HUGO DE SANCTIS: “La música del pueblo no se borra nunca.”


Hace exactamente un mes, el 21 de abril, fallecía en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, un gran poeta y artista multidisciplinario: Hugo De Sanctis (nacido Hugo Pérez De Sanctis, en 1939 , provincia de San Juan, República Argentina ). La penosa noticia de esta inmensa pérdida, nos las hizo llegar por correo electrónico, su discípulo y consecuente amigo del Maestro en estos últimos años, Rodrigo Lemos.

  La vida de esta inigualable persona que fue De Sanctis, no es sencilla de condensar: poeta, compositor, músico, intérprete de sus propias canciones y  del folclore latinoamericano, recopilador y difusor de expresiones populares, pintor, escultor, viajero y explorador del mundo y, sustancialmente, un liberador que procuraba su liberación, para conseguir con ello la ansiada libertad de nuestros pueblos.

En las sentidas condolencias que intercambiamos con Rodrigo, él apuntó:
“Es un dolor que no tiene consuelo. Comparto contigo la visión de este Grande Artista… Pero para no catalogarlo, diría Ser Humano, que luchó por los más altos ideales de justicia y libertad hasta el final, y con la espada del discernimiento interno y con el escudo de la más alta moral.”

Nos conocimos hacia mediados de 1972, cuando en Buenos Aires organizábamos e impulsábamos una experiencia colectiva entre poetas, músicos, cantores y bailarines: Canto Popular Urbano. Hugo traía y aportaba mucho de sus travesías peregrinas, pero era de carácter inquieto, ávido, revulsivo, y eso dificultaba su inserción en un grupo programático, desarrollado a expensas de alguna disciplina y un proyecto de porvenir. Se generó, sin embargo, una fuerte amistad fraternal que perdura hasta estos días.

En él todo era búsqueda incesante, transformación imprevista, urgencia que rozaba la exasperación: algo no andaba bien en la sociedad en que vivíamos y no éramos ni mucho menos los culpables y sí las víctimas de aquella situación contradictoria y extrema.

En El “Diario de Cuyo” (1), la Profesora María del Carmen Reverendo, quien le conoció y trató como discípulo, escribe: “Digo como diría él: “Le perdí el rastro y quedó donde la vida se cruzó con la muerte.” Pérez De Sanctis era un ser excepcional, nacido para gestar novedades, creaciones, con una inteligencia singular.”.

Hugo musicalizó varios poemas de otro sanjuanino inmenso, el poeta Jorge Leónidas Escudero, colaborando estrechamente en la grabación de temas de autores anónimos, con la folclorista Leda Valladares (quien junto a María Elena Walsh, formó en las décadas del 50 y 60, el célebre dúo de canción tradicional Leda y María). (2)


Hacia 1974, y arrastrado por una intensa marejada de fracasos sentimentales, económicos y artísticos, decide retornar a su provincia natal. De allí en adelante, ya nada sabremos de él: en el exilio, no he dejado de preguntar a cada sanjuanino que encontraba (entre ellos al Maestro Justo Barboza),  si tenían noticias de Hugo: nadie sabía dónde andaría el paisano.

En el 2008, Google me deparó un hallazgo formidable: nuestro compañero había publicado un libro premiado en México! (3) El premio era de los más notables de aquel país y de América Latina: el “Aguascalientes”. Contacté con la editorial, quien en pocos días me hizo llegar varios ejemplares de “Canción  al prójimo”, tal era el título de la obra. No tenían, sin embargo, señales concretas para ubicar al poeta nómada.

El prólogo escrito ponderadamente por Benjamín Valdivia, no tiene desperdicio: es una pieza que va de asombro en asombro y la travesía laberíntica de Hugo, su poética y las propias vicisitudes del libro, tornan a ser una de las tantas formas fuera de serie de la vida creativa del amigo. Léanlo y después nos cuentan!  En uno de esos párrafos, Valdivia con autoridad, sostiene: “…y, por otra parte, se haga justicia a los lectores, a los que se había privado de esta obra fundamental de la poesía latinoamericana de nuestro tiempo, sólo equiparable, aunque en otra dirección, al Canto General de Neruda.” Algo así como, si Neruda basa su poética en un discurso apegado al materialismo dialéctico e histórico, De Sanctis es recorrido por el neurálgico hilo rojo de una prédica protocristológica y mesiánica.

Para nuestra fortuna, pudimos hablar por teléfono con el Maestro, quien descansaba en una finca de Mendoza: nos leyó varios sonetos de gran factura y dedicados a personalidades descollantes de la cultura universal: eclecticismo nada neutral el suyo, sino una forma de fusionar originalidades productivas para el enriquecimiento humano. (Nota de CEAM: ver soneto dedicado a Miguel Hernández)

Publicamos el prólogo de Valdivia, unos poemas y sonetos en las Revistas On Line I POETI NOMADI e Isla Negra (4). Sin embargo, su muerte nos tomó por sorpresa: un desenlace tan inesperado como indeseado. Había partido definitivamente un hombre que produjo encuentros y estos, resultados que serían mezclados en una forja de Historia, Poesía y Canto humano: “La música de otras clases se borra.// La música del pueblo no se borra nunca.”

Querid@s companier@s: salgan al encuentro del que ya no está! Y si por un prodigio nada excepcional, dieran con sus versos (es decir: con su vida ), no nos lo agradezcan a nosotros, sino al generoso pueblo magnánimo que le dio
sustancia. Y un adiós como lo escribiría Hugo: “Tú no te rindes nunca, y donde quieras que estés // recibirás esta noticia, hermano mío…”

Hugo De Sanctis junto a su compañera y Rodrigo Lemos


Martín “Poni” Micharvegas
Madrid / 3540NE
(21. 05. 2011 d. C.)



Notas:
(1) Diario de Cuyo. Cartas del lector. San Juan, 15 Mayo 2011
(2) Blog La Mala Pata: Músicas folclóricas argentinas anónimas: Leda Valladares y Hugo Pérez de Sanctis
(3) CANCIÓN AL PRÓJIMO: Travesías y conmemoraciones ( 1963-1983 ),
Hugo De Sanctis. Premio de Poesía Aguascalientes. Prólogo: Benjamín Valdivia. Editorial Azafrán y Cinabrio. Guanajuanto, México, 2006
(4) I POETI NOMADI:
www.ipoetinomadi.com (Ver: Los Poetas // picar letra D )
Revista Isla Negra: www.revistaislanegra.blogspot.es


 

MIGUEL HERNANDEZ

 

 

“Adiós hermanos, camaradas, amigos,

despedidme del sol y de los trigos…”

 

            Miguel Hernández, último poema.

 

 

Por causa del dolor y la incongruencia

de este mundo en tu ruta abandonado,

fuiste Miguel Hernández conformado

a ser la integridad de la existencia.

 

Pues por mucho que busque en tu inocencia

al pastor terrenal o al toro alado,

tu sueño elemental nunca ha cambiado,

y me mueve a fundirme en tu conciencia.

 

Tu muerte en la prisión es la experiencia,

dolorosa de un Todo inexplicado

que en mi soneto traigo a tu presencia.

 

“El rayo que no cesa” es la evidencia,

del antiguo trigal que no ha cesado

en su canto de amor para tu ausencia.

 

 

 

 

 

Nota de CEAM:  ENLACES DE INTERÉS

http://www.ipoetinomadi.com/hugo_de_sanctis.htm

http://www.cancioneros.com/aa/862/0/canciones-de-hugo-de-sanctis