Si bien aplaudimos el significado de la nueva placa, en donde se alude al terrorismo de estado que entronizó la primera placa, dudamos de que tal proceder sea el más aconsejable. La memoria se basa en hacer presente las diferencias.

Pensamos que retirar una placa de la infamia, un símbolo o un retrato del caudillo criminal, propende objetivamente a su exculpación mediante la omisión del significante que lo alude. Pensamos que tales acciones componen y suman los métodos que ayudan al olvido. Cuando un criminal es representado no se debe esconder la mancha de sangre de sus manos.

Hacer desaparecer su huella nefasta, aunque lo dejemos escrito en una nueva placa, aboliendo su imagen, acabamos distrayendo de la carga fatal que significó su aparición en la historia.

Quitando esas imágenes que alegorizaban su presencia autoritaria, acabamos favoreciéndoles, tanto a ellos como a los de su clase. Desmaterializamos los símbolos de su maquinaria brutal.

¿A qué dejar que pasen inadvertidos? ¿Por qué abolir la emergencia real y simbólica del torturador, con su atroz maquinaria de secuestrador, de violador, de ladrón de niños? ¿Con sus emblemas “patrióticos” de usurpadores de la patria?

Entendemos que no es nada simpática su presencia, pero están gravitando en nuestra historia. Que olviden los que prefieran olvidar. Que se inventen una historia según sus necesidades. Allá ellos. Nosotros, los argentinos exiliados en Madrid no queremos confundirnos, nuestro pasado reciente no fue balsámico. Mientras vivamos lo tendremos presente.

Pero vamos a lo práctico, no cuesta mucho remarcar a fuego esa simbología del proceso. Sobre sus retratos y sobre sus símbolos remarquemos a fuego, soldemos con duras letras de bronce la lista de sus crímenes. No fomentemos la banal lucha de alegorías, que son primores. Reivindiquemos el pensamiento y la acción. Descarguemos alquitrán, soldemos palabras de justicia. No les olvidemos, que no se hagan humo, no hagamos un borrón con su bestial presencia.

                                                                            Comisión de Exiliados Argentinos en Madrid   15/06/2011

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