- Rodrigo Marilaf, vocero del
Hogar Universitario Mapuche We Liwen, Valdivia
- "Este hogar es una
conquista estudiantil"
- Por Pedro Cayuqueo / Kolectivo
Lientur / 1 de septiembre de 2003
El pasado viernes 29 de agosto, con la solemne presencia de numerosos dirigentes
del Consejo Tradicional de Lonkos del Buta Huilli Mapu, de la Coordinadora de
Comunidades de Panguipulli, dirigentes universitarios de la Coordinadora de
Hogares de Temuko y alumnos de la Universidad Austral, se desarrolló la
inauguración del flamante Hogar Universitario Mapuche de Valdivia, el primero
emplazado en dicha zona del Wallmapu y que fue el resultado de largas jornadas
de movilización impulsadas por los propios estudiantes que hoy asistían
orgullosos a su inauguración y bautizo oficial.
El recinto estudiantil, que albergará a partir de esta fecha a más de 25
estudiantes universitarios provenientes de las zonas de Lanco, Panguipulli,
Osorno, Mehuin, San Juan de la Costa e incluso Chiloe, se encuentra emplazado
estratégicamente entre los Campus Miraflores e Isla Teja de la Universidad
Austral de Chile, tradicional plantel de educación superior en el cual los
jóvenes del Hogar We Liwen cursan carreras que van desde la Pedagogía y la
Contabilidad, hasta la Ingeniería Naval.
Para
conversar sobre este importante hito en la lucha de los hermanos y el desarrollo
del movimiento estudiantil en dicha zona austral, el Kolectivo Lientur conversó
en Valdivia con Rodrigo Marilaf, estudiante de quinto año de la carrera de
Antropología, dirigente del Hogar We Liwen y werken en la zona sur de la
Coordinadora de Hogares Mapuche.
- Rodrigo, ¿cuáles son los orígenes del movimiento estudiantil en Valdivia?.
Los orígenes del movimiento se remontan acá en Valdivia a comienzos de la década
de los noventa. Hasta esa fecha no existían en la zona organizaciones mapuche
estudiantiles ni organizaciones mapuche urbanas. Nosotros, en conversaciones con
los lonko de las comunidades, nos hemos podido hacer una idea de los orígenes
del movimiento estudiantil. Ellos nos cuentan que esto resurgió después del fin
de la dictadura, tras la conmemoración del llamado Quinto Centenario y que tuvo
a Valdivia como epicentro de muchas actividades.
A partir de ahí comienzan a formarse pequeños grupos, colectivos a nivel de
estudiantes universitarios, primero en el ámbito del reforzamiento cultural, de
la identidad, como el grupo Kimun o la organización Kiñe Newenche el año 1997,
fecha en que se comienzan a politizar un poco estas agrupaciones, es decir, a
plantear cosas políticas a la par con sus actividades culturales. Nosotros con
el Kiñe Newenche empezamos a pasar de las actividades culturales a tareas de
agitación mapuche, como hacer rayados, manifestaciones públicas sobre los
conflictos de tierras y todo eso.
- La demanda por hogares estudiantiles en Valdivia, ¿cuándo comienza a
desarrollarse en el seno de vuestras agrupaciones?.
Nosotros comenzamos a plantearlo desde el año 1999 y 2000 a partir de la
experiencia de los hogares universitarios existentes en la ciudad de Temuco.
Nosotros a partir de esa fecha comenzamos a debatir sobre esta necesidad y a
reflexionar por qué los estudiantes mapuche en Valdivia teníamos que andar
dispersos, por qué no existían este tipo de recintos en una ciudad donde los
registros de la propia Conadi daban cuenta de la existencia de más de 300
universitarios de nuestro pueblo. Es así como el año 2002, en agosto, comenzamos
a realizar las primeras gestiones, a enviar cartas a la Gobernadora Provincial,
a la Conadi, a la Intendencia también. Nosotros no recibimos nunca respuesta,
aunque sabíamos que no lograríamos nada ya que no éramos ingenuos al respecto.
Lo hicimos más bien como una forma de decir que habíamos utilizado los canales
institucionales del que tanto hablan las autoridades.
- ¿En ese momento deciden optar por el camino de las movilizaciones?.
Si, nosotros comprendimos que debíamos pasar a otro plano y en octubre del año
2000, dos días antes de la "celebración" del 12 de octubre aquí en Valdivia, ya
que aquí se trata de una celebración con todas sus letras. En esa fecha por
primera vez nos lanzamos a la acción y decidimos ocupar con el apoyo de
organizaciones huilliche de la Provincia y estudiantes universitarios mapuche
provenientes de Temuco, la sede del antiguo Juzgado de Policía Local de esta
ciudad. Ingresamos temprano, cerca de 23 estudiantes y en nuestro primer
comunicado exigimos la habilitación de dicho recinto abandonado como un Hogar
Universitario. Esa era nuestra principal demanda. Que se transformara dicho
recinto en un Hogar Universitario, ya que era de propiedad fiscal y estaba
abandonado. Estuvimos todo un día ocupando el recinto, las autoridades se
negaron a conversar con nosotros en esas condiciones y en la madrugada del día
siguiente nos desalojaron los Carabineros, llevándonos a todos detenidos. Fue
nuestra primera acción, nuestro debut en esta lucha.
