HUGO
DE SANCTIS: “La música del pueblo no se borra nunca.”
La vida de esta inigualable persona que fue De Sanctis, no es sencilla de condensar: poeta, compositor, músico, intérprete de sus propias canciones y del folclore latinoamericano, recopilador y difusor de expresiones populares, pintor, escultor, viajero y explorador del mundo y, sustancialmente, un liberador que procuraba su liberación, para conseguir con ello la ansiada libertad de nuestros pueblos.
En las sentidas condolencias que intercambiamos con Rodrigo, él
apuntó: Nos conocimos hacia mediados de 1972, cuando en Buenos Aires organizábamos e impulsábamos una experiencia colectiva entre poetas, músicos, cantores y bailarines: Canto Popular Urbano. Hugo traía y aportaba mucho de sus travesías peregrinas, pero era de carácter inquieto, ávido, revulsivo, y eso dificultaba su inserción en un grupo programático, desarrollado a expensas de alguna disciplina y un proyecto de porvenir. Se generó, sin embargo, una fuerte amistad fraternal que perdura hasta estos días. En él todo era búsqueda incesante, transformación imprevista, urgencia que rozaba la exasperación: algo no andaba bien en la sociedad en que vivíamos y no éramos ni mucho menos los culpables y sí las víctimas de aquella situación contradictoria y extrema. En El “Diario de Cuyo” (1), la Profesora María del Carmen Reverendo, quien le conoció y trató como discípulo, escribe: “Digo como diría él: “Le perdí el rastro y quedó donde la vida se cruzó con la muerte.” Pérez De Sanctis era un ser excepcional, nacido para gestar novedades, creaciones, con una inteligencia singular.”. Hugo musicalizó varios poemas de otro sanjuanino inmenso, el poeta Jorge Leónidas Escudero, colaborando estrechamente en la grabación de temas de autores anónimos, con la folclorista Leda Valladares (quien junto a María Elena Walsh, formó en las décadas del 50 y 60, el célebre dúo de canción tradicional Leda y María). (2)
En el 2008, Google me deparó un hallazgo formidable: nuestro compañero había publicado un libro premiado en México! (3) El premio era de los más notables de aquel país y de América Latina: el “Aguascalientes”. Contacté con la editorial, quien en pocos días me hizo llegar varios ejemplares de “Canción al prójimo”, tal era el título de la obra. No tenían, sin embargo, señales concretas para ubicar al poeta nómada. El prólogo escrito ponderadamente por Benjamín Valdivia, no tiene desperdicio: es una pieza que va de asombro en asombro y la travesía laberíntica de Hugo, su poética y las propias vicisitudes del libro, tornan a ser una de las tantas formas fuera de serie de la vida creativa del amigo. Léanlo y después nos cuentan! En uno de esos párrafos, Valdivia con autoridad, sostiene: “…y, por otra parte, se haga justicia a los lectores, a los que se había privado de esta obra fundamental de la poesía latinoamericana de nuestro tiempo, sólo equiparable, aunque en otra dirección, al Canto General de Neruda.” Algo así como, si Neruda basa su poética en un discurso apegado al materialismo dialéctico e histórico, De Sanctis es recorrido por el neurálgico hilo rojo de una prédica protocristológica y mesiánica. Para nuestra fortuna, pudimos hablar por teléfono con el Maestro, quien descansaba en una finca de Mendoza: nos leyó varios sonetos de gran factura y dedicados a personalidades descollantes de la cultura universal: eclecticismo nada neutral el suyo, sino una forma de fusionar originalidades productivas para el enriquecimiento humano. (Nota de CEAM: ver soneto dedicado a Miguel Hernández) Publicamos el prólogo de Valdivia, unos poemas y sonetos en las Revistas On Line I POETI NOMADI e Isla Negra (4). Sin embargo, su muerte nos tomó por sorpresa: un desenlace tan inesperado como indeseado. Había partido definitivamente un hombre que produjo encuentros y estos, resultados que serían mezclados en una forja de Historia, Poesía y Canto humano: “La música de otras clases se borra.// La música del pueblo no se borra nunca.”
Querid@s companier@s: salgan al encuentro del que ya no está! Y si
por un prodigio nada excepcional, dieran con sus versos (es decir:
con su vida ), no nos lo agradezcan a nosotros, sino al generoso
pueblo magnánimo que le dio
Hugo De Sanctis junto a su compañera y Rodrigo Lemos
Nota de CEAM: ENLACES DE INTERÉS http://www.ipoetinomadi.com/hugo_de_sanctis.htm http://www.cancioneros.com/aa/862/0/canciones-de-hugo-de-sanctis
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