Se entregaron los premios del Concurso
 “A 30 años del Golpe”
Cuando de contar las resistencias obreras se trata

[21/06/2006 - ACTA] Por Gisela Busaniche. La sala Isauro Arancibia, en la sede de CTERA, fue el espacio donde el sábado 17 de junio se juntaron concursantes, jurados, trabajadores y trabajadoras en el marco de la entrega de premios del Concurso “A 30 años del Golpe, la militancia de los trabajadores y sus organizaciones durante el genocidio de la dictadura”. En este certamen cultural se presentaron 77 trabajos de todo el país en las categorías de Ensayo e Investigación, Poesía y Cuento, Teatro, Video y Pintura.

Con el objetivo de difundir las experiencias de la resistencia de los trabajadores y trabajadoras durante la última dictadura militar, el Instituto de Estudios y Formación y las secretarias de Derechos Humanos y Cultura de la CTA, organizaron un concurso cultural bajo las categorías de Ensayo e Investigación, Poesía y Cuento, Teatro, Video y Pintura. El sábado 17 de junio fue el momento de los premios. Cientos de personas participaron desde las 14 horas en la exposición de los trabajos, los debates y el contacto entre los jurados y los concursantes.

El jurado de pre-selección de la categoría de Ensayo e Investigación expuso a los concursantes lo gratificante de leer los trabajos. “Eran todos distintos, de claridad elevada, algunos emotivos. Fue un trabajo colectivo ya que las opiniones se abrían y cada trabajo generaba debate”.

Cesar Ricciardino escuchaba atentamente. Sobre su Ensayo, que fue el tercer premio, también se habló. Se basaba en su experiencia como detenido desaparecido en el Penal santafesino de Coronda entre 1975 y 1979. “Esta es la primera vez que presento un trabajo por fuera del ámbito académico -explicó Ricciardino, quien es docente universitario-. El ensayo forma parte de la historia de lucha de los presos políticos de Coronda entre el 75 y 79. Las herramientas con las que nos comunicábamos y como vivíamos”.

Horacio Ballester, del Centro de Militares para la Democracia CEMIDA, fue uno de los jurados de esta categoría y manifestó: “Fue muy constructivo leer los trabajos presentados. Hubo un buen enfoque en la historia de las resistencias de los trabajadores. Siempre digo que no podemos proyectar hacia futuro, dejando en el pasado heridas tapadas con una curita, por eso este tipo de convocatorias desde una Central de Trabajadores es muy importante”.

La entrega de premios

A media tarde comenzó el acto homenaje con “los verdaderos hacedores del evento”, como lo afirmó Daniel Zamorano, integrante del Departamento de Cultura de la CTA. “Ustedes -agregó- le dieron el sentido tangible a través de sus trabajos a la construcción de este nuevo relato de la memoria”.

En la apertura, también a cargo de Soraya Giraldez, del IEF-CTA, se homenajeó a los 30 mil compañeros desaparecidos. Allí estaban en primera fila aplaudiendo las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Tati Almeida y Nora Cortiñas; Mabel Gutiérrez, de Familiares, y Alba Lancillota, en representación de Abuelas de Plaza de Mayo.

Fue Cortiñas quien aclaró cuando le tocó hacer entrega de los premios al mejor Ensayo e Investigación que “el color de las medallas no hace ninguna diferencia con el trabajo de todos y todas y con su crecimiento”. Se trataba de la entrega de tres medallas -dorada, de plata y de cobre- y algunas menciones especiales. Hubo empate técnico en el segundo y tercer premio de la categoría Poesía. “Traté de despegarme, intentar ser objetiva dentro de mi subjetividad pero ser jurado fue muy emotivo y me sorprendió el elevado nivel en rima y verso libre”, expresó Patricia Díaz Bialet respecto a su trabajo de selección. (para obras premiadas, ver recuadro)

Por su parte, Claudio Lozano, diputado nacional y miembro de la conducción nacional de la Central, recordó frente a los trabajadores de la cultura presentes, un slogan que marcó que el golpe de Estado no iba a ser un golpe más, sino que la clase obrera estaba frente a un intento de facto de fundar otro país, instaurar otro modelo económico: “Hay que matar al perro para que se acabe la rabia”, dijo citando las palabras del ex ministro de economía de la dictadura, Alfredo Martínez de Hoz, en aquel momento también presidente de Acindar. Lozano recordó que fue un golpe planificado para destruir a la clase obrera y desindustrializar el país y que experiencias como éstas, las de plasmar las resistencias, “forman parte de la reconstrucción de la memoria” y que “es necesario continuarlas”.

