Comisión de Exiliados Argentinos ->Madrid

Laberintos de la Memoria

Por Carlos Mamonde.

A las siete de la mañana del pasado día dos de agosto, el Subsecretario de Derechos Humanos de La Rioja, Domingo Bordón, y el Fiscal Gastón Mercado Luna, practicaron un allanamiento en la  cárcel de La Rioja, encontrando una serie de cuadernos y archivos que testifican  la entrada y salida de prisioneros, incidencias, interrogatorios (torturas), visitas del capellán del ejército y él médico tras los malos tratos y otras minuciosas sevicias practicadas contra un grupo de riojanos secuestrados el día del golpe videlista del 24 de marzo de 1976. En los cuadernos -burocráticamente llevados hora a hora- por los represores aparecen incluso nombres de victimarios que hasta ahora niegan con contumacia haber participado en aquellos siniestros hechos de aquellos execrables días. Esta triste noticia ha dado la vuelta al mundo, publicada en todo Occidente, desde Italia hasta México y de Norte a Sur.

            En las largas listas que se entrevén escritas en las fotos publicadas por DataRioja, se leen los nombres de trabajadores, periodistas, jóvenes estudiantes, docentes, artistas y un largo etcétera: todos fueron secuestrados, primero en en dependencias militares y luego en la cárcel; porque cuando en un procedimiento no median presencias de jueces ni abogados defensores, ni garantías de respeto a los derechos humanos, ni cumplimiento de plazos constitucionales, no estamos ante detenciones regulares sino ante secuestros evidentes. Y más aún cuando los perpetra una banda  subversiva que había dado un golpe de Estado, abolido la Constitución, cooptado a todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, mentido, violado, torturado, asesinado a mansalva…como posteriores juicios demostraron, dando con los huesos de sus cabecillas en las cárceles de la democracia. Pero esto es ya historia reciente.

            Hace treinta años, yo me encontraba entre aquellas víctimas y, acaso, he sobrevivido para narrar lo visto. ¡Hay días…yo no sé…como si Dios se hallara ausente, como decía César Vallejo!. (Y él me perdone lo cite de memoria).

Sólo me detengo ahora en dos páginas fotografiadas por DataRioja (Edición del miércoles 8 de agosto de 2007; véanse información en www.pagina12.com.ar -del 3 agosto- de Buenos Aires y   fotos y detalles en www.datarioja.com.ar  8 agosto) donde aparece mi nombre, en el momento del ingreso y cinco días más tarde, cuando se anota la incidencia de que vino un médico a practicarme un electrocardiograma. Recuerdo que fue por la tarde de ese día aterrador. Aquella mañana me habían practicado un simulacro de fusilamiento, junto a dos compañeros sobre el muro del vestuario de la canchita de fútbol de la cárcel. Ese vestuario y un pequeño almacén adyacente, serían cámaras de torturas -noche y día- durante meses. Excepto domingos, cuando los verdugos respetaban el descanso religioso y lo dedicaban , como es preceptivo en gente de moral, a sus familias.

            Vuelvo a preguntarme cómo tantos argentinos nos piden que perdonemos y olvidemos.¿ Se les ha pedido a las víctimas del nazismo, de los gulags soviéticos, del polpotismo, del terrorismo de Bin Laden, de las menadas racistas de la ex Yugoslavia, que olviden y perdonen?.

            Una detestable mayoría –especialmente de la clase media- de argentinos justificó el golpe de Videla, apoyó a los verdugos. Una honrada minoría de argentinos creyó siempre en nuestra inocencia.

            Respondo a los argentinos felices –“Derechos y Humanos”- con el videlismo, con esta frase actual del filósofo Giorgio Agamben: “Lo irreparable es que las cosas sean como son, en este o aquel modo, signadas sin remedio a su manera de ser. Irreparables son los estados de las cosas: tristes, ligeras, atroces o felices. Como el mundo es, como tú eres…esto es lo Irreparable”.

                                                                                      Carlos Mamonde.


FOTORREPORTAJE  y  NOTA EN EL PERIÓDICO


NOTA EN PÁGINA12 DEL 3 DE AGOSTO