- Ustedes en esa acción de octubre contaron con el apoyo de organizaciones
tradicionales de comunidades. Esa es quizás una característica de vuestro
movimiento, lo vimos hoy durante la inauguración del Hogar, esto es la presencia
de varios lonko, incluso del Ñidol Lonko del Buta Huilli Mapu. Explícanos de
dónde surge esta importante conexión.
Bueno, nosotros previo a la realización de las primeras movilizaciones lo
conversamos y tuvimos muy claro que solos como estudiantes no íbamos a conseguir
nada o que si lográbamos algo, faltaría un componente muy importante como lo son
nuestras comunidades huilliche. Entonces decidimos conversar con los hermanos de
la Coordinadora de Comunidades en Conflicto de Panguipulli, con la Asociación
Lafkenche y obviamente los hermanos nos apoyaron en todo, con declaraciones
públicas, con visitas, entendiendo que esta lucha no sólo correspondía a los
estudiantes universitarios, sino que a todo el movimiento huinche de donde
nosotros mismos proveniamos. Según los datos que nosotros manejábamos con datos
de la Conadi, la cifra de estudiantes que existía como potenciales beneficiarios
de hogar superaba los 300 estudiantes, incluyendo universidades, institutos y
centros de formación técnica. Muchos de ellos provenían de sectores de
comunidades de la Provincia, tanto de los sectores precordilleranos como de la
costa, lo que explica en parte el amplio respaldo que recibimos de las
organizaciones territoriales.
- Sin embargo y a pesar del desalojo policial, ustedes lograron sentarse más
tarde con las autoridades en una mesa de diálogo. Cuéntanos cómo se dio este
proceso de conversación.
Bueno, a los pocos días de la ocupación del antiguo edificio del Juzgado
logramos concretar una reunión con la Gobernadora Provincial, Sandra Meza.
Nosotros asistimos a esa reunión acompañados de los dirigentes de las
organizaciones territoriales de la zona, quienes nos acompañaron para
solidarizar con nuestra demanda y dar cuenta de que se trataba en los hechos de
una demanda de pueblo. Nosotros teníamos dos demandas concretas. Una, que se
construyera en un plazo de dos años un hogar universitario mapuche en Valdivia.
Y la segunda, que de forma transitoria se habilitara un hogar a más tardar para
el mes de marzo del 2003. En esa reunión la Gobernadora nos dijo que ambas cosas
eran imposibles, que no existía en Conadi ni en el gobierno una línea
presupuestaria para hogares estudiantiles. Nos dijo claramente que la
construcción de un hogar sería posible en unos 20 años y que para resolver el
tema puntual de alojamiento y comida de los estudiantes para el año 2003 existía
en Conadi un plan de financiamiento individual denominado "becas de residencias
estudiantiles".
Esa respuesta obviamente nos molestó y no aceptamos ningún acuerdo por una
cuestión de dignidad, ya que nosotros no acudimos hasta la Intendencia a
negociar migajas o aceptar esas becas que los universitarios en Temuco ya habían
rechazado por atentar contra la unidad del movimiento estudiantil y fomentar la
dispersión. Nosotros habíamos ido a defender nuestro derecho a recibir una
educación digna y a tener la posibilidad de contar con espacios en los cuales de
forma autónoma pudiéramos formarnos como mapuche, aprender de nuestra cultura y
recibir a nuestra gente.
- ¿Cuáles son sus siguientes pasos tras esta nueva decepción frente a las
autoridades de gobierno?.
Nosotros comprendimos que debíamos retomar el camino de las movilizaciones y
también que nada sacábamos con dialogar con personeros de segundo o tercer nivel
en el gobierno, que debíamos dirigir nuestras demandas hacia niveles más altos
en la escala de mando del gobierno. Entonces decidimos coordinar nuestros
esfuerzos con los estudiantes universitarios de Temuko, que en ese tiempo
mantenían una mesa de trabajo bastante avanzada con el Subsecretario de
Mideplan, Jaime Andrade y altos personeros de Conadi en Temuko. En noviembre del
2002 los dirigentes de los hogares universitarios de Temuko nos invitan a
participar de su coordinación y a presentar nuestras demandas en sus instancias
de conversación, con el apoyo y el respaldo de todos ellos y para nosotros fue
un cambio radical, ya que pasamos de conversar temas menores con las autoridades
provinciales de Valdivia a discutir temas más políticos y de gran trascendencia
con los máximos representantes de Mideplan y Conadi, personeros que si tenían la
capacidad para resolver temas de presupuesto como el que nos afectaba a
nosotros.
De ahí en adelante todo cambio para nosotros y el cambio la verdad fue muy
sorpresivo, ya que acá en Valdivia teníamos a la Gobernadora diciendo que era
imposible lo que nosotros pedíamos y en Temuko nos encontramos con un Jaime
Andrade que nos dice "No se preocupen, sólo son siete millones, ya veremos como
lo resolvemos". Eso nos causó gran impresión, ya que tras un par de reuniones
con Mideplan ya teníamos un compromiso formal de que en el mes de marzo
tendríamos los recursos suficientes para implementar el primer hogar
universitario mapuche en Valdivia.
