Una mirada radical desde USA. Entrevista a CrimethInc.

¿Cómo definiríais el proyecto CrimethInc.? ¿Cuántos años lleváis en esto?

Básicamente, CrimethInc. es un intento experimental de fomentar deseos, ideas y tácticas contagiosas y reproducibles en pro de la liberación colectiva.

El proyecto tiene diferentes capas. En el centro de la cebolla hay unos pocos colectivos (redacción, informática, podcasts, edición/distribución, etc.) —pequeños grupos de personas que, en general, se conocen bien y trabajan juntes1 regularmente. Algunes llevan en esto desde principios de los noventa.

La siguiente capa es una red mucho más amplia de personas que colaboran con estos proyectos o que los apoyan. Esto, por ejemplo, puede consistir en enviar una crónica de una acción o el análisis de una de las luchas del momento, traducir algunos artículos o solucionar problemas informáticos de la web. Mucha de esta gente no se conoce, pero casi todes conocen a algún participante de larga duración. Una organización eficiente consiste en hacer posible que mucha gente pueda colaborar utilizando el máximo de su talento sin crear riesgos innecesarios, burocracia o conflictos.

La siguiente capa es la «mitología» de CrimethInc.—el impacto en el mundo de toda la gente que usa nuestros materiales y los efectos secundarios de ese impacto.

Finalmente está la idea del crimethink2 en sí mismo—la posibilidad de pensar fuera de los dictados de nuestra sociedad actual. Esto es algo que se extiende mucho más allá de nuestras redes, algo prácticamente universal.

Es importante recordar que lo que la gente haga con los materiales que creamos puede ser mucho más poderoso que el acto de crearlos. Lo realmente importante es el crimental (crimethink) en sí mismo, la capacidad humana de imaginar y soñar de manera subversiva —no nuestro pequeño proyecto.

Generalmente, en el mundo anarquista casi todos los proyectos de agitación tienen un periodo muy activo pero una vida breve. ¿Cómo explicáis vuestra longevidad?

La respuesta corta es que nuestro trabajo no está terminado, así que aún no podemos dejarlo.

Ayuda que amamos lo que hacemos y que nos inspiramos unes a otres. Esto hace que colaborar en proyectos creativos sea gratificante, en vez de agotador. También ayuda que no remuneramos estas tareas —nadie cobramos. Tiene alguna desventaja, dificulta la colaboración de quien trabaja a jornada completa para ganar dinero. Pero involucrar dinero (meter sueldos o liberades) en proyectos como este es extremadamente arriesgado porque puede acarrear resentimiento y avaricia.

Y, finalmente, también ayuda que nuestro proyecto esté basado en amistades de larga duración y que nos tomemos esas relaciones muy en serio como base para poder crear las vidas y el mundo que juntes nos merecemos. Esto no significa que todo proyecto anarquista tenga que basarse en la amistad; también es muy importante organizar proyectos que sean más abiertos y accesibles. Pero para nuestro proyecto si lo es.

Abordáis con naturalidad e incluís en vuestro trabajo de información cada nueva lucha y cada nueva perspectiva interseccional. Después de tantos años ¿cómo conseguís que no haya una clara brecha generacional en el proyecto?

Esa es una buena pregunta. Hemos tenido mucha suerte en que, repetidamente, nueva gente haya venido a nosotres. Honestamente, no hacemos mucho para «reclutar» nueves participantes, pero cuando nos damos cuenta de que alguien joven está haciendo un trabajo interesante, intentamos contactar con elles y apoyar sus esfuerzos. Normalmente, solo con intentar hacer ese trabajo de manera efectiva ya es suficiente para contactar con quien también lo está haciendo.

En los mejores casos, alguien empieza a hacer proyectos de CrimethInc. de manera autónoma—por ejemplo, poniéndose a tope a hacer fanzines con nuestros artículos antes de que nosotres mismes hayamos terminado nuestros propios diseños de fanzine —y finalmente acaba siendo integrade en el proceso colectivo.

¿Seguís siendo les mismes que cuando empezasteis? ¿Se incorpora nueva gente?

Algunas personas están desde el principio, sí, pero un montón se han unido a lo largo del camino.

Además de los artículos en la web publicáis fanzines, libros, carteles, hacéis radio, producís documentales, editáis música… ¿cómo se pueden cubrir tantas propuestas? ¿Tenéis un gran grupo de colaboradores?

