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ULTIMAS E IMPORTANTES NOVEDADES SOBRE EL TRATAMIENTO DE LA LEY DEL EXILIO

 

CARTA DE LA COMISIÓN DE EXILIADOS ARGENTINOS MADRID (CEA-M) A LOS DIPUTADOS DE UCR INTEGRANTES DE LA COMISIÓN DE JUSTICIA DE DIPUTADOS

 

INFORME COMPLETO REMITIDO POR LOS COMPAÑEROS DE COEPRA  EL 29 de septiembre de 2005 

con la información relativa a la reunión de la COMISIÓN DE JUSTICIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS del día martes 27 de septiembre

Enviar email a los diputados de UCR solicitando dictamen favorable

IMPORTANTE PARA LOS COMPAÑEROS QUE SE EXILIARON EN VENEZUELA

Palabras pronunciadas por SUSANA GABBANELLI

PALABRAS PRONUNCIADAS POR GUILLERMO POCHETTINO

 

 

Comisión de Ex Exiliados Políticos de la República Argentina

coepra@hotmail.com



Buenos Aires, 29 de septiembre de 2005

Compañeros:

¡Por fin lo logramos!. La Comisión de Justicia de la Honorable Cámara de Diputados el 27 de septiembre trató la Ley de Reparación del Exilio.

Cuatro largos meses tuvimos que esperar, a pesar de los esfuerzos realizados, para que el Proyecto de Ley avanzara.

Para todos nosotros era un paso fundamental, por lo cual la movilización y presencia de compañeros fue un objetivo buscado y logrado. Una vez más, como en reuniones de otras comisiones, el hall del anexo de la Cámara fue lugar de reencuentros y alegrías.

Pudimos ver así compañeros santafesinos, rosarinos, platenses, porteños, del Gran Buenos Aires, aunados con un solo objetivo: sumar fuerzas para nuestro justo reclamo.

El Presidente de la Comisión, Diputado Dr. Carlos Martínez abrió la sesión con breves palabras informando que a pedido del Diputado Baltuzzi de la UCR, la Comisión trataría nuestro Proyecto de Ley y que en nombre de los exiliados harían uso de la palabra dos compañeros, cediéndole a continuación la palabra al Diputado Baltuzzi.

El Diputado mencionó que este era un Proyecto que ya había sido tratado en otras comisiones y sobre el cual había escuchado encontradas posiciones con críticas de izquierda y derecha, fundamentalmente sobre el alcance de la Ley, por lo que opinó que había que conocer sus fundamentos para tomar una decisión. Para tal fin consideró oportuno ceder la palabra a los representantes del exilio.

En primer lugar habló la compañera Susana Gabbanelli y posteriormente lo hizo el compañero de Rosario, Guillermo Pochettino.

Por último el Presidente de la Comisión le dio la palabra al Sub Secretario de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos del Ministerio de Justicia de la Nación, Dr. Rodolfo Mattarollo, quien expuso la posición del Poder Ejecutivo con relación a esta ley.

El Dr. Mattarollo, hizo un relato de los antecedentes, mencionando a la ley de presos y la de desaparición forzada de personas. Destacó que el caso Vaca Narvaja marcó un punto de inflexión, debido a que la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por primera vez, emitió un dictamen favorable al pedido de indemnización en un caso de "exilio puro", es decir, exilio sin que hubiera una detención previa. Señaló también el interés del Ejecutivo en la sanción de esta ley.

Los diputados de la UCR miembros de la Comisión, pidieron tiempo para consultar con su bloque la actitud tomar. Debido a que reglamentariamente esta solicitud no se puede soslayar, el tratamiento final se prorrogó hasta el martes próximo.

Antes de retirarnos COEPRA habló con el Presidente de la Comisión, Diputado Martínez quien nos manifestó que si para la próxima semana los Diputados Radicales no habían decidido su voto, el proyecto sería enviado a la Comisión de Presupuesto y Hacienda con las firmas de los Diputados que estuvieran de acuerdo y la UCR quedaría en disidencia.

Dado que, sería importante que el proyecto llegue sin disidencias al recinto, les pedimos que envíen E-mails a los Diputados de la UCR integrantes de la Comisión, para que lo voten en forma favorable.

El tratamiento del proyecto en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, es el último paso previo a su votación en el recinto de la Cámara de Diputados.

En cuanto tengamos noticias de la votación final se los haremos saber.

