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CONVENCIÓN-DESAPARICIONES Argentina protagonista en firma de la Convención contra Desapariciones
París, 6 feb (EFE).- Argentina fue hoy uno de los países protagonistas de la ceremonia de firma de la Convención contra las Desapariciones Forzadas, que tuvo lugar en París y que fue suscrita por 57 Estados.
Aparte del acto concreto de la firma, en la ceremonia tomaron la palabra la presidenta de la Asociación Madres de la Plaza de Mayo, Marta Vázquez Ocampo y la senadora argentina y "primera dama" de ese país, Cristina Fernández de Kirchner.
Junto a otras personalidades, ambas intervinieron para subrayar la importancia del nuevo texto, que es un instrumento legal contra el abuso de poder de los Estados y para proteger a las personas de las desapariciones forzadas.
El momento más emotivo del acto fue cuando Marta Vázquez Ocampo, tocada con el tradicional pañuelo blanco, dio las gracias "en nombre de todas las víctimas de las desapariciones".
Vázquez Ocampo dijo que esta Convención pone término a veinticinco años de esfuerzos y negociaciones para alcanzar un acuerdo.
A su juicio, el texto consagra los esfuerzos en favor de la verdad y la justicia y reconoce los esfuerzos de sus compañeras, que nunca invocaron "ni la venganza ni la violencia".
"Por la verdad y la justicia", clamó la presidenta de las "Madres", quien recordó el dramático destino de muchos jóvenes de su país durante la dictadura militar.
Por su parte, Cristina Fernández elogió la labor de las mujeres de la Plaza de Mayo y manifestó que su país fue "un laboratorio de las prácticas del terrorismo de Estado para implantar un modelo político, social y económico de exclusión".
Admitió que Argentina tiene un "protagonismo triste" en el fenómeno de las desapariciones forzadas, un tipo de acción seguida en muchos casos de las torturas físicas, pero también psicológicas para las víctimas y sus familiares, que viven en la incertidumbre sobre el paradero de sus seres queridos.
"Es un gran día para la condición humana", dijo la senadora Fernández de Kirchner, quien calificó a las madres y abuelas de la Plaza de Mayo de "memoria viviente" de una época difícil de su país.
Recordó que hace unos meses desapareció Jorge Julio López, un testigo de cargo en un proceso contra un jefe policial presuntamente implicado en torturas y desapariciones durante la dictadura.
Ante la "desazón" que causan ese tipo de acciones la mejor solución, según la "primera dama" argentina, es la política que sigue su Gobierno, que quiere dejar claro que se han de celebrar todos los juicios contra presuntos torturadores, para que no encuentren impunidad.
La Convención firmada hoy en París define las desapariciones forzadas como las detenciones secretas y la privación de libertad en sitios que no estén oficialmente reconocidos y controlados y las considera un crimen contra la Humanidad. EFE
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 Firman Convención que equipara desaparición forzada y crimen lesa humanidad
París, 6 feb (EFE).- Representantes de medio centenar de Estados firmaron hoy en París una Convención contra las Desapariciones Forzadas, una norma que eleva a categoría de crimen contra la humanidad las detenciones secretas y la privación de libertad en sitios que no estén oficialmente reconocidos y controlados.
El Ministerio francés de Asuntos Exteriores fue hoy la sede de la firma de ese documento, que empezó a negociarse hace un cuarto de siglo y que fue aprobado en diciembre pasado por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La Convención establece como derecho absoluto el que nadie sea sometido a una desaparición forzada y define ésta como cualquier tipo de arresto, detención, secuestro u otra forma de privación de libertad de una persona por parte de funcionarios de un Estado o de particulares pero con apoyo estatal.
Cuando el texto entre en vigor, los países de la ONU deberán tomar medidas adecuadas para investigar los casos de desaparición y reformar sus legislaciones para que la práctica sea tipificada como un delito criminal.
Está previsto que se cree una comisión internacional integrada por diez personas cuya labor será hacer un seguimiento de la aplicación de la Convención en los diferentes países.
La ratificación de al menos una veintena de países hará efectiva la entrada en vigor de este documento, que cuenta con 45 artículos.
Uno de los salones de ceremonias del Ministerio de Exteriores francés acogió ese acto, al que asistieron, entre otros, la responsable de la Alta Comisaría para los Derechos del Hombre de la ONU, Louise Arbour; el fiscal del Tribunal Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo; el presidente de la Cruz Roja Internacional (CICR), Jakob Kellenberger, así como representantes de organizaciones de derechos humanos, ministros y embajadores de medio centenar de países.
La presidente de la Asociación Madres de la Plaza de Mayo, Marta Vázquez Ocampo y la senadora argentina y "primera dama" de ese país, Cristina Fernández de Kirchner, estuvieron presentes asimismo.
Antes de la firma tomaron la palabra algunas personalidades, entre las cuales la nota más emotiva la puso Marta Vázquez Ocampo, quien dio las gracias "en nombre de todas las víctimas de las desapariciones".
Con el pañuelo blanco en la cabeza que distingue a las luchadoras de la Plaza de Mayo de Buenos Aires, Vázquez Ocampo dijo que esta Convención consagra los esfuerzos en favor de la verdad y la justicia y reconoce los esfuerzos de sus compañeras, que nunca invocaron "ni la venganza ni la violencia".
Cristina Fernández elogió la labor de las mujeres de la Plaza de Mayo y aseguró que su país fue "un laboratorio de las prácticas del terrorismo de Estado para implantar un modelo político, social y económico de exclusión".
Arbour y Kellenberger coincidieron en pedir a los Estados que se esfuercen en ratificar a nivel nacional la Convención lo más rápidamente posible para que pueda entrar en vigor y acabar así con cualquier sentimiento de impunidad.
El responsable del CICR puso énfasis en que los seres humanos requieren protecciones jurídicas y dijo que las desapariciones forzadas son una violación del derecho de las propias víctimas y de sus familiares.
Por su parte, la comisaria de derechos humanos de la ONU afirmó que la Convención reconoce que todas las víctimas y sus familiares podrán "saber la verdad" y advirtió a los Estados, sin mencionar expresamente a alguno, que recurren a los centros de detención ilegales.
Las dictaduras en Latinoamérica de los años 70, que recurrieron a las desapariciones forzadas, fueron uno de los factores principales para impulsar el debate sobre la necesidad de crear un texto internacional como el suscrito hoy en París.
No obstante, el fenómeno persiste y un grupo de trabajo de la ONU estableció que en 2005 se habían producido 535 nuevos casos de desapariciones forzadas en veintidós países, mientras 41.000 siguen sin aclarar.
Entre los países firmantes hoy figuran Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Uruguay, Marruecos y Túnez.