COMISION DE EXILIADOS ARGENTINOS EN MADRID - PAGINA PRINCIPAL
Documento 24 de Marzo de 2006

24 de marzo de 2006: 30.000 razones para seguir luchando
Se cumplen hoy 30 años del golpe de estado de 1976, que instalo la más feroz dictadura que conoce nuestra historia.
Estamos presentes varias generaciones para reafirmar la memoria, para mantener vivo el recuerdo de nuestros 30.000 detenidos desaparecidos, el dolor de tantos compatriotas asesinados, encarcelados, torturados, perseguidos y condenados al exilio. Marchamos para seguir exigiendo el
castigo de los responsables y ejecutores del genocidio, para denunciar la impunidad de ayer y de hoy, las nuevas formas de represión y para seguir luchando por los ideales por los que dieron su vida nuestros compañeros: una Argentina sin opresión, sin explotación y sin miseria.
Reivindicamos hoy, la resistencia y la gigantesca y heroica lucha obrera y popular que se abrió paso desde los socavones de la dictadura, la lucha inclaudicable de las madres, las abuelas, los familiares, los ex detenidos-desaparecidos, y todos los Organismos de Derechos Humanos, lucha que se continuó a lo largo de todos estos años en la pelea incesante por terminar con la impunidad del pasado y del presente.
La dictadura tuvo como objetivo imponer un proyecto de país. Para lograrlo recurrió al genocidio con el fin de destruir las organizaciones obreras y populares, exterminando a los luchadores y sometiendo por el terror al pueblo argentino.
Durante esos años, los países imperialistas, los terratenientes, los organismos multinacionales de crédito como el FMI, los monopolios y los grandes grupos económico-financieros nacionales y extranjeros fueron los
beneficiarios de estas políticas, que profundizaron la crisis estructural de la Argentina y agigantaron la desigualdad entre los pocos que acumulan enormes riquezas y los millones que no alcanzan siquiera a percibir un ingreso mínimo que les garantice la subsistencia. Esto fue así durante la dictadura y sigue siéndolo en la actualidad.
En su declive, la dictadura intentó apropiarse de la reivindicación histórica de Malvinas. Las mismas fuerzas armadas que aplicaron el terror fascista claudicaron cobardemente frente al imperialismo, mientras los
jóvenes soldados combatieron y murieron heroicamente en la defensa de Malvinas.
A pesar de que el terror fascista de la dictadura fue derrotado, las clases dominantes siguieron imponiendo la continuidad de su proyecto económico-social durante los gobiernos constitucionales posteriores.
Cambian los gobiernos, pero continúa el sistema que ha condenado a cerca de 14 millones de argentinos a la pobreza y la indigencia. En estos años vimos surgir la dolorosa Argentina de los hambreados, la de los millones de desocupados y los obreros flexibilizados y con salarios
por debajo del nivel de pobreza. La Argentina de la salud y la educación colapsadas. La de la corrupción por arriba y el hambre y el desamparo por abajo.
La Argentina de la impunidad, donde los sucesivos gobiernos ampararon a los ideólogos, responsables y ejecutores de los crímenes de la dictadura y mantuvieron intacto el aparato represivo. Esta impunidad engendró nuevas impunidades.
Pero a la vez creció la otra argentina; la de la lucha y la resistencia popular a todas estas políticas. Esta lucha tuvo un punto de inflexión en las heroicas jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, que sacudieron la argentina hasta sus cimientos. La oleada de piquetes, puebladas y paros que se venían sucediendo desbordó en esas jornadas en las que el pueblo se volcó a la calle porque no estaba dispuesto a soportar otro estado de sitio, ni a seguir en el mismo estado de opresión. 34 personas entregaron su vida en estas jornadas y otros 6 murieron luego a causa de las heridas
recibidas. La consigna "que se vayan todos" expresó a los millones que cuestionaron las instituciones del sistema.
Con nuestra lucha inclaudicable por justicia logramos la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que se reabran causas contra los genocidas en todo el país y conseguimos la detención y el procesamiento de alrededor de 150 represores.
Sin embargo, la gran mayoría disfrutan de prisión domiciliaria o están detenidos en unidades de las fuerzas armadas gozando de privilegios inaceptables. Y más de mil aun no han sido ni rozados por la justicia.