Sí, somos capaces de sacar adelante todo lo que hacemos por la amplia red de personas que colabora en nuestros proyectos, que aportan un montón de capacidades e intereses. Cada une de nosotres debería aspirar a maximizar su propio potencial, pero se necesita de todes nosotres trabajando juntes para hacer todas estas cosas. Si contáramos cuánta gente ha colaborado con proyectos de CrimethInc. en estos años… sería un gran número de personas.

¿Cómo os organizáis? ¿Cómo tomáis las decisiones y se reparten las tareas?

Generalmente buscamos el consenso dentro de los grupos de trabajo y la descentralización entre los diferentes grupos de trabajo. Así que, en vez de intentar atraer a todo el mundo a un solo proceso de consenso centralizado, cuando añadimos un nuevo proyecto (ya sea solo un artículo, un podcast o un libro) generalmente se convierte en un grupo independiente y autónomo que solo responde ante sí mismo. Por supuesto, alguna gente está involucrada en bastantes grupos, y todos los grupos dependen de la infraestructura de la propia web, así que hay cuellos de botella. Pero nos esforzamos en conseguir un equilibrio entre autonomía y control de calidad.

¿Alguna vez habéis publicado un artículo y con los años habéis visto que era visionario? ¿Alguna vez habéis publicado un texto y con el tiempo os habéis dado cuenta de que estaba equivocado?

En EEUU algunas de las posiciones que llevamos defendiendo desde los 90 se han vuelto mucho más aceptadas, principalmente, la crítica al capitalismo en su totalidad y la aceptación de la diversidad de tácticas, frente a la anterior fetichización de la «no violencia». Lo mismo ocurre con nuestra oposición a la policía y al sistema carcelario, y con el rechazo al reformismo y a las campañas basadas en demandas, en favor de otras formas de acción directa que no hacen concesiones. (Hasta el Wall Street Journal citó la semana pasada nuestro conocido texto sobre este tema: Por qué no hacemos demandas).

Pero todo esto son ejemplos de cómo las posturas anarquistas pueden popularizarse a una velocidad mucho mayor a la que el propio anarquismo se expande, y a veces puede ser un obstáculo para nosotres porque permite a reformistas y valedores del estado generar alternativas superficiales a las políticas anarquistas que parecen abordar las mismas cuestiones.

Siempre intentamos identificar las carencias de nuestros análisis y no limitarnos a un solo contexto o marco teórico. Creemos que la biodiversidad intelectual es una de las cosas más importantes para el movimiento anarquista, de tal manera que si una estrategia o un acercamiento teórico deja de funcionar, alguien tiene otra estrategia lista para intentarlo.

Desde el fanzine hasta el podcast, la sociedad de la información ha cambiado mucho. ¿Qué lecciones habéis aprendido?

Hemos aprendido más sobre cómo comunicar inmediatamente mucha información en un espacio corto de tiempo. Internet ha hecho de esto algo muy importante, desgraciadamente.

Pero creo que la lección más importante es que no deberíamos perseguir lo que parezca popular. Más bien, si queremos comunicarnos de una manera significativa con les demás, deberíamos escuchar nuestros corazones, conocernos mejor a nosotres mismes e identificar la parte de nosotres que no tiene garantizada su expresión en la sociedad. Si podemos dar voz a esos aspectos propios con honestidad y elocuencia, probablemente nos demos cuenta de que también hemos hablado por otres muches. El anarquismos nos pide que no seamos simples politiques, buscando complacer el mínimo denominador común, los deseos más superficiales producidos por esta sociedad de consumo, sino mejor, que nos volvamos romantiques buscando entendernos a nosotres mismes y a les demás, e identificar lo que realmente amamos y deseamos en este mundo o en una posible versión de él.

Sois muy activos en redes sociales, incluidas las comerciales. ¿Cómo de importante es la tecnología para hacer llegar el discurso y la información? ¿Tenéis un posicionamiento sobre la tecnología y su uso?

«Hay un mundo invisible conectado al mango de cada herramienta. Usa la herramienta de la manera para la que fue creada, y te encaja en el molde de todes los que hacen lo mismo; desconecta la herramienta de ese mundo, y puedes partir a explorar otros.» Cazador/recolector (2002).

