Mensaje del Gobierno argentino:

A TREINTA AÑOS

Hace 30 años, el 24 de marzo de 1976, la Argentina sufrió su último golpe de estado, el más cruel. Las Fuerzas Armadas, con la colaboración de sectores civiles, establecieron desde las estructuras del estado un régimen represivo fuera de todo marco constitucional, jurídico y de respeto de la dignidad humana. Asimismo, se impuso un modelo de indiscriminada apertura económica y especulación financiera, devastando todas las perspectivas de desarrollo industrial, empleo e inclusión social, conquistas de la sociedad argentina por las que se había luchado desde hacía tiempo.

La metodología utilizada para eliminar cualquier oposición en la sociedad en esa época fue la ejecución extrajudicial, el secuestro, la tortura, la desaparición forzada de personas y la apropiación de niños secuestrados con sus padres y nacidos en cautiverio,  violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos. La verdad se advierte con dolor en los familiares de miles de detenidos desaparecidos, en exiliados, en sobrevivientes que sufrieron y cuentan la parte más terrible de la historia.

La recuperación de la democracia permitió juzgar y condenar a los responsables del terrorismo de estado en un marco jurídico que aseguró la legítima defensa y el descargo de cada acusado, precisamente lo que se les negó a las víctimas de la dictadura. Sin embargo, avances y retrocesos desde la recuperación  de la democracia en 1983, como las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y los indultos, llevaron a que muchas organizaciones de derechos humanos trabajaran incansablemente concientizando a la sociedad para que la historia no se repita. Esa invalorable lucha coincidió con la decisión de la actual administración del Presidente Kirchner, que conjuntamente con el poder legislativo y el poder judicial, eliminaron los obstáculos administrativos y jurídicos para sancionar a los responsables de las violaciones de derechos humanos. Porque estamos convencidos, como sociedad y como gobierno, de que memoria, verdad, justicia y reparación son los pilares básicos de la lucha contra la impunidad y de la construcción de una mejor democracia. Y, con ese objetivo, el gobierno argentino se compromete a volcar todos sus esfuerzos como lo viene haciendo hasta ahora.

La Argentina siempre estará profundamente agradecida. Por la denuncia de los organismos gubernamentales y no gubernamentales que contribuyó a salvar vidas. Por la ayuda y la contención que las autoridades, la ciudadanía en general, los pueblos y las comunidades locales de muchos países del mundo, brindaron a tantas víctimas y familiares.

Así como no olvidamos el horror, no podemos dejar de recordar la solidaridad y la esperanza que nos llegó desde el exterior como un abrazo en aquellos momentos. A ellos, a ustedes, por compartir nuestro compromiso por la memoria, la verdad y la justicia,

GRACIAS