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Homenaje en vida al poeta 

 MARCOS ANA
(El mítico poeta español, sobreviviente
de las cárceles franquistas)

 

Te llamo desde un muro

Oye, hermano, te llamo desde un muro;
clavado entre unas piedras
donde las sombras hacen su nidada.
Hablo desde la pena.
Entre los huesos mismos del dolor te llamo.
Mi voz, como esas hierbas
que en la ranura de una roca crecen,
se ha mantenido pura!
no escupió a su bandera,
ni doblegó sus hombros,
ni ha mentido canciones,
ni se pasó al oscuro.

Veinte veces cruzó la primavera,
y mis alas a un cepo atrapadas,
y el ardor de mi sangre entre cadenas.
¡ Pero hoy mi voz -sin llanto- te reclama!
mi lengua es una herida que flamea,
como un pájaro ardiendo en tu ventana.

Ni un día más, amigo. No consientas
este tropel de muros obcecados;
tanta luz sin salida, tanta puerta
cerrada ante mis ojos.

Mi corazón te espera,
aguarda tu palábra y en los muros,
como un río apresado, se golpéa
 

Marcos Ana

CONTRAOLVIDO AL RESTO
La memoria como lugar de resistencia

Organiza LIBRES DEL SUR
Coordinan  Néstor Ventaja y Daniel Barroso

Segundo Encuentro
VIERNES 28 DE OCTUBRE  - 20:30

Homenaje en vida al poeta 

 MARCOS ANA
(El mítico poeta español, sobreviviente

de las cárceles franquistas)

 

Testimoniarán sobre el poeta:

 

Luís Alberto Quesada

(Poeta, compañero de ruta y de prisión)
 

Jorge Piro

(Musicalizador de sus poemas)

 

Ramón de Almagro

(Difusor de su obra en Internet)


“contraolvido musical”

(Músicos interpretando sus poemas)
 

Av. H Irigoyen 1635  Avellaneda
Tel. 4218-2477
libresdelsur@yahoo.com.ar

(entrada libre y gratuita)

Historia de una Vida truncada

 FERNANDO MACARRO CASTiLLO (Marcos Ana) nace en Ventosa del Río Almar, una pobre aldea de la provincia de Salamanca, el 20 de Enero de 1921. Sus padres Marcos Macarro y Ana Castilla, son campesinos sin tierra. En 1929 se traslada a Alcalá de Henares, contratados como hortelanos. Marcos tiene 8 años. Asiste poco tiempo a la escuela y aprende sólo a leer y escribir. Debe trabajar, ayudar a su padre en las tareas agrícolas y otras veces, recorrer cortijos y pueblos vendiendo, en un carrito, pequeños artículos: cordeles, herramientas campesinas.

 En 1936 estalla la sublevación franquista. Marcos Ana tiene 15 años apenas, se va voluntario al frente de Guadarrama en un batallón de milicias. Luego, al formarse el Ejercito Regular, es dado de baja por menor de edad. En Alcalá de Henares, mientras lucha en las labores de retaguardia: La producción, la educación, la preparación premilitar de la juventud, un día recoge el cadáver de su padre de entre los escombros de su casa destruida. A los 17 años se incorpora al Ejercito, en la Octava División.

 Cuando llega el fin de la guerra, marzo de 1939, con miles de combatientes republicanos es atrapado en el puerto de Alicante, es conducido al campo de concentración de Albatera, donde el hambre, los castigos, el suicidio y las ejecuciones diezman las filas de los prisioneros. Se evade y va a ocultarse en Madrid. Pocos días después es detenido. Era Abril de 1939, tenía 18 años y tres meses. Ya no habría de conocer la libertad hasta 1961, casi a los 41 años de edad. En una comisaría de Madrid, es torturado durante 43 días en forma tal que al ser trasladado a la cárcel de Porlier no puede andar, ni llevarse el alimento a la boca: sus compañeros deben asistirlo como a un recién nacido.

 Condenado a muerte, espera noches y noches ser sacado al fusilamiento mientras ve marchar hacia la muerte a centenares de hombres. Un día es hallada por los guardias una hoja que circulaba entre los presos alentándoles a mantener la fe, a no desmayar en la terrible adversidad. Marcos Ana se presenta a declararse autor de aquella hoja para evitar el suplicio indagatorio a que se estaba sometiendo a numerosos presos. Es torturado otra vez. Un nuevo consejo de guerra vuelve a condenarle a muerte. Su madre cuando lo supo, perdió el conocimiento y no lo recobró más. Esto sucedía en 1943.

 Marcos recorre, una tras otra, fatídicas prisiones: la Cárcel del Conde de Toreno (allí estuvo con el poeta Miguel Hernández, muerto después en un calabozo), el Penal de Ocaña, la prisión de Alcalá de Henares y por fin el penal de Burgos, donde pasó 15 años. En todas estas prisiones ha sufrido castigos inauditos.

 En Ocaña  estuvo 307 días incomunicado; de ellos tres meses en aislamiento total, sin salir del calabozo, sin hablar con alguien, sin andar, tirado sobre el piso que diariamente llenaban de agua sus carceleros.

 En el Penal de Burgos estuvo nueve meses incomunicado en una celda. Fue en esa celda, hacia 1954, donde nacieron sus primeros poemas ( a los 33 años de edad). Sus compañeros lograron hacerle llegar un pequeño volumen de Antonio Machado. Pudo, sucesivamente. leer a Lope de de Vega, Quevedo, García Lorca, Rafael Alberti, Miguel Hernandez ... Por los mismos caminos inexplicables que llegaron hasta él estos grandes poetas de España, comenzó a llegar a España y al mundo la poesía de Marcos Ana. Una poesía llamando desde un muro, a la fraternidad de un mundo que comenzó a pedir su libertad, fraternidad que se hizo extensiva a todos los presos políticos de España y a todo el pueblo español.

 En Noviembre de 1961 en respuesta a ese clamor Marcos Ana fue liberado. Había cumplido 23 años de prisión ininterrumpida. Es el hombre que más años estuvo preso por la guerra civil española.