Los destinatarios del golpe

 

Hoy 24  de marzo organizamos el acto con el  que recordamos la institucionalización de la sangrienta represión iniciada  ya antes del golpe cívico-militar de 1976.

 

 Esa represión dirigida por los poderes económicos fue realizada al principio por civiles y fuerzas militares encubiertas y luego directamente por las fuerzas armadas con las directivas "técnicas" de la Escuela de las Américas (hoy llamada "Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad").

 

No debemos exculpar a amplios sectores obsecuentes de la ciudadanía argentina que, en defensa de sus privilegios de clase colaboraron entonces con el golpe: con su indiferencia, con delaciones, incluso desde la prensa y la justicia, y aún hoy, con el olvido.

 

 El estado argentino está hoy enjuiciando a los represores, gracias al esfuerzo militante de Madres, Abuelas y otras organizaciones de DDHH junto con el reclamo popular y la firmeza de Nestor Kirchner primero y de Cristina Fernández luego.

 

Hoy  queremos y debemos ir más allá   recordando que los principales destinatarios de la represión fueron los trabajadores y sus formas organizativas, desarrolladas en fábricas y centros de trabajo. Tengamos presente que de los 30.000 desaparecidos, el 55% eran activistas y/o dirigentes sindicales combativos.

 

  Luego del golpe sus instigadores se encaramaron a la cima del poder económico con el objetivo de volver a una argentina oligárquica agroexportadora, donde solamente tendrían cabida  unos pocos millones de argentinos, condenando a la miseria o a la expulsión al resto de los ciudadanos.

 

 El argumento de liquidar la guerrilla (ya diezmada en 1976 o infiltrada) fue la excusa para ocultar el verdadero objetivo del golpe cívico-militar: exterminar todo vestigio de organización obrera y popular que se estaba gestando.

 

 Este exterminio era imprescindible para poder alcanzar  los mismos objetivos planteados en la masacre de junio de 1955 y  posterior golpe militar de septiembre de ese año.  Excluir a la mayoría del pueblo en nombre de la “democracia”

 

Los objetivos del golpe cívico militar del 76  fueron los mismos que los del golpe del 55

 

·         Erradicar y proscribir la identidad política de las mayorías

·         Imposibilitar la asociación sindical.

·         Entregar a manos extranjeras el control de la riqueza del país

·         Liquidar las industrias

·         Volver a ser un país exclusivamente agroexportador dirigido por la oligarquía

·         Obstaculizar la unión americana (aspiración de nuestros próceres de la independencia)

 

Hoy los juicios a los represores siguen adelante, y como país se ha logrado avanzar en el terreno económico y social,  sin embargo debemos mantener la guardia alta ya que casos como la desaparición del compañero Julio López, nos muestra que todavía están activos los que impulsaron el golpe en su momento, y que hoy quieren con esta desaparición o con el asesinato de la compañera Suppo mostrarnos que seguimos “vigilados” y que solo esperan la oportunidad para hacerse con el poder (como nos lo recuerda el propio Videla en las páginas de un semanario español).

 

Esperamos que la organización popular, las formas democráticas de participación ciudadana  y fundamentalmente el poder que significa la organización de los trabajadores desde sus puestos de trabajos se desarrollen y consoliden avanzando hacia el objetivo de una democracia social participativa

 

Madrid, 24 de Marzo de 2012