Por eso, hoy como ayer, exigimos cárcel efectiva, común y perpetua para los genocidas!
La mayoría de los jueces se niega a procesar a los represores como partícipes del terrorismo de estado y el genocidio, imputándoles únicamente delitos puntuales. Aún teniendo a la vista las listas de quienes integraban el personal de cada centro de exterminio y las de los
detenidos-desaparecidos que pasaron por ellos, los jueces cómplices se niegan a tratar estas causas como un plan sistemático de exterminio y desaparición.
Por otra parte, la Nulidad de los Indultos, reclamo que venimos levantando desde hace años, volvió a ser manipulada por el gobierno y sus representantes en la cámara de diputados, que hace pocos días votaron en
bloque contra su tratamiento y aprobación.
Por eso, hoy como ayer, exigimos la anulación de los indultos a los genocidas.
Uno de los efectos más perversos del genocidio y de la impunidad que lo sostuvo, es la situación que viven hoy en día los más de 500 hijos de nuestros compañeros desaparecidos, secuestrados junto a sus madres o
nacidos en cautiverio, que fueron apropiados, no conocen aún su verdadera identidad y permanecen secuestrados por apropiadores militares, policiales o civiles. Exigimos al Gobierno que encuentre a esos jóvenes y que les restituya su verdadera identidad. Exigimos el juicio y castigo a los
apropiadores y a los médicos y parteras que participaron de estos crímenes. Porque mientras haya una identidad cambiada, se pone en duda la identidad de un pueblo. Cada joven que recupera su identidad es una conquista de la lucha de todos.
Es por ello que, hoy como ayer, decimos: Restitución de la identidad a los más de 500 jóvenes apropiados.
No creemos en las tan publicitadas autocríticas de los comandantes en jefe de las fuerzas armadas. Mientras siguen sin entregar los archivos de la represión continúan espiando al pueblo, como quedó claro ahora con los
hechos de la Base Almirante Zar, el mismo lugar donde masacraron a los héroes de Trelew..
Y hoy como ayer, decimos: No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos!!!
En estos años la situación económica y social no ha cambiado: el gobierno de Kirchner está pagando una deuda externa ilegitima, inmoral y fraudulenta, mientras dice que nos estamos desendeudando. En el 2005 se efectuó el pago más grande de toda la historia nacional. Se convalidaron
las privatizaciones, se sigue beneficiando a las empresas que saquean nuestros recursos naturales, se avanzó en la devaluación del salario y la liquidación de las conquistas obreras. La desocupación sigue siendo masiva y la miseria que abarca a más de la mitad de la población, la destrucción de la salud y la educación pública.
Las grandes fortunas siguen evadiendo el pago de los impuestos, como lo demuestra que la mitad de los trabajadores están en negro, privados de sus derechos laborales. Hoy como nunca es cierta la afirmación de que estamos pagando la deuda externa con el hambre y la miseria del pueblo trabajador y explotado. Mientras tanto sigue aumentando el costo de la canasta familiar.
La mayoría de las empresas recuperadas por sus trabajadores, que heroicamente las mantienen abiertas y en producción cuando sus patrones huyeron o quebraron, lejos de recibir apoyo, son boicoteadas por el estado.
Por eso decimos Basta de políticas que generan hambre, desocupación y pobreza. No al pago de la deuda externa, No al ALCA. No a los tratados de libre comercio.
También durante este gobierno se produjeron graves hechos represivos contra el pueblo. La situación que hoy esta viviendo el pueblo de Las Heras, provincia de Santa Cruz, es la expresión concentrada de esta política. El norte de la provincia en la que reinan las petroleras y mineras imperialistas y los terratenientes, tiene una ciudad militarizada; los trabajadores y sus familias sufren una permanente persecución, los 20 presos políticos han sufrido torturas y el gobierno nacional como respuesta al conflicto, envió la Gendarmería. En los últimos días el Presidente de la Nación ha dicho que hubo excesos. Nosotros decimos: no
hubo errores, no hubo excesos. Exigimos en este 24 de marzo la inmediata libertad de toso los presos políticos de Las Heras y el retiro de la gendarmería.