Nuestro texto «Desertando de la utopía digital» (https://es.crimethinc.com/2013/10/04/desertando-de-la-utopia-digital-las-computadoras-contra-la-computacion)3 explica claramente nuestra posición sobre los medios digitales. Hay diferentes opiniones dentro de nuestro colectivo, pero el consenso general es que la tecnología digital, al igual que la economía capitalista que moldeó su desarrollo, tiende a alienar a la gente unes de otres (y también, de aspectos de sí mismes) y a generar desigualdades entre elles, incluso aunque integre a todo el mundo dentro de un mercado gigante (de ideas… o de otro tipo). Al mismo tiempo, mucha de la comunicación de la gente con la que nos gustaría comunicar se ha desplazado a plataformas sociales corporativas, así que intentamos participar en esas plataformas lo suficiente como para llegar hasta elles —con el objetivo de llevarles a otro sitio.

En ‹Sobreviviendo a la represión en los medios sociales» https://crimethinc.com/2020/12/21/surviving-the-social-media-crackdown-the-instagram-ban-and-how-to-keep-following-us explicamos la lógica que nos lleva al uso provisional de las redes sociales y contamos algunas de las maneras en las que hemos lidiado con corporaciones como Facebook, intentando suprimirnos, casi seguro, por ordenes directas del gobierno de EEUU.

Antes editabais Rolling Thunder o Harbinger, que ya no existen. ¿Hay que asumir que no se puede llegar a todo o con vuestra web estas publicaciones ya no son tan necesarias?

Los primeros años que estuvimos en activo no teníamos una página web —la mayoría no teníamos ni mail. Colaborábamos a través del correo postal y nos comunicábamos a través de cabinas teléfonicas. En aquellos tiempos tenía sentido imprimir nuestros proyectos, y continuamos imprimiéndolos masivamente incluso mientras internet se convertía, cada vez más rápido, en la forma central de comunicación. Todavía imprimimos muchas cosas —por ejemplo, acabamos de reeditar Para cambiarlo todo, nuestro primer texto introductorio al anarquismo— pero intentamos concentrar nuestros esfuerzos en los formatos que llegan a más gente, y eso, hoy en día, quiere decir poner más atención en lo digital.

Algunos de vuestros fanzines son clásicos que podemos encontrar en cualquier okupa del norte global. ¿Cómo decidís qué temas tratar? ¿Cuánto tiempo le dedicáis a cada fanzine? ¿Y con los libros?

Generalmente elegimos temas en los que estamos interesades (por ejemplo, un análisis revolucionario de los auto-cuidados, nacido de debates amistosos dentro de nuestro colectivo) o temas en que las circunstancias nos han forzado a interesarnos (por ejemplo, una guía de la cultura de la seguridad, necesaria por los ataques del estado a les jóvenes rebeldes).

Algunos fanzines nos llevan una semana, otros meses. Los libros llevan años y años, y habitualmente involucran a mucha gente.

¿Con qué proyecto estáis ahora?

Bueno, esta noche unes cuantes de nosotres estuvimos hasta tarde terminando la traducción de un texto de Colombia sobre los disturbios de esta semana: https://es.crimethinc.com/2021/05/05/colombia -ha-perdido-el-miedo-continua-un-levantamiento-a-nivel-nacional-frente-a-la-violencia-estatal Y ahora, en vez de acostarme, ¡te escribo a ti!

Tenemos algunos proyectos a largo plazo, pero es mejor completar proyectos que hacer promesas sobre ellos.

En vuestro sitio web tenéis artículos en inglés y en castellano, ¿es solo para llegar a más gente o también refleja un posicionamiento político en los EEUU? También publicáis información en portugués brasileño, francés, italiano, alemán y en otros muchos idiomas, ¿vais traduciendo lo que podéis o hay una estrategia de comunicación concreta?

En EEUU hay mucha gente que habla muchos idiomas. Para poder comunicarnos con la gente, especialmente aquelles que están más marginalizades y perseguides, es necesario que nuestros materiales estén disponibles en diferentes idiomas. Pero esto es cada vez más cierto en todo el mundo, no es algo específico del contexto de EEUU.

De hecho, en nuestra web tenemos textos en docenas de lenguas, con 28 secciones completas para diferentes idiomas, aunque para algunos (como el bengalí, el farsi o el japonés) por ahora solo hemos traducido media docena de textos. Estamos trabajando duro para asegurar que nuestros materiales sean lo más ampliamente accesibles, y eso también implica que la gente los adapte a diferentes contextos locales. Como no seguimos un modelo basado en una organización jerárquica, donde un comité central asigna tareas a la gente, los textos que se traducen reflejan lo que quienes hablan esos idiomas creen que es importante o interesante, no el resultado de una estrategia predeterminada.

