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COMISIÓN DE EXILIADOS ARGENTINOS - MADRID
Creada en 1999 para mantener la memoria, divulgando y alentando la Ley de Reparación del Exilio
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                                                                                                       Madrid 23 de agosto de 2006

Señor Marcelo Helfgot

Los integrantes de la Comisión de Exiliados Argentinos – Madrid hemos tenido un tardío conocimiento del artículo publicado por usted en el diario Clarín del 07/08/2006.

Mas allá de la indignación y perplejidad que nos causó la lectura del mismo nos sentimos en la obligación, por nuestra propia historia, a dar una respuesta a los conceptos por usted desarrollados en la mencionada nota.

 

Usted dice:” Podría darse que un grupo aventajado por sus contactos internacionales califique como exiliado político —exhibiendo status de asilado o refugiado— y que parte de sus beneficios sean solventados vía impuestos por una mayoría de perseguidos imposibilitados de reunir pruebas. Sin contar al resto que se quedó en el país y fue privado de derechos civiles, políticos y sociales.”

 

Afortunadamente la existencia de organismos internacionales de solvencia junto con gobiernos democráticos, solidarios con los perseguidos por estados totalitarios y genocidas permitió el reconocimiento de la condición de refugiados a una cantidad de compatriotas lo que les brindó cobijo y protección.

 

Usted intenta descalificar tanto a las organizaciones reconocidas y gobiernos que han dado cobijo a los exiliados como a los propios perseguidos llamándolos “grupo aventajado” y dando por sentado que las organizaciones no cumplen diligentemente su tarea solidaria

 

¿Descalifica usted a los gobiernos de países que mantienen la tradición de refugio al perseguido?

¿Descalifica usted la labor y la existencia de los organismos internacionales, ACNUR por ejemplo?

¿Cree que son privilegiados quienes son protegidos por ellas?

¿No esta usted de acuerdo con la existencia de estos organismos?

¿Colaboraría usted con sus impuestos para que estas organizaciones existan?

¿Le daría usted a estos perseguidos, torturados y trasterrados la condicion de exiliados o pretende descalificarlos por ser perseguidos?

 

Usted habla de “beneficios” cuando se debe hablar de una reparación en la que todos estamos de acuerdo en que ninguna cifra puede compensar el dolor de las perdidas sufridas: identidad, marco familiar, proyectos laborales, profesionales y algo mas importante la construcción de un proyecto político solidario.

 

¿No le preocupan a usted los “beneficios” conseguidos a través de la corrupción necesaria para desmantelar el aparato productivo y laboral de nuestra patria, con la colaboración de la oligarquía y políticos comprados?

¿Tampoco le preocupa a usted las canallas comisiones pagadas a parlamentarios elegidos democráticamente y que usaron sus escaños para modificar la legislación laboral en contra de los trabajadores? ¿Desde su posición privilegiada como periodista investigó y denuncio estos hechos?

¿Con los impuestos de quien se pago este jolgorio de corruptos y cipayos?

Tanto los que se fueron al exilio como los que se quedaron sufrieron la privación de derechos civiles, políticos y sociales.

Por supuesto que aquellos perseguidos por la dictadura que no pudieron o no quisieron irse del país deben tener el reconocimiento y  reparación correspondiente, la ley de reparación del exilio es un paso importantísimo para que también  logremos la reparación del exilio interior, pero señor periodista sea sincero  y no utilice el extrañamiento de unos para enfrentarlo con el dolor de otros, de la misma manera que la reparación a los familiares de desaparecidos no se enfrentaba a la de los presos, y la de esta no se enfrenta con la de los exiliados. No hay razón para que el debate dentro de la sociedad  no permita e impulse la reparación de todos los perseguidos por la dictadura.

 

Señor periodista: ¿no temerá usted que la búsqueda necesaria de pruebas, como lo exigirá la ley sea un revulsivo que provoque una revisión histórica profunda

 

Usted dice: Es posible que pronto Felisa Miceli se vea intimada a balancear sus aires setentistas, comparables a los del presidente Néstor Kirchner, con su reconocido apego al control del Tesoro público”

 

Afirmamos  que “El estado es responsable de su accionar” por lo tanto no es la consecuencia de principios de una ministro de economía entre sus luchas de juventud y su responsabilidad actual,  quien decida la aprobación de una ley. Será una decisión política que toma el parlamento la que obligue al estado ha hacerse responsable de las atrocidades que los militares cometieron cuando tenían su dominio íntegro.

 

¿Usted cree que es contradictorio el control de los dineros públicos por parte del estado y la decisión que tome éste con respecto a la reivindicación de la justicia?¿o prefiere el otro estado, aquel que utilizo el Tesoro público para la tortura y la represión?.

 

En su nota no hace referencia a que el estado genocida implementado por los militares obedecía a un proyecto de desindustrializacion y entrega, definido en otras esferas de poder, encargándoles el trabajo sucio a unos ejércitos que traicionaron su cometido

 

Usted dice: “Si prospera el apuro de los diputados oficialistas por convertir en ley la reparación monetaria de los exiliados por razones políticas en los 70”,

 

Le recordamos que este proyecto de ley reivindicatoria comenzó su andadura por los sinuosos pasillos burocráticos en 1998. Donde usted observa el apuro, no cree tal vez que lo que hay es un pensado retardo y que por fin esta legislatura democrática intenta cumplir la función que le corresponde

 

Usted dice: La Comisión de Derechos Humanos dictaminó el martes, con amplia mayoría K, en favor del proyecto sancionado por el Senado en marzo del año pasado. Contempla un beneficio de 107,50 pesos por cada día de exilio...”