La represión abarca diferentes lugares del país. Se persigue al movimiento obrero, se reprime, se desplaza y despoja de sus tierras al movimiento campesino, como el MOCASE en Santiago del Estero, y al movimiento de pueblos originarios, como el pueblo Quom en Formosa. Denunciamos la acción
de bandas paramilitares financiadas por los terratenientes.
Por primera vez después de la dictadura, en el 2005 se impidió el acceso de manifestaciones populares a la histórica Plaza de Mayo en respuesta a la gran movilización popular en repudio a la presencia del genocida Bush en la Argentina se dispusieron operativos de cerco en Mar
del Plata y Buenos Aires. Y aun hoy están presos militantes que expresaron su repudio a la visita.
Los detenidos a raíz de la protesta popular en la estación Haedo del Ferrocarril Sarmiento siguen presos. Los vallados se instalaron como parte del paisaje cotidiano. La Plaza de
Mayo, La Legislatura y el Congreso son ejemplo de ello.
Las amenazas y ataques que están recibiendo sectores destacados de la clase obrera buscan disciplinarla en momentos en que sectores importantes de los trabajadores empiezan a mostrar nuevamente su capacidad de lucha.
Continúa la tortura de los jóvenes en las cárceles y comisarías, que llegan a provocar la muerte, y que son parte del exterminio que sufren día a día nuestros jóvenes, especialmente los más pobres. Magdalena es un
e jemplo de ello.
El gatillo fácil y la presencia de las fuerzas de seguridad del Estado en los barrios populares, especialmente en la provincia de Buenos Aires, son parte de esta misma política.
Se han ratificado tratados internacionales sobre terrorismo, que solo servirán para profundizar la persecución a los luchadores populares. Y hay proyectos para sancionar las llamadas leyes antiterroristas.
Durante el gobierno de Kirchner hay más presos políticos que en todos los gobiernos constitucionales anteriores y se profundiza la criminalización de la protesta social. Día a día aumenta el número de procesados por luchar y contradiciendo sus promesas, el gobierno obstaculiza la sanción de la amnistía/ desprocesamiento de los luchadores populares.
Por eso decimos basta de represión. Retiro de la gendarmería de Las Heras y de todos los conflictos sociales. Libertad a los presos políticos. Amnistía o desprocesamiento de los luchadores populares.
Ya han pasado 15 meses de Cromañón. La corrupción y negligencia del Estado y los grandes negociados son las causas de esta masacre. Miles de jóvenes y sus familias, acompañados por organizaciones populares siguen marchando exigiendo juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de la muerte de 194 jóvenes y de los padecimientos de los miles de sobrevivientes de ese trágico 30 de diciembre. Como resultado de esta lucha se ha conseguido hasta ahora la cárcel para Chabán y la destitución de Ibarra, principal responsable político de lo ocurrido. La lucha sigue hasta terminar con la impunidad de todos los responsables.
La movilización popular en torno al pedido de juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de la masacre de Puente Pueyrredón ha logrado la condena a cárcel perpetua de Fanchiotti y Acosta, responsables
materiales de los asesinatos de Darío y Maxi. Lejos de ello se encuentran todavía los responsables políticos e intelectuales de este hecho represivo: Duhalde, Aníbal Fernández, Solá, Atanasoff y Álvarez entre otros, siguen todos en libertad y continúan impunemente desempeñando
funciones públicas.
La impunidad de la masacre de la AMIA es completada por el gobierno de Kirchner que mantiene cerrados los archivos secretos del Estado y niega su entrega a una Comisión Independiente. Después de reconocer la responsabilidad del Estado en el encubrimiento del atentado, sin procesados ni condenados, la política del gobierno nacional facilita la
prescripción de la causa AMIA en los próximos meses, con el objeto de encubrir su propia responsabilidad.
También continúan impunes: Los asesinatos de Ibáñez y Cuellar en Jujuy a fines de 2003; La detención, cárcel y tortura a trabajadores y desocupados, incluidos mujeres y niños en Caleta Olivia; La represión de los días 19 y 20 de diciembre de 2001; Los más de 1700 casos de gatillo fácil; La bomba de Plaza de Mayo en diciembre de 2003; La muerte de los 14 obreros de Río Turbio, victimas como cientos de trabajadores de inhumanas condiciones de trabajo y seguridad laboral; los ataques al Servicio de Paz y Justicia y las amenazas y agresiones a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo; el ataque a la sede del Partido Obrero y a los locales
del Frente Popular Darío Santillán; La masacre en la cárcel de Magdalena.