Un abrazo.

COEPRA
Diputados de la UCR, miembros de la Comisión de Justicia
Cappelleri, Pascual   PCAPPELLERI@diputados.gov.ar

Damiani, Hernán Norberto  HDAMIANI@diputados.gov.ar

Storani, Federico Teobaldo  FSTORANI@diputados.gov.ar

 

 

 



 


!!!IMPORTANTE¡¡¡¡.

 

 

Ponemos en conocimiento de los compañeros que han estado exiliados en Venezuela que el consulado de ese país en Argentina está entregando certificación de asilo político.

Deben dirigirse al mismo en el horario de 9,30 a 12,30 hs. llevando original y fotocopias de las constancias que tengan de su residencia allí.

 

 

 


 


Palabras pronunciadas por SUSANA GABBANELLI


Agradezco a mis compañeros por designarme para leer este escrito que refleja el pensamiento de todos y para cuya redacción además de las nuestras, hemos utilizando palabras de otros compañeros exiliados, especialmente de los compañeros del CEA-M, Comisión de Exiliados Argentinos de Madrid, como una manera de tenerlos a todos presentes aquí hoy con nosotros.

Saludamos y abrazamos a los compañeros exiliados que nos acompañan. Además de compañeros que viven en Buenos Aires, hay compañeros de Madrid, de Rosario, de Santa Fe, de La Plata, Lomas de Zamora y otras localidades de la Provincia de Buenos Aires, de Brasil.

Agradecemos la presencia del Dr. Rodolfo Mattarollo, Subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos del Ministerio de Justicia de la Nación y del Dr. Gonzalo Romero, Coordinador del Área Exiliados de la Dirección Nacional de Derechos Civiles y Políticos de esa misma Secretaría.

De la misma manera, queremos hacer un reconocimiento a la presencia del Dr. Sebastián Negri, que junto con la Dra. Eva Palavecino que no pudo estar presente, son los responsables de la Unidad de Trabajo y Apoyo a los Exiliados Políticos, creada en Cancillería a instancias del Sr. Canciller Dr. Rafael Bielsa.

La participación de representantes de organismos que integran el Poder Ejecutivo Nacional, habla del interés del Gobierno en esta ley reparatoria, que por otra parte, recibe también el apoyo de varios gobiernos Provinciales, a través de sus Secretarías de Derechos Humanos. Este apoyo, que igualmente reconocemos, ha permitido a los compañeros de Rosario estar presentes con nosotros aquí.

Finalmente, no queremos dejar pasar la oportunidad de hacer una especial mención para los cientos y cientos de compañeros residentes en Argentina o en el exterior, que durante todos estos meses en que este proyecto de ley no se trataba enviaron E-mails intentando desbloquear una situación que los exiliados no pudimos entender ni justificar.

Señores Diputados:

Casi 7 años han pasado desde que el 28 de noviembre de 1998, por primera vez en esta Cámara, los entonces Diputados López Arias, Losada, Conti, Busti y Bordenave, presentaran el proyecto que sirvió de base para la redacción de la ley de reparación del exilio que hoy están ustedes analizando.

7 años, desde que a instancias de los Diputados autores del proyecto los exiliados fuimos convocados al Salón de Los Pasos Perdidos para apoyar esa presentación.

Hoy estamos aquí como desde hace 7 años defendiendo este proyecto que ya tiene la sanción del Honorable Senado de la Nación y para expresar que queremos que se apruebe sin demoras.

Para afirmar esto hemos venido un grupo de ex exiliados políticos, representando al exilio argentino.

Pero este grupo, presente aquí, no lo representa solo en el sentido de actuar en nombre del resto de los compañeros exiliados.

Lo representamos en el sentido de que en este grupo se concentra el dolor y el sufrimiento de una parte de los sobrevivientes de una generación de compatriotas que en un momento de la historia de nuestro país se atrevió a soñar con un destino mejor para nuestra patria y fueron perseguidos por esto.

Somos una parte de las víctimas del Terrorismo de Estado que se estableció como política en nuestro país a mediados de los 70.

En este grupo, ustedes ven a personas que fueron secuestradas, torturadas, violadas por los que dijeron que venían a "reestablecer el orden" y sumieron al país en la noche más negra de la historia Argentina, pisoteando la Constitución Nacional y subordinándola a lo que llamaron Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional.

