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Por una YPF 100% pública y argentina, y por la recuperación de todos los recursos petroleros, gasíferos y minerales
En primer lugar y más allá de nuestra propuesta y el análisis de la medida instrumentada por el gobierno nacional, queremos expresar el más claro y contundente rechazo y repudio a la prepotencia del imperialismo europeo, encabezado por el gobierno español, y con el acompañamiento del imperialismo yanqui, expresado en múltiples manifestaciones de los más diversos actores, tanto conservadores como social demócratas, del mismo modo que la posición de todos los neoliberales vernáculos. No vamos a reiterar aquí todo lo sabido y dicho sobre el saqueo que significó Repsol en todos estos años para el patrimonio nacional.
En ese sentido, y con el cometido enunciado, apoyamos la recuperación del capital accionario de Repsol, que debe ser sin pago y sin asumir deuda privada alguna, actuando junto al conjunto de los movimientos populares para que esta medida sea efectivamente el principio de un proceso que culmine en el corto plazo con el traspaso del 100% de todos los recursos petroleros, gasíferos y minerales a manos del estado y con control de los trabajadores y los más diversos usuarios y organizaciones sociales, ambientales y políticas.
¿Por qué decimos por una YPF 100% pública y 100% argentina y la recuperación del 100% de los recursos petroleros, gasíferos y minerales en mano de todas las concesionarias?
Porque el proyecto de ley enviado al Congreso nacional propone la compra del 51% del capital accionario perteneciente a Repsol, que se quedará con un 6% del capital que tenía, mientras que un 25% seguirá en manos del grupo Petersen (Esquenazi) y el restante 18% fluctuará en la bolsa de valores.
Es decir, el Gobierno nacional y las provincias tendrán el control de la empresa que a su vez tiene sólo el 32% del mercado argentino. El restante 68% seguirá en manos extranjeras, desregulado como en los 90 y haciendo negocios al margen del Estado Nacional. Tal es el caso de Chevron, Petrobras, Total, Panamerican Energy, British Petroleum, Shell, Esso, amén de los nacionales, como Bulgheroni.
En ese marco, es importante establecer el “marco regulatorio del sector”, es decir que el Estado regule la exploración y explotación de los recursos petroleros (contemplando los derechos de la naturaleza y de las comunidades) para impedir que simplemente se abarate el precio de los combustibles, sin que se genere una estrategia energética opuesta a la existente. La recuperación de YPF no debe utilizarse para pagar el desbalance energético del conjunto del sector, donde continúan actuando las empresas petroleras mencionadas.
Como sostiene Claudio Katz: “Lejos de asemejarse al viejo modelo de compañía íntegramente estatal, la nueva YPF ha tomado la forma de una sociedad anónima, siguiendo un modelo de empresa mixta. Ello conspira contra el proyecto de reconstrucción energética.
Sin embargo, aún en dicho marco, esta medida puede ser el puntapié inicial para el inicio de un proceso firme de recuperación total de la riqueza petrolífera, gasífera y minera hoy en manos de las empresas concesionadas.”
Repudiamos enérgicamente el modelo de desarrollo que nos pretenden imponer las empresas transnacionales y los gobiernos de turno, que además de generar miseria, contaminación y despojo, avasalla y desarticula a decenas de comunidades indígenas y campesinas, negándoles el legítimo derecho a la autodeterminación sobre sus territorios.
Por lo tanto, la medida del Gobierno cobrará pleno sentido en el camino de la profundización del control público de los recursos hidrocarburíferos, y con este objetivo trabajaremos con el conjunto de las organizaciones populares.
Espacio de Humahuaca
Agrupación Domingo Menna Agrupación Kiki Lezcano Casa del Trabajador Agustín Tosco Corriente del Pueblo Movimiento Justicia y Libertad Movimiento Popular La Dignidad Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social (MULCS) Movimiento Tupaj Katari MTR 12 de Abril
La Plata, 22 de abril de 2012
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