Por eso decimos no a la impunidad de ayer y de hoy.
Durante todo este tiempo ha crecido la movilización obrera y popular. Desde esta jornada de lucha apoyamos a todos los hombres y mujeres trabajadores ocupados, desocupados, jubilados, estudiantes, docentes, campesinos, pueblos originarios y a todos los que luchan por sus derechos
y por construir una Argentina con trabajo, salarios, salud, educación y vivienda para todos.
Apoyamos y reivindicamos la lucha férrea y permanente de las mujeres por sus derechos. Romina Tejerina se ha constituido en un símbolo de esa lucha.
Apoyamos la lucha del pueblo de Entre Ríos que enfrenta a las multinacionales y resiste la instalación de las papeleras.
La lucha de nuestro pueblo es parte de un torrente, una tempestad de puebladas y rebeliones que recorre América Latina. Crece la solidaridad con Cuba, Venezuela y Bolivia asediadas por el imperialismo, y avanza el reclamo de unidad y lucha de los pueblos de Latinoamérica.
Exigimos la libertad de los 5 patriotas cubanos presos en Estados Unidos, y denunciamos las torturas en la base de Guantánamo y en Abu Graib, y la utilización de fósforo blanco en la masacre de Faluya.
El imperialismo yanqui, que desató junto a sus socios una guerra genocida contra Irak, está empantanado por la heroica resistencia del pueblo irakí.
Todos los pueblos del mundo hemos manifestado no a la agresión imperialista a Irak y nos oponemos a los planes de invasión al hermano pueblo de Irán, a los pueblos de Medio Oriente y Corea del Norte. Apoyamos la lucha del pueblo palestino.
Repudiamos el plan Colombia y la instalación de nuevas bases militares en América Latina.
Repudiamos hoy las maniobras que pretenden usar la causa AMIA para sumarse a la campaña imperialista contra la nación irani.
Exigimos que el gobierno argentino, respetando el derecho de autodeterminación de los pueblos, retire inmediata y totalmente las tropas argentinas estacionadas en Haití y no mantenga cooperación militar alguna con los yanquis.
Por eso decimos: fuera yanquis de Irak y de América Latina, retiro inmediato de las tropas Argentinas de Haití.
Por nuestros 30.000 detenidos desaparecidos
A 30 años del golpe reafirmamos nuestra lucha para terminar con la impunidad de los genocidas de la dictadura: seguimos exigiendo, denunciando y luchando sin claudicaciones hasta ver a todos y cada uno de los asesinos detrás de las rejas. Pero sabemos que esa lucha no se agota
allí; también queremos terminar con la impunidad de los que hoy matan por hambre, desocupación, pobreza y entrega.
Recuperamos hoy la memoria de todos los caídos en las luchas a lo largo de nuestra historia.
Somos parte de un pueblo que lucha hace muchos años por un país donde sean posibles el pan, el trabajo, la tierra, la salud, la educación, la vivienda, una niñez y una vejez protegidas, una juventud con futuro, justicia y plena vigencia de los derechos humanos.
Por esa Argentina dieron su vida nuestros 30.000 detenidos desaparecidos.
Por esa Argentina nos comprometemos a seguir dando nuestro Presente en la lucha hasta conseguir que el país que soñaron y soñamos se haga realidad, una Argentina liberada de la opresión imperialista y de la explotación.
Las causas de sus luchas, que son las nuestras, siguen vigentes.
Por eso, sorteando todos los embates estuvimos, estamos y estaremos cada 24 de marzo en esta Plaza. Por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
30.000 compañeros detenidos desaparecidos Presentes!!!!!!

¿ Silencio Dónde están?

Fuimos a buscarlos. Pero no.
Nuestros padres y sus compañeros  siguen estando desaparecidos.
Llegaban los 30 años del golpe de Estado y de una forma inimaginable vivimos un despliegue de carrozas carnavalescas que bailaban al son de la memoria como pretendiendo entender el significado de la misma.