O, para decirlo de otra manera: a menudo las mejores estrategias nacen de acciones descentralizadas, con cada persona actuando en respuesta a las necesidades que ve mejor desde donde está posicionade, en conexión con lo que le apasiona y con lo que es capaz de hacer bien.

¿Cómo os financiáis? ¿La venta de libros es vuestra fuente principal?

El mayor recurso que tenemos no es económico, es la creatividad y el tiempo de les participantes. Con tiempo suficiente —y una cierta capacidad de tolerancia al riesgo— se puede conseguir cualquier cosa. El precio de lo que vendemos es, básicamente, lo que cuesta producirlo y enviarlo. No hay beneficio.

Algunes de nosotres trabajamos en estos proyectos continuamente. Para poder hacerlo nos hemos vuelto expertes en vivir con poco dinero. Pero dedicar nuestro tiempo y energía a proyectos que nos importan es lo mejor que podemos pedir a la vida.

Desde Ferguson en 2014 con la muerte de Michael Brown hasta el asesinato el año pasado de George Floyd, se ha ido generando una sensación de impunidad policial y una tensión en las calles que ha acabado explotando ¿Qué análisis hacéis de esto?

A medida que la crisis del capitalismo se intensifica, los gobiernos están optando por la fuerza bruta en vez de por hacer concesiones para mantener a la gente bajo control. Eso significa que la policía es la primera línea en cada lucha— y, a menudo, ahora es la violencia policial lo que hace de efecto catalizador de las luchas. Escribimos sobre esto en 2014, poco después del levantamiento de Ferguson: https://crimethinc.com/2014/11/25/feature-the-thin-blue-line-is-a-burning-fuse

En EEUU, la policía ha perdido mucha de su legitimidad para el gran público. Bajo Donald Trump el propio sistema político perdió legitimidad, también hasta un punto que, mirando hacia atrás, los levantamientos populares de 2020 se dirían casi inevitables. Ahora, la nueva administración Demócrata en Washington intenta recuperar cierta legitimidad… pero no les va a resultar fácil, ya que casi todo en esta sociedad depende de una cantidad enorme de violencia racista (tanto violencia estatal como no estatal) para poder continuar.

¿Qué análisis hacéis de la izquierda en EEUU y de luchas sociales como Black Lives Matter, el movimiento antifa, Defund the police, etc.?

Como ya he dicho, todos estos posicionamientos son versiones reformistas de antiguos posicionamientos anarquistas. Les anarquistes participaban en revueltas contra la policía desde hace muchos años (por ejemplo, en respuesta al asesinato de Oscar Grant en 2009) antes de que estas se etiquetaran como «Black Lives matter». Aquí el movimiento antifa ha popularizado muchas tácticas anarquistas (black bloc, etcétera…) pero hay una gran diferencia entre intentar proteger la democracia del fascismo y reconocer las formas en que la democracia estatal, también, depende de la represión violenta. «Defund the police» («Quitar la financiación a la policía») es una versión reformista de la propuesta de abolir la policía. Una propuesta que valientes rebeldes demostraron en la práctica en mayo de 2020 en Minneapolis cuando desalojaron y prendieron fuego a una comisaría.

Está bien que estas posturas se propaguen, pero solo si su expansión no evita que la gente continúe radicalizándose. Por ejemplo, es absurdo imaginar que se podría abolir la policía sin abolir el sistema capitalista que la financia.

Los años con Trump habrán sido duros. ¿Cómo habéis vivido este último año con las elecciones, todo lo que ocurrió después de las elecciones y la llegada de Biden?

Sí, el gobierno de Trump fue un periodo extremadamente difícil, especialmente en 2020.

El primer día de su presidencia, más de 200 de nuestres compañeres fueron arrestades en su toma de posesión; luego fueron amenazades con condenas de 80 años por persona. Fue una señal del tipo de retos que nos venían. Tuvimos que luchar frecuentemente contra los fascistas, mientras el presidente de los Estados Unidos nos convertía en une de sus mayores enemigues. Aun así, al final, creo que conseguimos mucho más bajo el gobierno Trump que lo que conseguimos durante la presidencia de Obama. Los riesgos eran mayores, pero las posibilidades también.

