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LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ESPAÑOLES Y LA

 CONDENA POR GENOCIDIO A ETCHECOLATZ


La vanguardia

Condenado a cadena perpetua un ex alto cargo policial argentino por genocidio (VER NOTA ORIGINAL)

ALFRED REXACH  - Corresponsal BUENOS AIRES  - 21/09/2006

-          Miguel Osvaldo Etchecolatz, ex director de Investigaciones de la policía de Buenos Aires, pasará el resto de su vida en prisión. Un tribunal de La Plata le acaba de condenar a cadena perpetua, por delitos contra los derechos humanos, perpetrados "en el marco del genocidio cometido en la Argentina entre los años 1976 y 1983". Es la primera vez que la justicia argentina incorpora el concepto de genocidio, en uno de los procesos judiciales abiertos contra los responsables de la represión durante la dictadura militar, que encabezó el ex general Jorge Videla. Tras la definitiva anulación de las leyes ...


EL PAIS 21-09-2006 

Condenado a cadena perpetua un ex represor de la policía provincial de Buenos Aires   (VER NOTA ORIGINAL)

EP  -  Buenos Aires 

El ex jefe policial fue declarado culpable de asesinatos, secuestros y torturas cometidos durante la última dictadura militar, cuando ejerció como Director de Investigaciones de la Policía provincial, cuando su jefe era el ex general Ramón Camps.

El veredicto dictado por el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, a 50 kilómetros de Buenos Aires, fue recibido con gritos de júbilo y algarabía por militantes de Derechos Humanos que colmaban la sala. Además, algunas personas le arrojaron huevos y pintura, por lo que fue rápidamente retirado por personal de seguridad.

El tribunal rechazó los planteamientos realizados por la defensa del ex jefe policial y aceptó la petición del fiscal y de los abogados querellantes, quienes habían solicitado que Etechecolatz fuera condenado a cadena perpetua, y calificó los hechos de genocidio.

La condena contra Etchecolatz es la segunda que se impone a un ex represor, desde la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final dictadas durante el gobierno del radical Raúl Alfonsín (1983-1989), ante las presiones de las Fuerzas Armadas, y que habían frenado los procesos contra los represores.


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Cadena perpetua para Miguel Echecolatz, un símbolo de la dictadura argentina (VER NOTA ORIGINAL)

CARMEN DE CARLOS. CORRESPONSAL

BUENOS AIRES. El ex comisario general Miguel Etchecolatz, personaje emblemático de la última dictadura argentina (1976-83), escuchó la sentencia protegido por un chaleco antibalas: «reclusión perpetua». Responsable de una veintena de centros clandestinos y defensor impenitente de la guerra sucia de los años setenta, el policía, de 77 años, se acaba de convertir en el primer condenado por «delitos cometidos en el marco del genocidio», tras la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final.

El Tribunal de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, tuvo que suspender la lectura del fallo. Varias decenas de familiares de víctimas del régimen y supervivientes de la represión, presentes en la sala, estallaron en gritos a la par que descargaron sobre el acusado una lluvia de «bombas» de pintura roja. Tenían la confirmación de que el futuro del verdugo, el mismo que en ese instante besaba un rosario y cuya mirada buscaba refugio en el cielo, se escribiría entre rejas.

Seis asesinatos, ocho secuestros y otras tantas torturas, delitos encuadrados en las figuras de «homicidio calificado, privación ilegal de la libertad y tormentos», le atribuyeron en la sentencia los tres magistrados. El presidente del Tribunal Oral Federal 1, Carlos Rozanski, apenas pudo dar cuenta de algunos párrafos de la misma. Pero lo que dijo, al filo de las nueve de la noche (dos de la madrugada en España) del martes, era la primera vez que se escuchaba desde que el ex presidente Raúl Alfonsín dictara las rebautizadas leyes del perdón, que dejaron libres de responsabilidad penal a cientos de represores. Ni la pena de cadena perpetua ni la consideración de delitos calificados «de lesa humanidad en el marco del genocidio» se habían aplicado desde entonces.

El antecedente más próximo se encuentra en el fallo contra el ex policía «el Turco Julián», del pasado 4 de agosto, pero a este ex represor le cayeron 25 años de prisión y no se enmarcó dentro del «genocidio» argentino.

Privilegios carcelarios

Miguel Echetcolatz había sido condenado en 1986 por torturas a cerca de un centenar de personas, pero nunca cumplió la pena al lograr beneficios judiciales por las leyes mencionadas. En otra causa por apropiación indebida de una menor hija de desaparecidos, delito excluído de las leyes del perdón, evitó la carcel por razones de edad y permaneció en prisión domiciliaria. Este privilegio le fue retirado hace seis años al descubrirse que guardaba armas en su casa.

El martes, en su última oportunidad de dirigirse al estrado, Miguel Etchecolatz, autor del libro «La otra campana del Nunca Más», donde reivindica el terrorismo de Estado, se consideró «prisionero de guerra y detenido político». En su alegato, advirtió: «No sé rendirme y después de muertos tendremos mucho que hablar (...) No es este tribunal el que me condena, sino que son ustedes los que se condenan».