Ricardo Peidro, secretario de Derechos Humanos de la CTA, agregó que fueron muchos los trabajadores presos, secuestrados, desaparecidos, exiliados en el exterior y en el interior del país. “Todos entraron militantes”, dijo, pero sobre todo hay que aplaudir a “esos trabajadores que entraron militantes y salieron más militantes”.

A su turno, Norberto Gonzalo, responsable del Departamento de Cultura de la CTA remarcó que este tipo de iniciativa busca recuperar “la cultura del trabajo y el trabajo de la cultura”. Después deleitó a los espectadores con un monólogo, “Pepito, el 88” donde recordó a la familia Podestá, al circo criollo y a los comienzos del teatro en la Argentina.

Paralela y complementariamente al certamen, la organización “Reciclarte”, activa participante en la organización y puesta en escena de este evento, expuso sus obras artísticas que “potenciaron el encuadre de estética y armonía plástica” según resaltaron los presentes. Susana Estévez y Cyrano deleitaron al público con sus tangos y una pareja de baile, compuesta por Mercedes Le Bozec y Roberto Tedeschi, dibujó arabescos de milonga en las baldosas del patio.

Alfredo Seefeld, acompañado de su guitarra acústica, estrenó una canción especialmente compuesta para el cierre del concurso y su hermana, Cristina, desempeñó un rol importante como productora y asistente en el desarrollo del acto central. También la cantautora Alejandra Rabinovich tocó una canción dedicada a Olga Márquez de Aredez, que recordaba la lucha de años y años para denunciar las noches de los apagones en Ledesma, Jujuy.

La presencia de trabajos de las distintas provincias del país fue significativa. Hasta la Capital Federal llegaron concursantes de Córdoba, Rosario, Paraná y Santa Fe, entre otras localidades. Un aplauso a la resistencia actual se llevó el colectivo que trabaja para que la Biblioteca Vigil, de Rosario, vuelva a ser de los trabajadores. La historia de este emprendimiento social, educativo y popular que surgió en los años 70 fue plasmado en el Video “Hombres de buena voluntad: la historia de la Vigil”, ganadora del primer premio, medalla dorada.

Lo que viene...

Cada uno desde su ámbito de trabajo, y todos desde donde podían colaborar, aportaron para que este primer Concurso a 30 años del Golpe tenga continuidad. A través de las obras premiadas y a partir del espacio construido. Al respecto, el secretario general de la CTA, Víctor De Gennaro, llamó a los trabajadores y trabajadoras presentes a continuar desarrollando este proyecto de “contar nuestras historias, nuestros triunfos, nuestras experiencias”. Y convocó a los sectores de la cultura, del teatro, de la música, de la investigación, de la academia, a que pongan los ojos en la memoria y la resistencia de los trabajadores para que en marzo del año que viene, en el marco de una segunda etapa, “podamos repetir un acto de estas características, más grande, con más experiencias de los trabajadores plasmadas en una obra artística, con la idea de instalar las ganas de volver a ser felices, de transformar nuestra sociedad, de hacer cosas que hacen bien al alma”.

Cientos de volantes y mariposas cayeron desde los balcones del salón central de la CTERA cuando se anunció la nueva convocatoria, que tendrá como fecha de cierre el 31 de diciembre de 2006 e incluirá una muestra artística para el 24 de marzo de 2007. La iniciativa incorporará nuevas categorías artísticas como danza y expresión corporal, música, fotografía, novela corta y escultura. En breve, se dará a conocer fecha de lanzamiento, título y bases.

Después del brindis, la jornada concluyó. Todos marcharon a sus hogares con un objetivo cumplido, mostrar las resistencias de los trabajadores durante la última dictadura. Pero también se fueron con un nuevo mandato: continuar plasmando experiencias, continuar con el debate para contar todas las historias de los trabajadores, las ganadas o perdidas, las chicas o grandes, las conocidas o silenciosas. Para ellos, para los trabajadores desaparecidos, para los que resistieron y para los que siguen construyendo.