JOSÉ FIDEL LÓPEZ/ALBACETE

Los vecinos de la urbanización de Casas Viejas no aguantan más. La enorme escombrera que crece frente a sus viviendas, cerca de la carretera de Jaén, les preocupa, y mucho, por lo que han aprovechado el IV Foro de la Participación, que se celebra esta mañana, para denunciar este gigante vertedero que se ha formado de manera ilegal.

Según han explicado en sus propuestas al consistorio, su barrio «sigue careciendo de toda la infraestructura que tiene un barrio sin urbanizar», como agua potable, alcantarillado o alumbrado público, por lo que mientras llegue el momento para su acometida «y que esperamos sea lo antes posible», quieren «una política más coherente e imparcial en disciplina urbanística».

En este sentido, señalan que los camiones de escombros «continúan con sus vertidos diarios» y «sin ninguna sanción». «No sólo han convertido la zona en un vertedero, sino que con el continuo trasiego, el firme del asfalto lo han destrozado, convirtiendo el único acceso asfaltado que hay en un bache profundo», asegura esta asociación vecinal.

Silencio administrativo

De otro lado, explican que como ninguna institución pública se hace cargo de la conservación de este camino, «somos los propios vecinos lo que debemos sufragar el gasto y su realización». El asunto de la escombrera no es nuevo; La Verdad ya lo denunció hace más de un año. La cosa es sencilla; sobre una enorme superficie las empresas de transcubetas de Albacete depositan diariamente toneladas y toneladas de escombros procedente de la demolición de viejos edificios, de su rehabilitación o de la construcción de nuevos bloques de viviendas.

Restos de todo tipo de maquinaria, mobiliario fijo de cocina o de cuartos de baño, sanitarios, cubiertas, puertas, ventanas, revestimientos de piedra, barandillas, escayolas, tierra, vigas o pilares se depositan sobre decenas de montones en esta enorme parcela a la que se accede por un camino de tierra.

Al margen de estos materiales, más o menos contaminantes, en el entorno de las escombreras han nacido auténticos vertederos de todo tipo de basura. El problema, según los constructores y las empresas de transcubetas, es que en el municipio no existe una escombrera legal.

Además, las empresas que depositan allí residuos -muchas de ellas, ya sancionadas- pagan una cuota al propietario.

Pero esta urbanización tiene otros problemas, como falta de señales en los accesos o que los pretiles de los dos canales que se atraviesan -María Cristina y San Jorge- estén totalmente destrozados, lo que, junto con la falta de iluminación, «hacen del acceso por la noche un tránsito sumamente peligroso». Esta asociación ha planteado otras propuestas referentes a la ciudad en general y relacionadas con el empleo, el tráfico y la cultura.