«Tráfico y prostitución. Experiencias de mujeres africanas». Ed. DDT Liburuak, 2017.
Compendio de testimonios de prostitutas centrado, sobre todo, en el tráfico de mujeres y en la explotación por parte de las proxenetas, en su mayoría, antiguas prostitutas. También se benefician de la trata las agencias matrimoniales, los dueños de los clubes y la policía.
El libro describe la trata como una serpiente que se muerde la cola, una prostituta con su trabajo, sus contactos o el matrimonio consigue dinero para pagar el viaje y los documentos (en muchos casos, falsos) de cuatro o cinco africanas. Familia, hechiceros y matones son testigos de la gran deuda que contraen las nuevas prostitutas con su jefa, que multiplicará por diez el capital invertido. Luego las chicas tienen que pagar regularmente, mes a mes. Por si acaso, les secuestran el pasaporte y, si no cumplen, les dan palizas. Si ayudan a traer más chicas o ganan suficiente para que trabajen, otras por ellas, estarán menos tiempo alquilando sus cuerpos en clubes y calles. Se ha dado el caso de africanas, que lograron traer entre diez y veinte mujeres, y cobrando las deudas ganaron tanto dinero que tuvieron que abrir tiendas y bares para justificar sus ganancias.
El proxenetismo determina las relaciones de estas mujeres, pero también de los que se quedan en África o Sud América, continente que también aporta testimonios al libro. Allí, a pesar de que llegan noticias de enfermedades, alcoholismo y malos tratos, permanece la idea de que yendo a Europa ganaran mucho dinero. Aunque sea haciendo de puta, porque según una de las compiladoras de los testimonios «Ellas saben que vienen a trabajar como prostitutas, pero no saben todo lo que va a suponer eso». Otra cita que refleja la característica de esta prostitución clandestina es la siguiente: «Si comparamos el trato que dan estas jefas nigerianas a sus chicas con el trato que dan los chulos, aunque sean los chulos de antes, que daban un trato muy duro, el de las nigerianas es más duro». Al respecto, se explica que los proxenetas, al estar cada vez más perseguida las agresiones a las mujeres, para mantener el control sobre ellas, tratan de engancharlas a las drogas.
Laura María Agustín, en un artículo introductorio, titulado «Trabajadores migrantes en la industria del sexo», explica las desventajas que padecen las trabajadoras latinoamericanas o africanas, como, por ejemplo, los chantajes policiales. En este sentido, uno de los testimonios, asegura Lucrecia Pérez fue asesinada por que tenía una cuenta pendiente con la policía.
La fuerza de este libro es que cuenta con testimonios de primera mano que nos permiten asomarnos a un mundo hermético y enterarnos, por ejemplo, de la existencia de cines y discotecas exclusivos para las chicas, a las que les prohíben salir libremente por la ciudad.
Este libro es una reedición revisada y ampliada de una publicación de 2003 de ahí que los cálculos monetarios estén realizados en pesetas.
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