Adiós a un intelectual
Murió Nicolás Casullo
9/10/08 (reproducida de Página12)
Nicolás Casullo,
que falleció hoy a los 64 años, fue artífice de una obra en la que se
dedicó a repensar la función del lenguaje y las palabras además de
desarrollar una crítica cultural que cuestionó los paradigmas dominantes
de la sociedad contemporánea. A continuación, algunas de sus opiniones,
publicadas por este diario:
- La carta robada
- La política en manos de la oposición mediática
- Empecemos a discutir la derecha
Casullo dedicó gran parte de su obra a cuestionar las
investigaciones académicas acotadas, rutinarias y seriales
Militante de la
palabra, intelectual ligado al reciente grupo Carta Abierta, que
defendió los postulados del gobierno de Cristina Kirchner frente al
conflicto con el campo, Casullo tuvo un compromiso social y político
durante la época de los 70 que lo condujo al exilio. Un compromiso que
prosiguió a su regreso al país siempre a través de la discusión, las
clases y sus escritos.
En su ultimo libro 'Las cuestiones'
(2007), 'Casullo aborda el tema de la violencia a partir de una carta
del filósofo Oscar del Barco que golpeó mucho entre la intelectualidad
porque planteaba el 'no mataras' como eje de la discusión, un tema que
el retoma y desarrolla aún más', recordó hoy el filósofo José Pablo
Feinmann.
Este investigador y académico, ganador
del Premio Konex 2004 al Ensayo Filosófico, fue un defensor de lo que
denominaba la 'crítica de la sospecha' o la 'crítica radical' encarnada
por Jean-Jacques Rousseau, Karl Marx, Sigmund Freud, Friedrich
Nietzsche, György Lukács, Karl Kraus, Theodor Adorno, la Escuela de
Frankfurt y gran parte del romanticismo.
Profesor titular e investigador en la
Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de Quilmes de las
cátedras 'Historia de las ideas modernas', e 'Historia del arte';
Casullo dedicó gran parte de su obra a cuestionar las investigaciones
académicas acotadas, rutinarias y seriales que, a su criterio,
determinaban 'la vejez de las antiguas posturas'.
Sus numerosos ensayos están centrados
en recuperar la memoria, historia y trayectoria de la lógica social,
ideológica y política para reponer una crítica cultural que no sólo
impulse estudios parciales, sino que cuestione los fundamentos de una
sociedad contemporánea globalizada y trasnacionalizada.
Entre éstos se encuentran
'Comunicación, la democracia difícil' de 1985; 'El debate
modernidad-posmodernidad', publicado en 1989; 'Viena del 900, la
remoción de lo moderno', editado en 1990; e 'Itinerarios de la
modernidad', de 1994.
También fue autor de los ensayos
'París 68, las escrituras y el olvido' (1998); 'Modernidad y cultura
crítica' (1998); 'Sobre la marcha: política y cultura en la Argentina'
(2004); y 'Pensar entre épocas' (2004).
Casullo -quien se desempeñó como
Director de la Maestría de Comunicación y Cultura de la UBA y fue
miembro de la Comisión de Doctorado de la Facultad de Ciencias Sociales-
dirigió la revista 'Pensamiento de los Confines'. Esta revista, lanzada
en 2006, contó con la colaboración de amigos y colegas, entre otros,
Alejandro Kauffman, Matías Bruera, Ricardo Forster, Héctor Schmucler,
Oscar del Barco, Gregorio Kaminsky, Eduardo Gruner y Damián Tabarovsky.
Se trató de una publicación de
pensamiento contestatario, que buscaba reponer una mirada crítica,
profunda y radicalizada sobre la sociedad actual, que reunía, entre
otros textos de Thomas Mann, Gilles Deleuze, Samuel Beckett, Franco
Rella y Nicolás Rosa.
Este académico escribió en 1969 su
primer novela, titulada 'Para hacer el amor en los parques'; tras lo
cual le siguieron otras dos; 'El frutero de los ojos radiantes' en 1984
y 'La cátedra', en 2000.
Quien fuera profesor de Estética,
Historia de las Ideas e Historia del Arte en la UBA también apostó en
sus trabajos a recuperar la escritura como momento de investigación y de
iluminación.
Investigador incansable e
inconformista, expresó en sus obras su rechazo y disgusto respecto de
cómo se presenta y cómo se discute en la actualidad la condición social,
histórica y humana.
Su espíritu inquieto, como lo calificó
Feinmann, se extrañara en esas aulas universitarias que Casullo llenó de
compromiso y conocimiento, una ausencia que se empezará a presentir
desde hoy cuando sus alumnos concurran a la Biblioteca Nacional a
despedir al querido maestro.
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