Sí, somos responsables todos de todos nuestros errores. ¿Y?
¿Cómo no cometerlos? Los que debían estar para marcar el camino quedaron en lugares tan remotos que ni el aroma del río o el olor a tierra húmeda pueden traerlos al presente. Y ahí, en ese punto, el ejercicio de memoria se parte en treinta mil pedazos quedando el presente y el pasado tan desconectados que
el futuro sólo se ve oscuro. ¿Y?
¿Los desaparecidos? Cautivos.
¿Dónde están?
Nadie sabe. En la Plaza de Mayo este 24 de marzo no pudimos encontrarlos.
30.000 veces escuchamos como desde el gobierno se pretendía poner financiación y muchas malas prácticas con el fin de cooptar su esencia más vital, la ausencia. Total, si no están, no puede ser muy complicado escribir su nombre a fuego y firmar con agua.
Pero no, no es posible.
La plaza es independiente y no tiene precio.
Nos quedará registrado en nuestro recuerdo lo terco del intento, la cantidad de llamadas intimidatorias y lo tenaz de la insistencia.
Opaca la voluntad política, deja sin efecto los gestos discursivos realizados y pierden credibilidad todas las victorias que supimos conseguir y todas las que vendrán gracias a la lucha constante de 30 años.
Porque quien se digne de levantar las banderas de nuestros desaparecidos debe tener en cuenta que la palabra, la voluntad y la práctica resultante deben ser íntegramente coherentes.
Parece de demente dejar un vallado que mutila la plaza al medio, justo uno de los días de más convocatoria en la historia argentina. Si no es locura, entonces es de un egoísmo político total.
Y que se sepa.
Quien osa llamarse “hijo de las madres” debería conmoverse hasta las lágrimas al ver que la bandera que porta los rostros de los desaparecidos no termina de hacer su entrada a la plaza.
Claro que esta falta total de respeto no corresponde sólo al gobierno ni a los movimientos sociales afines a este. Esos mismos que desde muy temprano “coparon” la plaza para tener un lugar de privilegio.
Que hablen las madres gritaron aunque nunca, por lo menos durante este año, quisieron escucharlas.
Y muchas fotos quedaron fuera de la plaza. Fuimos testigos principales de semejante atropello.
Y nos duele en el alma.
No porque haya sido el Presidente y los grupos oficialistas quienes actuando autoritariamente dejaron nuestras fotos fuera. Tampoco lo es por ver a otras organizaciones opositoras ser funcionales a la falta de respeto corriendo por calles paralelas para “copar” la otra mitad de la plaza. Conocemos sus prácticas, conocemos cuanto valoran los acuerdos y sabemos que son capaces de romperlos todos y dejar a nuestros padres fuera por el sólo hecho de salir en la foto. Ha quedado demostrado. No podía extrañarnos esta actitud de algunos partidos políticos autodenominados de izquierda cuando días antes el PC (Partido Comunista) y el PO (Partido Obrero) entraron a las patadas al ex centro clandestino de detención, tortura y exterminio El Olimpo, donde prendieron fuego y se llevaron hasta el bronce de las rejas. Les importo muy poco que con esta actitud pudieran perjudicar elementos que sirven de prueba para los juicios contra los crímenes de lesa humanidad. Les importó muy poco lo funcionales que estaban siendo a la impunidad de los genocidas.
El 24 de marzo la plaza quedo “copada”. Sólo por expresiones partidarias. Sólo por aquellos que hacen y deshacen, una y otra vez con el único fin de incrementar sus arcas electorales. Afuera quedó la más masiva manifestación de los últimos años, reclamando el juicio y castigo a los genocidas.
Y una vez que la picardía, la velocidad y la fuerza de opresión llegaron a la plaza solo faltaba que empiece el show.
Nuestros padres desaparecidos no fueron invitados.
Tenemos treinta mil razones para no firmar ese documento y ninguna de ellas habla sobre el contenido del mismo. Cuando un discurso queda totalmente vacío de identidad uno no debe pararse en lo que está escrito sino en aquello que por falta de humildad quedó desaparecido en las palabras.