Aquí estamos, los que estuvimos presos y pudimos escapar, los que sufrimos atentados contra nuestra vida, los amenazados de muerte, los que debimos recoger y enterrar los restos de nuestros seres queridos, amigos o compañeros destrozados por las balas de las Itacas de la triple AAA y las fuerzas de seguridad transformadas en asesinas del pueblo y también estamos, los que seguimos sin poder hacerlo, los familiares de los compañeros desaparecidos.

Aquí están también, nuestros hijos que debieron acompañarnos en el destierro y los que nacieron en el exilio.

Nuestros queridísimos hijos, que no entendían porque nos fuimos, porque los dejamos sin la gran familia de abuelos, de tíos, primos, esa gran familia que acaricia y protege, y que necesitaron construir sus personalidades, sus historias, en otras culturas y solitos tuvieron que encontrar su equilibrio con padres que vivían en una dualidad permanente.

Nos acompaña también, el recuerdo de aquellos compañeros que no sobrevivieron el exilio. Muchos de ellos, fallecidos prematuramente por enfermedades que tenían su origen en las torturas recibidas o agravadas por el dolor del extrañamiento.

Somos parte de los que, con una tergiversación del idioma propia de los ideólogos del nazismo, fuimos acusados de subversivos por quienes subvirtieron la Constitución Nacional, derrocando a cuanto presidente electo se les ocurrió por medio de golpes de estado, e impidiendo el ejercicio democrático, proscribieron durante años a quien el pueblo quería como presidente.

Somos parte de los que fuimos acusados de asesinos, por los herederos de los fusiladores de cientos de trabajadores desarmados en la Patagonia en las huelgas de 1923 y 24, los cobardes criminales desaparecedores de 30.000 compañeros en la década del 70.

Somos parte de los acusados de ponedores de bombas por los impiadosos bombardeadores de Plaza de Mayo el 16 de junio de 1955.

Somos los acusados de defender ideologías extrañas al sentir nacional, por los formados en las escuelas militares de EE.UU. y el canal de Panamá y que aplicando lo que allí aprendieron, llevaron la deuda externa de 7.000 millones de dólares, a 45.000, atando nuestro destino como Nación al sojuzgamiento de organismos internacionales como el FMI, e impusieron a sangre y fuego, una política económica que condenó al 51% del pueblo argentino a la miseria.

Pero aquí estamos.

Somos sobrevivientes de la masacre.

Y estamos discutiendo los contenidos de una ley de reparación del exilio, con cuya aprobación, los exiliados políticos tenemos conciencia de que seremos objeto de un hecho justiciero sin precedentes, que forma parte de la política de Derechos Humanos que se está delineando en nuestro país con las leyes que se han votado últimamente, poniendo a la Argentina como ejemplo en el mundo.

Vincular el exilio a los Derechos Humanos, es un reclamo de primer orden contra un estigma de cruel vigencia entre los grandes padecimientos de la humanidad.

Exigir la reparación del arrebato de la identidad personal y colectiva tras el destierro obligado, debe ser una bandera de convicción: Los estados que expulsan población mediante el terror, la exclusión o el quebranto económico, deben responsabilizarse de su barbarie.

Dice Edward Said, el escritor emblemático que falleciera hace poco en Estados Unidos y pertenecía a un pueblo que sabe mucho del exilio, el pueblo Palestino: "El exilio es la grieta insalvable producida por la fuerza, entre un ser humano y su lugar de nacimiento, entre el yo y su hogar. La desdicha esencial de esta ruptura no puede superarse. Ciertamente existen historias que presentan al exilio como una condición que abre la vida a episodios heroicos, románticos, gloriosos y hasta triunfales. Pero son solo historias, esfuerzos para vencer la inválida desdicha del extrañamiento. Los logros de cualquier exiliado están permanentemente carcomidos por su sentido de la pérdida."

Estas frases expresan con claridad el drama individual del exiliado. Pero además con la expulsión de una parte de su población, el mismo estado en su conjunto pierde la riqueza que da la variedad de visiones, de creencias, de estilos de vida que componen un pueblo.

Por eso, la lucha por los Derechos Humanos debe empezar por el respeto que deben tener los estados ante la integridad del cuerpo social, sin discriminaciones, sin deformaciones, sin exclusiones, sin expulsiones.