- Obviamente tras esta buena voluntad del Subsecretario existía la presión ahora
del resto del movimiento estudiantil…
Si, por supuesto. Ya no éramos sólo nosotros quienes demandábamos la creación de
hogares. Los estudiantes en Temuko se venían movilizando fuertemente desde el
año 2001 y el Subsecretario sentía obviamente esa presión. Por ello nosotros
comprendimos en parte la aceptación inmediata de nuestras demandas, aunque no
dejó de sorprendernos el poder que habían logrado los estudiantes en Temuko
frente a las autoridades. Nosotros nos sentimos sumamente respaldados por ellos
y eso sin duda contribuyó a que el subsecretario asumiera de inmediato un
compromiso de palabra con la habilitación de un hogar estudiantil en Valdivia
para marzo del 2003. Nunca existió incluso un acuerdo formal, el Mideplan se
comprometió a asignar los recursos y nosotros confiamos en que se cumpliera con
lo prometido.
- Sin embargo, ustedes tendrían más tarde un sin fin de problemas nuevamente
con las autoridades de la Provincia…
Si. A ellos al parecer les molestó nuestro contacto directo con el Mideplan, que
de una u otra forma los pasáramos a llevar, ya que pusieron un sin fin de trabas
burocráticas tras haber dado el Mideplan la orden de asignar recursos para
nosotros. De hecho, llegado el mes de marzo de este año nosotros no teníamos
todavía la certeza de que tendríamos los recursos y la disposición de las
autoridades locales de Conadi para canalizar los recursos que exigíamos. Eso nos
llevó como estudiantes a retomar las movilizaciones y las acciones de fuerza
para romper estas trabas y que finalmente se asignaran los recursos para el
arriendo de este local, cosa que sucedió a los pocos meses.
- Un arriendo nada de fácil de conseguir…
Si,
nosotros tuvimos más de un mes buscando una casa donde arrendar. Teníamos los
recursos asignados pero nadie quería arrendar una casa para nosotros. Cada vez
que llegábamos a un lugar que reunía las mínimas condiciones y les comentábamos
que necesitábamos el inmueble para instalar un hogar universitario mapuche, nos
decían "lo sentimos, acabamos de arrendar" o que no arrendaban para ese tipo de
actividades. Fue complicado encontrar un local, la Conadi tampoco ayudó mucho en
esta tarea por lo que debimos salir nosotros mismos a la calle. Al final
logramos vencer los prejuicios, el racismo de esta ciudad de gente rubia y
descendientes de alemanes y llegamos a esta casa que reúne buenas condiciones.
- Ustedes acaban de inaugurar este nuevo Hogar, han finalizado de manera exitosa
un periodo de movilización y de negociaciones con la autoridad. ¿Qué se viene
para adelante en la lucha de los universitarios de Valdivia?.
Nosotros vemos este Hogar como una conquista concreta del movimiento
estudiantil. Un logró obtenido a partir de la lucha, de la movilización. Por eso
estamos orgullosos, de poder mostrar un avance, de saber que estamos logrando
cosas y que no nos quedamos en los discursos como pasa generalmente a nivel de
las antiguas organizaciones mapuche que aun existen. Aun así yo creo que el
proceso de lucha iniciado el año 2002 no ha finalizado, para nada. El proceso
iniciado por nosotros no ha concluido ya que existen muchas otras demandas que
como movimiento tenemos que levantar. Además, el mismo tema del hogar no esta
resuelto aún. Nosotros queremos transformar este espacio en un Centro Cultural,
un lugar que pueda servirnos para reforzar nuestra identidad mapuche y dar
acogida también a nuestra gente de las comunidades. Este no es un hogar como
cualquiera, es un hogar mapuche y esa lucha será larga. Además este hogar
nosotros lo concebimos como transitorio, como un paso en esta lucha, un paso
importante, pero sólo un paso, ya que la demanda principal siempre fue la
construcción de un hogar mucho más grande en Valdivia, un hogar como aquellos de
Temuko y que pueda resolver en parte la demanda que existe entre los estudiantes
de nuestro pueblo.
También esta la necesidad de luchar por la creación de una política
presupuestaria que regule el financiamiento para este tipo de recintos. Esa
política no existe, nunca ha existido y mientras se mantenga esta situación
irregular nuestra situación estará caracterizada por la inestabilidad. Nosotros
tenemos, por ejemplo, financiamiento hasta junio del año 2004, luego bien
podemos quedar en la calle si el gobierno dice "bueno, se nos acabó la plata".
Nosotros queremos que se legisle al respecto, que exista un presupuesto anual y
esa es una lucha que vamos a dar como Coordinadora de Hogares Mapuche. Nuestra
última movilización, el 26 de agosto pasado, que fue la toma de las oficinas de
Orígenes en Valdivia obedeció a esta demanda. En ese tema recién estamos
comenzando, por lo que la lucha de nosotros tiene todavía para rato.