Por eso mismo es que los H.I.J.O.S. no firmamos ningún discurso que no nombre a Jorge Rafael Videla. Porque en él encontramos al símbolo de todos aquellos que utilizan la tortura como aire para respirar. No sólo los Massera, Menéndez, Astiz, Etchecolaz, también los Franchioti, los Weber y cada uno de los asesinos que no dudan al gatillar y que tantas vidas nos siguen costando. Si no comenzamos por poner un nombre que nos remita a todos ellos muy difícil será obtener entonces el tan ansiado Juicio y Castigo.
Tampoco podemos poner nuestra firma como aval en un documento que toma a la memoria por cautiva y que omite poner en sus páginas la significación máxima de oscuridad y tabicamiento. No estamos de acuerdo en firmar un documento que niega la existencia, al olvidar que en Campo de Mayo están enterrados nuestros padres. Y aunque parezca una metáfora nada tiene de ella, simplemente porque sus cuerpos ahí están. Porque es la mejor forma de entender qué es la desaparición forzada de personas. Porque al no nombrarlo estamos dejando fuera los más de 600 centros clandestinos de detención
tortura y exterminio. Y de esta forma el camino hacia la verdad queda totalmente excluido de esta jornada de lucha.
De la misma forma es que no podemos dejar pasar la ausencia en el escrito de quien representa la más vigente expresión de impunidad: Luis Abelardo Patti. Porque es la impunidad del hoy la que le permite obtener 500 mil votos. Y porque será la impunidad del mañana la que permita que este torturador asuma
como Diputado Nacional. No podemos creer que en semejante fecha Patti quede excluido del discurso.
Porque en esta jornada de reivindicación de la lucha no podemos comprender como es que se plantean conflictos totalmente válidos, como el pueblo organizado de Colón y Gualeguaychú; pero se desconozca totalmente su relación con el pasado más reciente y el desencadenamiento hasta el presente. La
mezquindad en el debate hace que dejemos de lado nombres tan representativos del dolor y la resistencia como Olga Aredes, madre que dejó de estar físicamente entre nosotros por la contaminación desaparecedora de los cómplices más cercanos de la dictadura, los Blaquier y su ingenio Ledesma.
Aquellos que hoy siguen teniendo beneficios del genocidio mientras nos intoxican el futuro ante la mirada y el silencio cómplice de toda la sociedad. Que se hagan cargo pues todos aquellos a quienes el cargo de
conciencia les produce dolor y vergüenza.
Porque cómplices hay muchos y porque esos muchos pasean inadvertidos por las calles de nuestro desolado país, es que no podemos firmar un documento que no hace mención a la masacre de Margarita Belén. Y no pretendemos que se mencione porque los compañeros caídos nos lo obligan. Lo que nos obliga a nombrarla es una de las complicidades más viciosas y dañinas y a la que menos hemos conseguido señalar. El genocidio no podría haberse cometido si la (in)justicia que todavía reina en el país no hubiese tomado cartas en el asunto. Esa misma (in)justicia es la que hoy transita por el consejo de la magistratura y es nuestro deber de luchadores por los derechos humanos el presionar con todo nuestro compromiso y dolor para que los jueces Tomás Inda y María Beatriz Fernández, responsables de liberar a milicos genocidas, rindan cuentas ante toda una sociedad que sin saberlo ha sido violada en su derecho mas anhelado, obtener justicia.
¿Cómo firmar un documento en que se habla del hambre pero no se menciona a Martínez de Hoz?
¿Cómo reivindicar la lucha de nuestros padres sin nombrar a Rodolfo Walsh, Norma Arrostito y Roberto Santucho?
¿Cómo dar validez a un discurso que deja de lado la inspiración más divina de la lucha? Porque reivindicar la lucha de los treinta mil es gritar a viva vos: “Padre Carlos Mugica, Obispo Angelelli Presentes, ahora y siempre” tan pero tan fuerte que cruce los océanos y haga temblar el poder mundial
enquistado en lo mas profundo de la riqueza.
