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COMISIÓN DE EXILIADOS ARGENTINOS MADRID

 


 

 

Escriben nuestros lectores

 

 

ESPAÑA

 

Dolor en la pública, sin dolor en la privada

 

 

"La consejería pide a los médicos del hospital Infanta Leonor, ubicado en el barrio de Vallecas, que adviertan a los pacientes de que las 'endoscopias se harán sin sedación'.Sólo podrán acceder a una anestesia si los usuarios optan por realizarse la prueba 'en algunos de los otros centros que se ofrecen', puede leerse en la comunicación" (Infolibre, 23.12.2013). Y esto mismo estaría pasando en el Hospital del Tajo.

La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid recurre a los métodos más retorcidos para que los enfermos pidan de rodillas por favor quiero que me atiendan en la privada. Como un ejército de termitas intenta destruir la sanidad pública. Ya no es universal ni gratuita, y deriva a la privada con el argumento de la lista de espera, y cuando el usuario se resiste lo ponen a la cola.

 Lo último es recurrir al dolor, ¿es tan costosa la anestesia? Puede que en cualquier momento los ascensores de los hospitales, simultáneamente, dejen de funcionar y veremos una multitud que trabajosamente sube por las escaleras. Tomó nota que las mareas siguen siendo mareas, y más ahora que las distintas mareas se confunden en las mismas calles, además, la Justicia no se lo pone fácil.

Los habitantes de Madrid ya podemos esperar cualquier cosa, no dejan de sorprendernos. Puede que le toque el turno a las parturientas. Las sagradas escrituras sentencian aquello de parirás con dolor, es dogma, y con los dogmas no se juega haya Francisco o no. Puede que Lasquetty esté estrechamente vinculado con algún teólogo, como su colega Gallardón, y el dictamen no puede ser otro: parirás con dolor, el dolor dignifica y el consejero podrá entonces con la conciencia tranquila hacer otro recorte.

 De todas maneras las parturientas tendrán la oportunidad de ir a la privada, vivimos en un país libre. Libres pero sin posibilidad de trabajar, de pagar la hipoteca o el alquiler, preocupados por la factura de la luz y del gas, y más cosas.

Héctor Anabitarte