Debe terminarse con actitudes sentenciosas tales como "el que no está conforme que se vaya", o "el que no puede pagar que mendigue en el extranjero", el antiguo "comunistas a Moscú", el a "llorar al Muro de los lamentos", "los negros al África", o el más novedoso, el "a esos que protestan hay que matarlos a todos".

Como producto de esos incivilizados criterios hay millones de seres humanos en el mundo, invadiendo fronteras a pecho descubierto sin coste alguno para los estados que los echan, millones de desterrados vagando por países extraños que buscan un lugar en dónde hallar lo negado en su tierra natal.

Miles de argentinos lo hemos experimentado en carne propia a partir de la política de Terrorismo de Estado que se instauró en nuestro país a mediados de los 70.

Esta ley reparatoria del exilio, mas allá de tener un fuerte contenido político, da cumplimiento en este tema, a las obligaciones asumidas por el Estado Argentino en materia de Derechos Humanos, en especial a la obligación de protegerlos y si así no lo hiciere, reparar su violación.

Por medio de la ley se obligará al Estado Argentino a indemnizar justamente a las víctimas de la violación a derechos fundamentales establecidos en el artículo 14º de nuestra Constitución, dando estricto cumplimiento a lo establecido en la Convención Americana de Derechos Humanos, instrumento internacional incorporado a ella, y que establece que los estados partes están obligados a indemnizar a las victimas, mediante una reparación justa e integral.

Tenemos claro que en nuestro caso, esta ley reparatoria, marcará un hito, aportando otro Nunca Más: Nunca más un estado indiferente y mucho menos cómplice del destino de compatriotas perseguidos por sus ideas o peor aún, por la sospecha de poseer una idea política diferente o tener un pariente o un amigo que la tuviese.

Queremos finalizar con las palabras que nos envió desde Francia Alicia Bonet Krueger la que fue compañera de uno de los compañeros fusilados en Trelew:

"El exilado político argentino es respetado, escuchado, se ganó un lugar en cada país por la fuerza interior que demostró siempre y por la fidelidad a los valores morales fundamentales; ese respeto hoy parece que esta llegando a la Argentina. Esta vez con la "ley del exilio" parece que las cosas se están poniendo en su lugar.

Nunca podremos recuperar las personas que fuimos, ni las casas que nos rompieron, el exilio produce una herida total - profunda- irreversible, te quedas partido en dos. Por suerte, nos llevamos nuestras raíces en nuestros bolsillos, porque ellas nos permiten saber de dónde venimos, porque de ellas salieron nuestros hijos que hoy le han puesto a nuestros nietos nombres de compañeros, ¡qué revancha! Ni nos callamos, ni nos mataron y hoy transmitimos nuestra historia en los cinco continentes.

Y ahora ustedes desde allí nos reconocen como "victimas de la dictadura y la represión."

No nos justificaremos más por estar vivos, por haber rehecho nuestras vidas.

No seremos "turistas" cuando volvemos a Argentina. Seremos argentinos enteros en cualquier parte del mundo. Seremos una sola persona aunque tengamos varios pasaportes y comenzaremos a hacer los duelos interminables.

Considero que se deben concretizar las reivindicaciones que propone la "ley del exilio" como un trabajo fundamental y urgente".

Hoy, es en esta Comisión de Justicia de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación que recae esta responsabilidad.

Y para ello se debe establecer si es correcto reinstaurar la justicia, si es justo que la justicia en lugar de castigar a los que violan la ley como es su sentido habitual, cumpla también otra finalidad: reivindicar a ciudadanos que no tuvieron otra opción que el exilio para preservar sus vidas y su libertad amenazadas por un estado terrorista que infringía impunemente la ley.

Creemos que el derecho y la justicia han de ir unidos para así poder cumplir con el fin último del Estado y es esto lo que hoy estamos aquí reclamando.


 

Palabras pronunciadas por GUILLERMO POCHETTINO



Agradezco en nombre de los exiliados que residimos en el interior por la posibilidad de expresarles nuestra opinión acerca del proyecto de ley que se va a considerar, en especial al presidente de esta comisión diputado Martínez y al diputado por Santa Fe Baltuzzi, quienes nos invitaron a participar hoy.

Teniendo en cuenta lo expresado por la compañera Gabbanelli -y que compartimos totalmente- vamos a ser breves.

La mayoría de los argentinos aprendimos a través de la tragedia el inmenso valor que tiene el respetar los derechos humanos y la responsabilidad que en su cumplimiento el Estado asume respecto de cada uno de sus ciudadanos. No fue así durante vastos períodos de nuestra existencia como Nación particularmente durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional y en el período que lo antecedió con la aparición de las 3ª. Asesinatos, desapariciones, cárceles robos de bebés y persecuciones fueron las acciones con las cuales se pretendió anular toda resistencia al modelo antinacional que se instauró. También ello obligó a cientos de ciudadanos, militantes o no, a marchar al exilio. Esto implicó para quienes fuimos obligados a irnos del país a una suma de pérdidas. Pérdida a la pertenencia a un lugar, pérdida de vínculos familiares, pérdida de proyectos de vida pergeñados por años, pérdida de poder participar en la construcción de un modelo de país, pérdida de nuestros hijos - nacidos aquí o en el exterior- de compartir con abuelos, tíos, primos, su infancia debiendo hacerlo en el marco de otros idiomas , culturas y costumbres. Fue, repito, una suma de pérdidas.

Pero si algo el exilio argentino, y lo digo orgullosamente, no perdió fue nuestro compromiso con nuestra Patria, nuestros compatriotas y nuestros ideales. Fue así que con diferentes formas en los distintos países en que nos establecimos, pudimos denunciar y desenmascarar los crímenes de la dictadura a través de las campañas "antiargentinas" según Videla y sus secuaces. Éramos los voceros en el exterior de aquellos que en el propio país denunciaban los familiares y las incipientes organizaciones de derechos humanos.

La restauración de la democracia en 1983 dio inicio a un proceso en el que con mas avances que retrocesos, la sociedad reconoció aquella responsabilidad del Estado en la violación de sus derechos elementales y a través de sus instituciones surgieron leyes que obraron a modo de reparación directamente sobre los damnificados o sus familiares. Me refiero específicamente a las leyes que beneficiaron a los que fueron presos y a los familiares de desaparecidos.

Estamos convencidos que la sanción por parte de los Señores Diputados, de este proyecto de ley, ya aprobado por la Honorable Cámara de Senadores de la Nación contemplando la situación de quienes fuimos exiliados, contribuirá a fortalecer el compromiso de los argentinos con los derechos humanos. Y esta ley no solo nos resarciría a los directamente beneficiarios, sino a toda la sociedad, pues sería una forma mas de convalidar y reconocer el derecho a la libertad de pensamiento, opinión y acción política, en la tierra en que uno ha nacido, se educó, donde trabajó.

Finalmente, la sanción de esta ley reafirmaría el compromiso de los Señores legisladores, nuestros representantes elegidos democráticamente, y posibilitaría la continuidad en el perfeccionamiento del Estado en relación para con los derechos humanos en nuestro país.


COMISION DE EXILIADOS ARGENTINOS   MADRID

Plaza Tirso de Molina 8 - Bajo - Madrid 28012     Teléfono/fax: 91 429 72 92 www.nodo50.org/exilioargentino  
ceamadrid@hotmail.com             exilioargentino@yahoo.es


 

En Madrid a 1 de octubre de 2005

 

Sres. Diputados por la Unión Cívica Radical

 

Desde España, como parte del exilio producido por la política antinacional implementada especialmente luego del golpe genocida del 76 pero cimentada en la necesaria exclusión de las mayorías resistentes, queremos hacerle llegar nuestra voz de argentinos excluidos.

 

Nos dirigimos a ustedes en su calidad de integrantes de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados solicitando su apoyo activo para que la Ley de reconocimiento del exilio pueda ser por fin promulgada.

 

Solicitamos que los señores diputados, integrantes de uno de los movimientos nacionales que en el siglo XX intentaron construir nuestra identidad nacional, apoyen esta ley.

 

Creemos muy importante que lo que la justicia ya dictaminó mediante el fallo de la Corte Suprema sea una realidad gracias a lo que los representantes elegidos por el pueblo voten favorablemente.

 

Una oportunidad como esta esperamos pueda ser aprovechada para que las generaciones venideras  sean conscientes que los representantes populares (Diputados y Senadores) son los generadores de las leyes que den base a un futuro independiente para nuestro país inmerso en una Latinoamérica unida.

 

Por la Comisión de Exiliados Argentinos – Madrid  

CEA-M

 

Cristian Areal , José Portas y Julio Míguez