No pensamos firmar un documento que no nombre a nuestros padres por su identidad política, porque sino seguirían desaparecidos como bien quiso Videla. Nuestros viejos militaban en el centenar de organizaciones que agitaban la bandera de la transformación social, muchos en PRT-ERP y Montoneros, y con ambas queremos traer al presente a todas y cada una de las organizaciones sociales, políticas y armadas que dieron esa lucha de vida o muerte que hoy pretendemos rescatar. Era nuestro deber como militante de derechos humanos, por todos aquellos que dieron la vida por nosotros.
Por más que los medios cómplices difamen una y otra vez el sentido de cada lucha y cada gesto de rebeldía. Por más que quieran hacerle creer al pueblo que los incidentes en la plaza de Mayo responden a intereses partidarios e internas del poder. Acá no existe ningún feriado que pueda ocultar los casos
de represión que se siguen suscitando en todo el territorio. Tampoco pueden hacerlo los titulares de los medios artífices de la implantación de la “teoría de los dos demonios”, paradójicamente tampoco nombrada en este discurso lavado, tibio e irrespetuoso. Teoría que reeditó el Ministro Fernández cuando hace pocos días llamó siniestra a la izquierda, lo repudiamos enérgicamente porque ser de izquierda es una ideología que no es siniestra sino todo lo contrario porque está en contra de la explotación del hombre por el hombre.
No podíamos firmar el documento y no podíamos hacerlo porque no representaba ni una síntesis de lo que implico El Golpe de Estado de 1976 y los treinta años desde este.
Y esto fue lo que consensuamos todos los compañeros de H.I.J.O.S. Capital tras horas y horas de discusión.
No esperamos que nos comprendan.
¿El no firmarlo significaba que no debíamos permitir que se lea, que debíamos romper el acto?
No, de ninguna manera.
Ni siquiera cuando había quedado en el olvido el nombre de quien representa la síntesis de nuestra lucha. Uno de los símbolos más grandes de toda la historia de las luchas de nuestros pueblo. El único nombre que por nada del mundo podía quedar desaparecido de estos treinta años: Azucena Villaflor. Sobre todo cuando el año pasado se recuperaron sus restos junto con los de otras dos heroicas madres: Ester Ballestrino de Cariaga y Ana María Ponce de Bianco.
Los H.I.J.O.S. no acordamos lo que terminamos haciendo.
Fue espontáneo.
Impulso incontrolable que nos demuestra que nuestra herida sigue abierta y quien tire sal sobre ella debe pagar con todo el peso de la memoria.
Porque un documento que supuestamente representa a más de trescientas organizaciones no puede ser manipulado por teléfono la noche previa. Y decimos supuestamente porque un gran número de ellas son sellos de los mismos partidos políticos que firmaron el documento y otras, nos consta, no fueron consultadas si querían firmarlo.
Todas estas palabras que decimos faltan en él, no podemos incluirlas a 5 minutos de su lectura.
Era posible.
Era un pedido de unos pocos por atrás de todas las organizaciones que firmarían el documento. Vulnerando una vez más los espacios de construcción y consenso. H.I.J.O.S. no podía firmar un discurso en estas condiciones porque para nosotros el consenso es una forma construcción política y una práctica diaria.
¿Qué íbamos a explicarle a las organizaciones sociales, que encabezamos en la marcha y se quedaron fuera de la plaza? ¿Cómo explicar la mezquindad de quienes se apropiaron políticamente de la memoria, la verdad y la justicia?
No existían palabras.
Sólo poner el corazón.
30 años han pasado.
¿Dónde están nuestros 30 mil desaparecidos?
No pudimos encontrarlos en la Plaza de Mayo.
Nadie supo decirnos donde buscar.
Quedamos desorientados, con el corazón en la boca y las lágrimas fuera del cuerpo.
Totalmente perdidos.
¿Cómo nos corremos de semejante escenario?
¿Quién indicaría el cartel de salida de emergencia?
Fue visceral.

Fue instintivo.
Fue espontáneo.
Allí donde reinaba la incertidumbre, volvimos a buscar nuestro norte.
¿Quién nos contiene ante la ausencia?
Un pañal blanco sobre la cabeza de una simple viejita.
Fue ahí que muchos de nosotros estallamos en un grito:

¡Que hablen las madres la puta que lo parió!
Los H.I.J.O.S. las queremos escuchar.

 

 
 

H.I.J.O.S. Regional Capital

Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido