La empresa concesionaria del servicio municipal de aguas, Aquagest, encargó recientemente a la firma consultora Pozos Reunidos Sociedad Limitada un estudio sobre la situación del acuífero de la Mancha Oriental, cuyas conclusiones, aunque no aportan excesivas novedades, sí vienen a confirmar que de continuar el actual ritmo de extracciones, esta fuente de recursos hídricos perecerá en un plazo de 10 a 30 años. Especialmente preocupante es la situación de la zona de El Salobral como consecuencia de las extracciones masivas.

La empresa Aquagest, para justificar la necesidad de la construcción de dos nuevos sondeos en la zona de Los Llanos con el fin de mejorar la calidad del agua que se consume en estos momentos en la ciudad, presentó un amplio estudio, elaborado por Pozos Reunidos Sociedad Limitada, sobre las características del líquido elemento que sale de los grifos de los hogares de los albaceteños.

Recuerda este estudio que la ciudad se ubica sobre el subsistema acuífero denominado Mancha Oriental, el cual se extiende sobre 7.650 kilómetros cuadrados, distribuidos entre las provincias de Albacete (74%), Cuenca (18%), Valencia (7,5%) y Murcia (0,6%). Este subsistema se extiende por toda la llanura albaceteña y las sierras que la confinan, presentando límites abiertos en el Norte, hacia la serranía de Cuenca, y en el Este, en dirección al campo de Montiel. Este acuífero está constituido por una superposición de horizontes permeables, basicamente calizas y dolomías, del Jurásico, Cretácico y Mioceno. En cuanto a las salidas del acuífero, éstas se producen por manantiales localizados en los márgenes o propios cauces de los ríos Júcar y Cabriel, y por bombeo para el abastecimiento de 227.000 habitantes y 44.000 hectáreas de regadío. Las extracciones, según Pozos Reunidos, se evalúan en unos 280 hectómetros cúbicos al año.

La dirección de las aguas subterráneas es convergente desde las sierras hacia la llanura de Albacete, y una vez en ella, hacia el curso del Júcar.

Los bombeos de agua subterránea se concentran en determinadas zonas del acuífero, lo que ha provocado, según recuerda Pozos Reunidos, una modificación en el esquema hidráulico natural, y que se ha puesto de manifiesto en la variación de la cota de extracción. Así, en las cercanías de Albacete se concentran varias miles de hectáreas de riego y una importante demanda urbana, satisfecha en ambos casos con sondeos en explotación, que han provocado la bajada de los niveles de hasta 65 metros desde el inicio de los controles, allá por 1973. Fuera de las zonas de explotación intensiva, esos niveles también ha sufrido una depresión, aunque mucho menor. Además, de especial incidencia resultaron las sequías de 1981 a 1983, y de 1993 a 1996.

Captaciones

En torno al término municipal de Albacete existen captaciones en el Hondo de la Morena, Vereda de Murcia y Vereda de Andalucía, que forman parte de la zona de El Salobral, y cercado de Los Llanos, que forman parte de la zona de Pozo Cañada. Precisamente, la zona de El Salobral es la que presenta mayor concentración de extracciones de todo el acuífero, y en consecuencia, donde se registran los descensos de nivel más pronunciados, que alcanzaron desde 1974 un ritmo de 3,5 metros por año.

En la zona de El Salobral, el acuífero principal está a unos 200 ó 240 metros de profundidad, mientras que los niveles estáticos se sitúan ya entre los 86 y los 96 metros, lo que supone que, de seguir con el actual ritmo de descenso, se agotará practicamente en el plazo de 30 años, asegura la empresa Pozos Reunidos.

En la zona de Pozo Cañada, el comportamiento del acuífero es distinto al no efectuarse extracciones de entidad hasta 1982. Desde esa fecha, se ha registrado una reducción continuada del nivel de agua, hasta tal punto que de acuerdo con las previsiones de esta empresa, el acuífero se agotará en el plazo de 10 años.

Agua potable, pero con problemas.

El agua que se consume en los hogares de Albacete y sus pedanías es potable, pero en determinados casos, no cumple el indicador de calidad que establece la normativa estatal. Esta es la principal conclusión que destacable del informe presentado este año por el concejal de Medio Ambiente, José Eduardo Martínez Valero, tras las polémicas declaraciones de representantes de Ecologistas en Acción, quienes aseguraron que se debía realizar un estudio serio sobre las consecuencias para la salud de los albaceteños del consumo del agua del grifo. De acuerdo con los datos dados a conocer por Martínez Valero, durante 1999, los valores medios de nitratos –único elemento nocivo para la salud de cuantos contiene el líquido elemento– del agua consumida en la ciudad fueron de 21 miligramos por litro, y por lo tanto, por debajo del indicador de calidad que fija la normativa estatal, que es de 25 miligramos por litro.