Usted hace números sobre el monto económico de la reparación, este monto es varias magnitudes de veces inferior a el que la sociedad argentina soportó y aun soporta debido a la política de entrega de los gobiernos militares, sus ideólogos y sus continuadores.

¿Antepone el problema del dinero ante la posibilidad de llevar a la práctica una vez por todas principios éticos y morales? ¿o usted propone el olvido de estos principios?

 

 Fundamentalmente le decimos que una reparación económica nunca puede reemplazar al dolor de los perseguidos y sus familiares. Pero es la forma que el estado tiene para hacerse cargo de su accionar  mediante una ley que promulgue el parlamento señalando ante la historia lo que nunca debió haber pasado, intentando paliar sus efectos.

 

Usted dice: Esas son sólo algunas aristas de la tormentosa polémica que amenaza con dispararse cuando el tema aterrice en el recinto, previo paso por la Comisión de Presupuesto, el principal obstáculo que tiene delante. De hecho, una ampliación acrítica de las reparaciones a los afectados por la represión —y que el proyecto extiende a sus hijos— provocaría irremediables desigualdades”

 

La tormentosa polémica la desatan las personas que utilizan los medios de comunicación no para reflejar la opinión pública sino para crear una  “opinión publicada” insolidaria, desmemoriada y antidemocrática.

Mediante esta metodología ¿se intenta influir en  el poder legislativo?

 

La ley no propone una reparación acritica, muy por el contrario, el estado mediante la reglamentación de la ley de reparación del exilio debe poner los medios para comprobar la veracidad de los exilios. Los hijos de exiliados han pagado por el compromiso de sus padres con el desarraigo y la rotura familiar ¿no cree usted que son damnificados directos?

 

Usted dice: “Curiosamente, el plazo de vigencia del beneficio no da comienzo con el golpe militar, sino que se remonta al día en que el gobierno democrático encabezado por Isabel Perón decretó el estado de sitio…”

                                

Se asombra usted que la ley pueda beneficiar a los que se exiliaron antes del golpe militar, señor periodista usted debería saber, tanto como nosotros, que la triple A con sus amenazas y asesinatos obligó a exiliarse desde 1974 no solo a políticos y militantes populares sino también de científicos, intelectuales, artistas, etc. Como ejemplo le informamos que uno de los actuales integrantes de CEAM trabajaba en un instituto de investigación donde los máximos impulsores de tecnología necesaria para el país: electrónica y física del plasma, amenazados por la triple A en 1974 debieron exiliarse

 

Usted debería saber como hombre informado, que la represión y persecución masiva de los militantes populares se inicia en septiembre de 1955 y se estructura con la exclusión de la participación política del 60 % de los argentinos cuyo núcleo de resistencia fue la clase obrera.

 

Otra de sus afirmaciones con las que usted intenta  la descalificación de la ley es  ésta podría alcanzar a los dirigentes de la guerrilla de los años 70, si bien esto queda para los legisladores y sus reglamentaciones le pedimos que sea serio y no utilice el argumento de que pueda alcanzar a una decena de dirigentes cuando en realidad lo que usted parece propugnar, utilizando el diario Clarín como tribuna,  es que no se promulgue la ley que reconocería la existencia de cientos de miles de exiliados de la dictadura (muchísimos de ellos ya fallecidos)…realmente lo que se desprende de sus criticas al proyecto de  ley es similar al planteo de 
la dictadura que ayer decía : No hay desaparecidos

Hoy: no reconozcamos mediante ley la existencia de exiliados

 

Usted dice: Otra curiosidad: el proyecto presentado por el senador salteño Marcelo López Arias, con aval del Gobierno, no encontró resistencias en la Cámara alta. Se aprobó sin debate con 38 votos a favor y la única abstención del radical Rodolfo Terragno, quien se excusó para no votar una ley que lo beneficia por haber estado en el exilio. ¿Adoptarán la misma actitud los diputados que en los años de plomo se refugiaron en el exterior?

Señor periodista usted debería saber que los legisladores promueven leyes que son los pilares donde se edifica la sociedad, la aprobación de las mismas debe ser independiente de las historias personales, se aprueban para que la sociedad se organice, administre y sobre todo ….no olvide y construya sobre experiencias pasadas el futuro de la misma.


¿Que es lo que pretende con su llamamiento a la abstención de los legisladores?  Tal vez desacreditar por elevación la acción de un gobierno, sus diputados y diputados de otras fuerzas que, con contradicciones pero con firmeza, intentan retomar el rumbo que permita que Argentina se reubique en la escena internacional intentando una sociedad menos injusta?

 

 

 

 

Cristian Areal, José Portas, Julio Miguez y Luis Calero

Integrantes de la Comisión de Exiliados Argentinos - Madrid