1º de Abril – Lección de la Covid-19: enfermamos a la Tierra y la Tierra nos enferma. Por Leonardo Boff

La irrupción del coronavirus en 2019 ha revelado la íntima conexión existente entre Tierra y Humanidad. Según la nueva cosmología (visión científica del universo), nosotros, los humanos, formamos una entidad única con la Tierra. Participamos de su salud y también de su enfermedad.
Isaac Asimov, científico ruso, famoso por sus libros de divulgación científica, a petición de la revista New York Times (del día 9 de octubre de 1982) con ocasión de la celebración de los 25 años del lanzamiento del Sputnik, que inauguró la era espacial, escribió un artículo sobre el legado de ese cuarto de siglo espacial.
El primer legado, decía él, es la percepción de que, en la perspectiva de las naves espaciales, la Tierra y la humanidad forman una única entidad, es decir, un único ser, complejo, diverso, contradictorio y dotado de gran dinamismo.>
Fuente: Servicios Koinonia
https://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=1018

1º de Abril 2021 Boletín Nº 231 de la CEAM.»Plantando memoria»

Boletín Nº 231 de la CEAM. Para verlo sigue el enlace más abajo.
Secciones: Editorial de la Comisión de Exiliados Argentinos en Madrid, Leyes Reparatorias, Argentina, Juicios, España, Internacional, Opinión, Cultura/Historia Popular. Ver más noticias e información en nuestra página.  231-Boletin Nº 231
Editorial: “La Memoria” por CEAM
Este año, impedidos de  repudiar en la calle  a la dictadura cívico militar  pequeños actos,  presenciales o telemáticos y miles de árboles plantados  en Argentina y donde el exilio creó raíces,  homenajearon a los 30.000 desaparecidos.
     Manteniendo la memoria de los detenidos desaparecidos transmitimos a otras generaciones el porqué de la política de exterminio.
     Inaugurando un Espacio de la Memoria, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, afirmó: “Fue tanta la muerte y el exilio que no se aprecia lo que vinieron a hacer, que fue imponer un modelo económico”. 
     Cuestionar la injusticia social y al patriarcado, donde el hombre  reserva el derecho a decidir y la mujer la obligación de obedecer, es  tarea imprescindible.
     No pocos  mirando  a los  sobrevivientes  del exterminio reprodujeron  no ya el “algo habrán hecho..” sino un cruel “algo habrán hecho para sobrevivir”.
     Nuestras compañeras, eran parte del botín de guerra de los lascivos oficiales, defensores  de “la moral cristiana”.   Pero sobretodo un tipo de mujer opuesto al modelo que ellos defendian.
     Algunas  víctimas,  con  sobrehumano trabajo interior,  vencieron la carga de humillación extrema y  ante los tribunales denuncian hoy las atrocidades cometidas.
Agradecemos a una de estas compañeras, Graciela,  sus palabras para este editorial:
Es cierto que la entrada al escenario político y social de los nuevos feminismos constituyó una de las causas de una nueva sociedad. Para mí, sobreviviente de uno de los campos de secuestro y exterminio de la dictadura, significó la aparición de una nueva interlocución.
    
Es cierto que el desarrollo de los juicios de Lesa Humanidad permitió visibilizar la tortura y asesinato que padecieron miles de argentinos y que tuvo como corolario que el martillo de la justicia bajara con condenas ejemplares. Para mí, como sobreviviente, fue el principio del proceso reparador porque fui escuchada cuando relaté mi secuestro durante 2 años.
    
Sin embargo, como a muchas sobrevivientes, los 43 años que atravesamos desde que nos liberaron los marinos hasta la actualidad, fueron un segundo infierno a posteriori del que vivimos en los sótanos de la Esma.
    
Tanto para la sociedad como para muchos compañeros fuimos sospechadas de colaboradoras por haber salido con vida y de haber consentido con los marinos por el hecho de haber sido violadas.
    
Los marinos no violaron a determinadas mujeres sino a una categoría de mujeres y aquí es cuando insisto que estas violaciones no solamente tenían como objetivos llevar mensajes a otros varones, a los compañeros de cautiverio, a los que estaban afuera o a nuestros familiares.
    
Recordando lo que viví, lo que escuché, puedo decir que la causa más potente frente a la que utilizaron la violencia de género fue el modelo de mujeres que éramos. Ellos trataron de disciplinar a esa mujer politizada que cuestionaba el poder político- económico, que se identificó con los postergados y que desobedeció el mandato que le estaba destinado por aquella sociedad patriarcal: éramos una Mujer Nueva.
    
Debo decir, de todos modos, que este proceso lo construimos entre todos: la justicia, la aparición de mujeres jóvenes, los compañeros de ruta que nos abrazaron y, sobretodo, nosotras que desde hace unos años, hemos decidido no callarnos más.
Graciela García Romero 
CEA-Madrid. 31 de marzo 2021