Las Cortes de Castilla-La Mancha instaron ayer al Ministerio de Medio Ambiente a que deje sin efecto cualquier actuación administrativa, presente o futura, tendente a la construcción del túnel proyectado entre los embalses del Talave y el Cenajo, tras aprobarse una Proposición no de Ley del PSOE, con sus votos y la oposición del Partido Popular. Durante la sesión plenaria, el diputado socialista Diego García Caro argumentó la necesidad de paralizar el proyecto del Ministerio de Medio Ambiente en el hecho de que la construcción del túnel provocará un grave perjuicio medioambiental y económico, fundamentalmente para los agricultores y ganaderos de la zona afectada, las comarcas de Campos de Hellín y la Sierra del Segura, en la provincia de Albacete.

En los mismos términos se pronunció el consejero de Obras Públicas, Alejandro Gil, quien afirmó que la construcción del túnel para llevar agua al Levante español producirá un gran impacto ambiental y agrícola en los ríos de la zona, especialmente en el río Mundo, agua abajo del Talave. Según dijo, este río podría quedarse seco, lo que conllevaría una pérdida considerable de casi la totalidad de las 8.000 hectáreas de regadío que hay en la zona.

El titular de Obras Públicas criticó que el MIMAM vuelva a proyectar obras que beneficiarán al Levante español y perjudican a Castilla-La Mancha, en este caso a una amplia zona de la provincia de Albacete que verá esquilmados los recursos hídricos necesarios para su progreso y desarrollo. Además, lamentó la «chulería» del Gobierno central al proyectar una obra sin declaración de impacto ambiental y sin tener en cuenta el criterio del Gobierno regional.

Por su parte, la diputada popular Manuela Parras acusó al PSOE y al Gobierno regional de confundir a la opinión pública, a través de declaraciones «demagógicas», y de crear «alarma» social sobre una obra que conseguirá que los embalses del Talave y Camarillas mantengan un nivel de agua estable. Además, afirmó que tendrá un impacto visual nulo, al ir el túnel bajo tierra, y supondrá un trasvase de agua no superior al volumen que ya circula.

El PP a favor del Levante

Parra, quien aseguró que el río Mundo no se quedará seco, señaló que las aguas ahora van mezcladas y, al entubar, lo que se va a hacer es separar la de buena y la de mala calidad. En todo caso, si el estudio de impacto ambiental pertinente fuese contrario a la obra, su partido también lo rechazaría. Ante su postura, García Caro acusó al PP castellano-manchego de ser una «sucursal» del Gobierno central en la región, e indicó que tendrán que explicar a los miles de vecinos de los municipios afectados porqué están a favor del litoral mediterráneo en lugar de defender sus intereses.

La polémica sobre el túnel Talave-Cenajo tuvo también, ayer, su capítulo albaceteño, cuando el diputado del PP por Albacete en el Congreso de los Diputados, Héctor Esteve, y el provincial, Juan Modesto Cebrián, acusaron hoy al PSOE de «contaminar» a la Plataforma en Defensa del Segura «en beneficio de intereses oscuros» e introduciendo «elementos de confusión» entre los ciudadanos.

Ambos acusaron a los responsables del PSOE de instrumentalizar a la plataforma para atacar o generar «polvisca política» y Cebrián les acusó de carecer de «voluntad, opinión y conocimientos técnicos» para criticar las actuaciones hidráulicas del Estado y de generar «elementos turbios en detrimento de un debate que debiera mostrarse objetivo». Juan Modesto Cebrián calificó de «veleta» al actual consejero de Obras Públicas, Alejandro Gil, por manifestar diferentes opiniones sobre la obra del túnel entre los embalses del Talave al Cenajo a lo largo de su trayectoria política. Así, recordó que en 1997, cuando Gil era director general del Agua, votó a favor de este proyecto en el Consejo del Agua, para luego después, en 1999, criticarlo por considerar que era negativo para los intereses de la cabecera alta del Tajo y de los embalses de Entrepeñas y Buendía, y ya en el año 2000 decir que no es malo para esta presas, sino para el río Mundo. Juan Modesto Cebrián dijo que el PP no quiere participar en esa «ceremonia de la confusión» y va a debatir puntualmente los proyectos y desmentir «la falsedad de sus afirmaciones».