BOLETÍN INFORMATIVO
Departamento de Derechos Humanos
de la Embajada de la República Argentina en España
Responsable: Consejero Carlos María Duhalde
25/04/2012
Reclaman 50 años de prisión para Videla y Bignone
por el robo de bebés
El fiscal federal Martín Niklison pidió las máximas penas
para los ex dictadores y Jorge “El Tigre” Acosta, ex jefe
del grupo de tareas de la ESMA. Argumentó que fueron los
máximos responsables de 34 casos de apropiación de niños.
El fiscal federal Martín Niklison pidió ayer 50 años de prisión
para los ex dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone
como los máximos responsables del Plan Sistemático de robo de
bebés. La misma pena pidió para los ex almirantes Oscar Franco y
Antonio Vañek y para Jorge “El Tigre” Acosta, ex jefe del grupo
de tareas de la ESMA.
La exposición del Ministerio Público Fiscal finalizó ayer, en su
séptimo día de alegatos, con el pedido de penas para los once
imputados por 34 casos de apropiación de niños durante la última
dictadura, entre ellos los nietos de la titular de Abuelas de
Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; de María Isabel “Chicha” de
Mariani; y del poeta Juan Gelman.
Además de reclamar la máxima pena del Código Penal para Videla,
Bignone, Acosta, Vañek y Franco, la fiscalía pidió 30 años para
el ex comandante de Institutos Militares, Santiago Omar Riveros;
25 años para el apropiador de la diputada Victoria Donda, el
prefecto Juan Antonio Azic; y para Víctor Gallo, quien se
apropió del nieto restituido Francisco Madariaga junto a su ex
esposa Susana Colombo, reclamó 14 años de prisión. También
exigió una pena de 19 años para el ex médico de la ESMA Jorge
Magnacco, quien atendía a las detenidas embarazadas en ese
centro clandestino, y 17 años para Eduardo Ruffo, ya condenado
por la apropiación de Carla Rutila Artes, por su participación
en el caso de Simón Gatti Méndez.
“Algún desprevenido podrá apiadarse de los acusados por su
ancianidad, pero debemos recordar que no son pobres ancianos,
sino que han envejecido impunes, guardando para ellos la
información que ayudaría a las víctimas a encontrarse con la
verdad”, señaló el representante del Ministerio Público al mirar
a los represores y ex jerarcas de la dictadura, quienes
escuchaban sentados en la Sala AMIA de Comodoro Py. “No merecen
ninguna indulgencia. Ni en el epílogo de sus vidas se percibe en
ellos un atisbo de intentar mitigar el dolor que causaron, por
el contrario reivindican sus crímenes y los ratifican con su
silencio permanente.”
Niklison se refirió varias veces a la falta de arrepentimiento y
al silencio de los imputados, hechos que consideró como
agravantes ya que permitieron perpetuar estos delitos. En ese
sentido, el fiscal pidió al Tribunal Oral Federal 6 que tenga en
cuenta al momento de fijar la pena “que a estos hombres nunca
les importó el suplicio a que sometían –y siguen sometiendo en
muchos casos– a los familiares que buscaban a esos niños y los
largos años de duración de sus crímenes.”