En 2020, con la rebelión por George Floyd, vimos lo más parecido a una insurrección que ha ocurrido en Estados Unidos. Mucha gente —la mayoría no anarquistas— experimentó el poder que podemos tener juntes para transformar totalmente nuestra sociedad. La campaña electoral para la Casa Blanca que vino después y el burdo alzamiento fallido de la derecha del 6 de enero, fueron calculados para atemorizar a la gente y que, por miedo al fascismo, defendieran el orden existente en vez de tratar de derrocarlo.

Pero el recuerdo de mayo y junio de 2020 permanece. En el futuro, parece inevitable que la sociedad estadounidense continuará polarizándose más y más. Estas no son precisamente buenas noticias, hay un peligro real de que aumenten el conflicto social y la violencia. Pero significa que no hay ninguna ventaja en intentar mantener una posición «moderada» si todo a nuestro alrededor se vuelve más y más extremo.

En la última década mucha gente se ilusionó movilizándose con una supuesta nueva izquierda que prometía cambiar cosas; Syriza, Podemos, Jeremy Corbyn, Bernie Sanders, Bildu, CUP… mucha gente está defraudada porque ninguno de estos proyectos llegó a cuajar como un cambio verdaderamente perceptible. En su momento, desde el anarquismo no supimos asumir aquel descontento en las calles, ¿hemos hecho autocrítica?

Publicamos un artículo titulado «Syriza no puede salvar a Grecia» el día que Syriza ganó las elecciones en 2015: https://crimethinc.com/2015/01/28/feature-syriza-cant-save-greece-why-theres-no-electoral-exit-from-the-crisis

Básicamente, previmos por adelantado todo lo que podía pasar. Uno de los objetivos de nuestro libro De la democracia a la libertad (https://es.crimethinc. com/books/from-democracy-to-freedom) era analizar cómo les participantes anarquistes en los movimientos de 2011 perdieron la oportunidad de clarificar las diferencias fundamentales entre políticas reformistas electoralistas y un planteamiento anarquista enraizado en la autonomía, la solidaridad y la acción directa.

Aunque muches de les participantes en los movimientos de 2011 han reflexiones sobre qué ocurrió, constantemente gente nueva se une a nuevos movimientos y es necesario transmitirles ese conocimiento.

¿Seremos capaces ahora de ofrecer espacios de lucha atractivos y consecuentes donde una parte de esta población quiera participar? ¿O eso no debería estar en nuestra agenda?

Creemos apasionadamente que parte de nuestro potencial —vivir las vidas que queremos, satisfacer los deseos que sentimos, conseguir la liberación— depende y está estrechamente conectado con todes les personas con que formamos esta sociedad. Cada une de nosotres debería buscar individualmente hacer lo máximo posible para conseguir que las luchas colectivas sean una realidad. Esto significa tratar de construir espacios de una colectividad profunda y gratificante, aunque tampoco deberíamos celebrar el consenso o la colectividad por sí mismos.

Como bromeé con un compañero alemán esta semana cuando me describió una situación durante una mani del 1 de Mayo en la que nada habría pasado si tres personas no hubiesen dado, valientemente, el primer paso, podrías decir que el anarquismo es el «individualismo por el interés colectivo.» Por supuesto, también es la colectividad por el interés individual: porque queremos alcanzar nuestro potencial total como individuos, estamos obligades a trabajar con otres para hacerlo posible.

¿Hay algo más que queráis contarnos?

Eso es todo, ¡por ahora! Es un honor que nos hayáis invitado a colaborar con vuestro proyecto y esperamos que esto solo sea un primer paso en un proceso de colaboración mucho más largo entre nuestros proyectos, movimientos y comunidades. ¡Mucha suerte en vuestras luchas!

Notas:

1. Hemos decidido utilizar el neutro «e», en vez del genérico masculino o el genérico femenino, intentando que el mayor número de personas se sienta parte de la colectividad.

2. Crimethink se traduce en castellano por «crimental» o «pensacrimen». En la novela de George Orwell, 1984, se arresta a quien piensa diferente de las consignas del Partido. El crimen de pensamiento («crimental» o «pensacrimen») es lógicamente el más grave. El nombre del colectivo CrimethInc. es un juego de palabras que se traduciría como «Crimen S.A.»

3. Hemos puesto la versión en castellano cuando la hemos encontrado y mantenido el enlace a la versión original en inglés cuando no.

[related_posts_by_tax posts_per_page="4"]

You May Also Like

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *