De acuerdo
a testimonios de ex detenidos pedía salir a marcar a ex
compañeros porque "tengo un dedo magnético". Además
se le imputa haber redactado un manual de contrainsurgencia para
uso de los militares.
El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis
Duhalde, le envió a la coordinadora Legal y Técnica del
Ministerio de Bienestar Social, Laura Tapia, un informe de la
Comisión Argentina de Derechos Humanos, redactado hace 25 años
en Madrid en base a testimonios de ex detenidos durante la
dictadura, que detalla cómo colaboró el médico Eduardo
Pinchevsky con los represores del centro clandestino La Perla,
que funcionó en Córdoba.
La nota de Duhalde fue en respuesta a un pedido de informe del
gobierno pampeano, luego que en diciembre trascendiera que
Pinchevsky figuraba en una lista de represores, algo que él
negó. Por esa razón el profesional se vio obligado a renunciar
como coordinador ejecutivo de Capacitación de Recursos Humanos
del M.B.S. y permanece de licencia.
"Compulsados nuestros archivos podemos decirle que en
testimonios de sobrevivientes del Centro Clandestino de
Detención denominado La Perla, brindados algunos de ellos desde
el año 1980 en el exterior, ratificados luego en Conadep
(Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas) y en sede
judicial, aparece mencionado "Pinchevsky' como Osvaldo
Pinchevsky, como Eduardo Pinchevsky o sólo con el apellido,
como prisionero secuestrado en julio de 1976 y posteriormente
liberado", indicó Duhalde.
Confirmó que "de la lectura de los testimonios se extrae
que, siempre, más allá de la denominación, se está tratando
de la misma persona, que su alias era Paco, que era estudiante
de medicina, oriundo de La Plata; además de relatar los mismos
hechos en los que los testimoniantes recordaran y/o mencionaran
a Pinchevsky".
Duhalde adjuntó como documentación el titulado "Informe
especial sobre el Campo de Concentración de Detenidos
Desaparecidos de La Perla, elaborado por la Comisión Argentina
de Derechos Humanos en Madrid, en los años 1980". Allí
Pinchevsky aparece mencionado en las páginas 14, 16, 30, 31, 43
y 52.
Los colaboracionistas.
Ese texto de 31 carillas dice en su presentación: "Esta
Comisión Argentina de Derechos Humanos ha resuelto dar a
conocer un informe sobre la existencia y funcionamiento en
Córdoba de un campo de concentración y exterminio de
prisioneros políticos (campo La Perla) y de una cárcel
clandestina (campo La Ribera), instalados en dependencias
militares y que fueron utilizados por el III Cuerpo de
Ejército, bajo el mando entonces del general de división
Luciano Benjamín Menéndez, para la tortura y el asesinato de
cientos y cientos de argentinos secuestrados por las fuerzas
armadas y de seguridad desde antes del golpe militar del 24 de
marzo de 1976".
Agrega que "la información que esta Comisión entrega para
conocimiento de la opinión pública nacional e internacional
tiene origen en los testimonios directos de ex prisioneros de La
Perla que fueron liberados y que hoy están exiliados en Europa
y es el resultado de sucesivas y prolongadas entrevistas".
"Esta vez, a diferencia de otras ocasiones, no se entregan
los testimonios puntuales de esas personas, tal cual fueron
vertidos e incluso redactados, porque acatamos la decisión de
éstos de mantener sus nombres y circunstancias personales en
reserva indica la Cadhu. Sin embargo, asumimos plenamente la
responsabilidad de divulgar la información recibida porque
consideramos que una revelada, deja de ser patrimonio singular
de unos pocos para transformarse en patrimonio común del pueblo
argentino".
Al referirse a las tareas de inteligencias efectuadas en La
Perla, el informe señala que "muchas eran realizadas por
un grupo de prisioneros que colaboraron decididamente con la
represión". Entre ellos aparece nombrado "Osvaldo
Pinchevsky, alias Paco, ex aspirante Montonero, integrante de la
Mesa Regional de la Juventud Universitaria Peronista de
Córdoba".
Añade que fue detenido el 8 de julio de 1976 y que era civil
adscripto en el Destacamento 141 (Grupo Calle) y que "se
desempeñaba simultáneamente como oficinista en la
Municipalidad de Córdoba en uno de los puestos de trabajo
suministrados al Ejército para realizar tareas de control
político".
No conoció la tortura.
En la recopilación de testimonios de ex detenido el ex director
del hospital de Toay aparece mencionado en reiteradas
oportunidades. A continuación se detallan esas menciones en
forma textual:
* A partir del 8 de junio de 1976, día en que son secuestrados,
con escasas horas de diferencia, Pinchevsky y (Andrés)
Remondegui (NdeR: mencionado en el informe como un ex dirigente
Montonero de familia adinerada que colaboró con los
represores), se inicia en La Perla un proceso peculiar, que no
es inédito, de organización de la colaboración.
* El ingreso de Pinchevsky a La Perla comenzó a perfilar el
posterior desarrollo e integración de un equipo para tareas de
contrainsurgencia dirigidas contra Montoneros y el Partido
Comunista Argentino.
