El Primer primero de Mayo en Argentina.

 DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES.

 El 1° de Mayo se conmemora en todo el mundo -excepto en el país donde ocurrieron los hechos- la masacre a los obreros de Chicago que se manifestaron en 1886 en reclamo de justicia laboral. Así nace la justa aspiración de los trabajadores de todo el mundo para obtener una conquista laboral, "la jornada de ocho horas", que, actualmente, es Ley en casi todos los países. El 1° de Mayo en Argentina. A ese Segundo Congreso en París, que puso en marcha la Segunda Internacional, la Verein Vorwarts (Unión Adelante) de Argentina envió como delegados al alemán Wilhelm Liebknecht y al republicano francés Alejo Payret. Este último, un exiliado en tierras del Plata que había actuado en la revolución parisina de 1848 y se refugió en Buenos Aires debido al golpe de estado de Luis Bonaparte. Después de que aquel congreso declarara al primero de mayo como "Día de los Trabajadores", el Verein Vorwarts se abocó a la tarea de organizar la manifestación de trabajadores en homenaje a "los mártires de Chicago" en Buenos Aires. Fue así que se redactó un manifiesto, dirigido a "todos los trabajadores de las repúblicas del Plata". Decía aquel mensaje en sus párrafos liminares: "La Europa entera y la república de Estados Unidos se preparan para la gran festividad del primero de mayo del corriente año (1890)... No se mueven nuestros hermanos para obtener aumentos de salarios, casi siempre inútiles porque se elevan después los artículos de primera necesidad, sino en demanda de que las ocho horas de producción no sean más que ocho". A posteriori, se designó una comisión que no solo cumpliría con su objetivo básico de ultimar los preparativos del primero de mayo rioplatense, sino que también sentó las bases de la formación de una Federación de Obreros en Argentina y programó la edición de un periódico que tendría por objetivo primordial la defensa de los intereses de clase de los trabajadores. Su nombre era "El Obrero" y salió a la calle, por primera vez, el 18 de diciembre de 1890 bajo la invocación "proletarios de todos los países, unidos". Se proclamaba defensor de los intereses de la clase proletaria. El debate no estuvo ausente en esa comisión. Los antagonismos teóricos entre socialistas y anarquistas sobrevolaron todas las discusiones sobre la estrategia y el sentido de la lucha que se proponían aquellos hombres. Mientras los socialistas sostenían que se podía combinar la lucha con un programa de mejoras inmediatas, con el objetivo final de implantar el socialismo, los anarquistas rechazaban las posiciones gradualistas y afines al parlamentarismo. Eran los albores del enfrentamiento entre reformistas y revolucionarios. Se insinuaban prolongados disensos. El Comité Internacional Obrero, finalmente, aprobó un extenso manifiesto, dirigido a "todos los trabajadores de la República Argentina" y en el que destacaba que todas sus resoluciones tenían por objeto disminuir la miseria social. "La Prensa" comentaba por entonces que el documento estaba "redactado en términos muy sensatos" y que acusaba "un progreso indudable en los procedimientos de la clase obrera". El mitin en el Paseo del Prado El lugar elegido para la conmemoración del primero de mayo en Buenos Aires fue el Prado Español, ubicado sobre lo que hoy es la Avenida Quintana, entre Ayacucho y Junín, en el corazón del hoy barrio porteño de La Recoleta. El 30 de abril, grupos de trabajadores salieron a las calles a pegar carteles que anunciaban la realización del acto. Mientras la policía detenía a tres dirigentes, arreciaban las amenazas de despidos de quienes osaran participar de la reunión. A pesar de las condiciones desfavorables del tiempo, el jueves primero de mayo de 1890 se realizó por fin la asamblea. La concurrencia osciló entre las 1500 y 1800 personas, según distintas fuentes. Hubo 15 oradores, que hablaron a los trabajadores en español, italiano, francés y alemán, lenguas de origen de quienes habían abrevado, en Europa, las teorías socialistas, las doctrinas libertarias y las escuelas de formación sindical. Un mes más tarde, en junio de 1890, el Comité Internacional Obrero presentó un petitorio en la Cámara de Diputados. Aquel escrito planteaba una serie de demandas: El naciente sindicalismo argentino reclamaba la limitación de la jornada de trabajo a un máximo de ocho horas para los adultos, la prohibición del trabajo de los niños menores de 14 años y la reducción de la jornada a seis horas de los menores de entre 14 y 18 años, la abolición del trabajo nocturno, el descanso interrumpido de 36 horas por lo menos cada semana y la prohibición del trabajo a destajo y por subasta. El 4 de enero de 1891, quedó constituida la Federación de Trabajadores de la República Argentina, a instancias de una invitación que meses antes cursara el Comité Internacional a todas las sociedades obreras. La flamante organización se proponía "la unión de los obreros de esta región para defender sus intereses morales y materiales, y practicar la solidaridad con los hermanos de todas las regiones en lucha contra el capital y sus monopolizadores".Según pasan los años Desde 1890, partidos políticos y sindicatos han dirigido manifestaciones de trabajadores en diversos países en petición de la jornada de 8 horas y como muestra de fraternidad del proletariado internacional. Este origen reivindicativo y de lucha obrera se asocia con el 1º de mayo, cuya celebración ha pasado por diversos avatares según el país y su régimen político. En la actualidad, casi todos los países democráticos lo festejan, mientras que los sindicatos convocan a manifestaciones y realizan muestras de solidaridad.

En 1954, la Iglesia católica, bajo el mandato de  Pío XII, apoyó tácitamente esta a jornada proletaria, al declarar ese día como festividad de San José obrero .

Durante el siglo XX, los progresos laborales se fueron acrecentando con leyes para los trabajadores, para otorgarles derechos de respeto, retribución y amparo social. Durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear, en 1925, el 1° de Mayo fue declarado, en nuestro país, como Feriado Nacional. - XXX

reproduccion parcial de http://archives.econ.utah.edu/archives/reconquista-popular/2004w18/msg00020.htm