historia visible que nos llega.

Así, la economía es diseñada por los economistas. Ningún acontecimiento es un acontecimiento económico, a menos que calce dentro de determinadas reglas establecidas por el economista. Como disciplina, la economía se ha convertido repentinamente en una de las materias mas importantes de la actualidad. No habría nada de malo en ello, si la importancia dada a dicha ciencia, correspondiera a su capacidad para interpretar y resolver los problemas que afectan a la humanidad. Pero no es el caso.

Sus abstracciones tales como PNB (Producto Nacional Bruto), sistemas de precios, tasas de crecimiento, movilidad de factores, acumulación de capital y otras muchas, aunque reconocidas como importantes, son selectivas y discriminatorias cuando se refieren a los seres humanos.

A través de estas abstracciones la ciencia económica, en vez de convertirse en una ciencia abierta, se convierte en una especie de “club exclusivo”. En realidad, el análisis económico sólo cubre a aquellos cuyas acciones y comportamientos están ajustados a lo que sus cuantificadores pueden medir. Por ejemplo el PNB, lo que puede medir son las actividades que se realizan a través del mercado, sin considerar si éstas son productivas, improductivas o destructivas. El resultado de estas limitaciones, es que las teorías económicas dominantes no asignan valor a las tareas que se realizan a nivel doméstico o de subsistencia. En otras palabras, estas teorías son incapaces de incluir a los sectores mas pobres del mundo y a la mayoría de las mujeres. Esto significa que mas de la mitad de la población mundial, resulta ser en términos económicos, estadísticamente invisible.

Los sectores “invisibles” para la Historia, son prácticamente los mismos que resultan “invisibles” para la Economía. Estos sectores son de una importancia crucial, y no es casual que durante tanto tiempo se los haya mantenido como ocultos...

...La crisis de “los fundamentos” que a principios del siglo XX derribó a gran parte de la matemática, la física y la mecánica clásicas, debería abocarse en este momento a derribar teorías económicas, filosóficas, políticas y sociales.