* Pinchevsky llegó a La Perla colaborando. Su llegada produjo
una sensación de irrealidad entre los prisioneros. Sin venda,
con una valija en la mano, sonriente, bien vestido, provisto de
cigarrillos y de diversos elementos de higiene personal.
* Al principio durmió en las oficinas. Nunca conoció la
tortura. Pero a las 48 horas de permanecer en el campo, él
repetía en voz alta, delante de otros prisioneros:
"Siempre admiré a la oficialidad joven del
Ejército".
* Pinchevsky cayó en las formas más ruines de la colaboración
y la delación. Con un poco de presión sobre él, los oficiales
de Inteligencia obtenían todo. Se desesperaba por
"marcar". Por ejemplo, cuando realizaba
reconocimientos en el archivo fotográfico de La Perla, y no
lograba identificar a nadie, repasaba una y otra vez el
material, mientras exclamaba contrariado: "Cómo puede
ser que no reconozca a nadie!".
* Remondegui encontró pronto en Pinchevsky su modelo. Con el
tiempo la actitud de ambos fue confundiéndose. Ambos se
complacían en destacar los operativos represivos realizados en
base a sus declaraciones, las detenciones y los secuestros.
* A veces, en su entusiasmo colaborador, Pinchevsky pedía salir
a "lanchear'. "Sáquenme a marcar hoy -pedía- que
tengo pálpito. Tengo un dedo magnético..." Otras veces
comentaba con repugnante placer cómo manipulaba cadáveres en
la morgue, siendo estudiante de medicina. Acotando su macabro
relato, un suboficial de La Perla le dijo: "Entonces,
Negro, a vos la vocación te viene de siempre".
La muerte de Kung Fu.
Más adelante, el informe de la Comisión Argentina de Derechos
Humanos sigue hablando del médico.
* Pinchevsky fue particularmente eficaz en el aniquilamiento de
la J.U.P., organización en la cual había sido dirigente en
Córdoba hasta apenas semanas antes.
* Pero si él fue un traidor repugnante, Gustavo Contepomi fue
el verdadero jefe y cerebro del equipo de contrainsurgencia
contra Montoneros y el Partido Comunista (NdeR: Contepomi
escribió el libro "Sobrevivientes de La Perla" donde
mencionó a Pinchevsky como civil adscripto al Destacamento 141
de Inteligencia. En declaraciones a LA ARENA dijo de él que
"fue un prisionero, pero se cambió de bando y participó
muy activamente junto a sus secuestradores (...) Asumió su
función de colaborador y trabajó para ellos. Lo protegieron,
lo ayudaron").
* Este grupo de colaboradores organizados -cuya actividad
continuara durante mucho tiempo con la integración de sus
miembros al Destacamento como personal orgánico del Ejército-
tuvo posteriormente un "refuerzo': una militante
secuestrada en Mendoza, apodada La Gorda, se allanó a colaborar
activamente. Delató a la dirección regional de Montoneros en
La Plata y fue trasladada a esa ciudad para asesorar en la
represión, junto a Pinchevsky y Remondegui.
* Es evidente que la colaboración de éstos prisioneros fue
fundamental para tornar más eficaz la represión. En La Plata
delataron a unos 40 activistas y militantes y provocaron la
muerte de otros tantos más. A su regreso a La Perla, Pinchevsky
hacía ostentación ante los prisioneros de "su"
campaña en La Plata. Según él, prácticamente los
colaboradores habían dirigido a las fuerzas represivas.
* Este denigrante camino de traición, sin ninguna duda,
alcanzó su cúspide en noviembre de 1977, cuando el propio
Pinchevsky asesinó a un responsable Montonero apodado Kung Fu,
cuyo apellido era Aguirre. Contepomi y Remondegui participaron
en el mismo procedimiento.
* A su regreso a La Perla, los tres festejaron su
"victoria" con una "fiesta" en la
habitación donde vivían Dora Zárate y Cecilia Suzzara (NdeR:
otras dos colaboradoras, de acuerdo al trabajo de la Cadhu). El
civil adscripto José López recibió a Pinchevsky con un
abrazo, mientras le decía: "Ya sos de los nuestros".
Era verdad.
Los partes diarios.
En el tramo final del informe, Pinchevsky vuelve a aparecer en
dos páginas que habla de la liberación de sobrevivientes y de
otros campos de concentración.
* A partir de 1978 los prisioneros "estables",
incluidos en el grupo "blanco", recuperaron su
libertad, aunque en un grado de dependencia y sometimiento total
(...) Pinchesvky, ya empleado orgánico del Destacamento, como
civil adscripto, comenzó a trabajar en la Municipalidad y todos
los días presentaba un informe en el Destacamento.
* Por intermedio de los prisioneros-colaboradores Pinchevsky y
Remondegui, los prisioneros-liberados entrevistados supieron de
la existencia de un campo de concentración instalado en La
Plata, que era operado por la policía provincial de Buenos
Aires.
* Pinchevsky y otra prisionera-colaboradora, (a) La Gorda,
elaboraron en La Plata un manual de contrainsurgencia para los
represores.
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