Por Adriana Meyer
Además de los cambios de caras y jefaturas, otro clásico de fin de año en
el Parlamento son las sesiones maratónicas. La semana próxima las autoridades
de la Cámara de Diputados intentarán sesionar para aprobar gran parte de los
proyectos de ley que caducan a fin de mes, cuando finaliza el período de
ordinarias. “Convocaré a reunión de labor parlamentaria para sacar el
miércoles aquellos temas en los que haya acuerdo”, aseguró a Página/12 el
todavía presidente de la Cámara baja, Eduardo Camaño. En coincidencia, una
fuente de la conducción del bloque oficialista afirmó que están conversando
con los diferentes bloques para aprobar al menos una veintena del centenar de
iniciativas que están por perder estado parlamentario. Entre los proyectos que
interesan al kirchnerismo está el que crea la empresa de satélites Arsat, el
de Financiamiento Educativo y el de Mecenazgo, ya aprobado en el Senado. La
oposición está más interesada en que obtenga media sanción la reducción de los
miembros de la Corte y la anulación de los indultos a los jefes de la
dictadura.
Este último proyecto es un caso paradigmático de la dinámica, a veces
agotadora, del Congreso. Con paciencia, la diputada de Izquierda Unida
Patricia Walsh fue tejiendo el consenso necesario, y ese esfuerzo de dos años
se coronó con la reciente emisión del dictamen en las comisiones. La
iniciativa, que establece que el Poder Ejecutivo no podrá amnistiar ni
indultar a los condenados por delitos de lesa humanidad, tiene una preferencia
para ser tratada en la próxima sesión. Pero si esto no ocurre antes del 30 de
noviembre, habrá que volver a empezar. Un proyecto caduca si no obtiene
dictamen dentro de los dos años de presentado.
La ley de Presupuesto 2006 y la prórroga de impuestos serían tratados en el
recinto el miércoles 30. Uno de los hombres que responden a Néstor Kirchner en
Diputados se mostró optimista respecto de su aprobación. Al parecer, el
oficialismo está dispuesto a ceder en algunos aspectos cuestionados de estas
leyes y estarían llegando a un acuerdo con los exduhaldistas, que habían
emitido dictamen propio en el tema impuestos. Pero una semana antes, es decir,
este miércoles, habría voluntad para aprobar varios de los proyectos
pendientes, a excepción de la ley de Educación Sexual que asoma conflictiva.
Respecto de la prórroga del período de sesiones ordinarias hubo cierta
confusión el viernes. La presidencia de la Cámara recibió la resolución del
Ejecutivo para extenderlas hasta el 30 de diciembre. Pero luego le llegó la
información de que recibirían una instrucción dejando sin efecto esa medida.
De todos modos, hasta última hora esa contraorden no había ingresado a la mesa
de entradas. Según especuló una fuente oficial, en realidad al Gobierno le
conviene más habilitar sesiones extraordinarias porque de esa manera puede
establecer la agenda a tratar. Los temas que el Ejecutivo podría enviar para
extraordinarias son el proyecto de ley de Financiamiento Educativo, el de
Arsat y el de fomento a la PyMES.
El presidente de la Cámara se reunió esta semana con Juan Manuel Urtubey,
miembro de la conducción del bloque oficial, quien se comprometió a convencer
a su tropa para poder sesionar el miércoles próximo, según relató a este
diario una alta fuente parlamentaria. Camaño también habló con el presidente
del bloque radical Horacio Pernasetti, quien estuvo de acuerdo en sesionar. El
maratón legislativo de este año no sería tan arduo porque hay unos 40
proyectos que no tienen observaciones ni disidencias. Sin embargo, esos
paquetes de leyes aprobadas, en general a altas horas de la noche, merecen el
minucioso estudio posterior de su contenido, que no se explicita en el
recinto.
¿Cuál sería el temor del oficialismo? Los diputados K quieren evitar que
durante la media hora inicial, en la que se votan las preferencias,
laoposición consiga dos tercios para agregar al temario asuntos resistidos,
como por ejemplo, la reducción de la Corte. “Estamos dispuestos a que eso no
ocurra”, fue la garantía que le habría dado Camaño al kirchnerismo.
“Lo que se vota es el reflejo de los intereses de los diputados y del
Gobierno”, argumentó una alta fuente de la Cámara baja. Es decir que todo lo
que queda afuera no logró captar la voluntad oficial ni de los legisladores.
Pueden ser proyectos de enorme incidencia o de menor implicancia, pero no por
ello menos necesarios para determinados grupos. Así ocurrió con la ley
nacional de los perros guía para ciegos, que caducó en el Senado. “El proyecto
perdió estado en la comisión de Población, con todo el perjuicio que nos
genera”, indicó la Federación Internacional de Deportes para Ciegos. Un botón
de muestra.
Otros proyectos que caducan son:
- el que reglamenta un artículo de la Constitución para crear el amparo
colectivo,
- el de votación nominal, que establece ese sistema para ambas cámaras,
- el de adopción, que dispone que cualquier persona puede adoptar, cualquiera
sea su estado civil, salvo los menores de 30 años,
- el de indemnización a los exiliados políticos durante la dictadura,
- la implementación de juicios por jurados, reclamada por Blumberg, y
- la reforma del Código Procesal Penal sobre inhibiciones y recusaciones de
jueces.