En un histórico discurso, Cristina puso las cosas en su lugar: Marcelo D’Alessio (foto) no es un simple aventurero bocón, sino un miembro orgánico o inorgánico de las agencias de inteligencia y seguridad de los Estados Unidos y se movió durante años con el respaldo de la Embajada de ese país en Buenos Aires (¿Hay alguién que pueda creer que se haya movido durante años ostentado chapas y carnets de la NSA y la DEA sin tener que afrontar ninguna consecuencia?) que, por cierto, no negó la legitimidad de dichas acreditaciones. Añadió Cristina que como es flagrante la intervención de una potencia extranjera en los asuntos internos de una justicia local que ha “enriquecido” el lawfare impulsado por el Norte con extorsiones, chantajes y exacciones millonarias, le corresponde inequívocamente investigar esos delitos a la Corte Suprema.

Fuente: Pajaro Rojo