El agua del Júcar está lista para beber  
   
La empresa pública aporta documentos que certifican su calidad
Afirma que la conexión a la red puede hacerse sin demora
 
(La Verdad de Albacete. 20 de Diciembre de 2002)

AGUSTÍN VICO/ALBACETE

Un mes se ha tomado la empresa pública Aguas del Júcar (AJ) para contestar las afirmaciones del regidor albaceteño sobre la deficiente calidad del agua superficial del río Júcar que debe sustituir a la de los sondeos que actualmente beben los albaceteños.

Lo hizo ayer, y con contundencia, a través de Lorenzo Castilla López, consejero delegado la empresa, en rueda de prensa celebrada en la planta de recorrido de agua, ya terminada y lista para funcionar, que AJ tiene en el kilómetro 3 de la carretera de Pozohondo.

Pleno municipal

Castilla recordó que a raíz de la polémica sobre el contenido de sulfatos el Ayuntamiento convocó un pleno, el 15 de noviembre, en el que se acordó instar a AJ a que el abastecimiento cumpliera los parámetros (que el agua contuviera menos de 250 miligramos por litro de sulfatos) y adecuara la infraestructura (construyera una planta de ósmosis inversa para eliminar los sulfatos).

Además el pleno municipal advertía a AJ de que no iba a recibir la obra hasta que no se cumplieran los puntos anteriores y que no pensaba solicitar la excepcionalidad a la Unión Europea sobre la calidad del agua.

Los anteriores requisitos fueron contestados ayer, mediante un escrito, al que se dio entrada en el registro del Ayuntamiento de Albacete.

En este documento AJ, en referencia a la adecuación de la infraestructura exigida por el consistorio, afirma que «ha ejecutado las obras con estricta sujeción al proyecto aprobado, en su día, por el Ayuntamiento», circunstancia «que parece ser ignorada, ahora, por ese Ayuntamiento».

En el proyecto, recordó Castilla López, no se incluía ningún tipo de tratamiento por ósmosis inversa para la reducción de sulfatos del agua del río Júcar «por no considerarlo necesario desde un punto de vista técnico».

Además AJ, explicó Castilla, la tecnología de ósmosis «tiene unos graves inconvenientes medioambientales en la eliminación del rechazo que se produce en el tratamiento». Inconvenientes que Castilla afirmó que Pérez Castell conocía desde el principio de la polémica.

Entre esos efectos negativos el consejero delegado de AJ citó que era una «tecnología de potabilización», utilizada en las desaladoras, no para reducir el contenido de sulfatos y que provocaba entre un 20% y un 25% de pérdidas de rechazo, un agua cargada de sales «una salmuera, conflictiva de eliminar en la costa, cuanto más en una zona como en la que nos encontramos».

«Si se tratase la totalidad del agua que consume Albacete, los 15 hectómetros cúbicos, nos resultaría del orden de 4 a 5 hectómetros cúbicos de rechazo de salmuera, lo que equivale a tres o cuatro veces la balsa que tenemos de abastecimiento a la ciudad».

Aquagest

Otros aspectos negativos citados por el directivo de AJ fueron el mayor consumo de agua para compensar las pérdidas producidas en el rechazo y el económico, ya que el metro cúbico, saldría entre 50 y 60 pesetas el metro cúbico. Además y recordó Lorenzo Castilla, la planta de ósmosis ya está contemplada en el convenio, de 1997, en el que se adjudicaba la gestión integral del ciclo del agua de la ciudad a Aquagest, empresa esta que se comprometía a pagar 1.160 millones de pesetas.

«En cuatro años que lleva esta corporación no se les ha ocurrido exigirle a Aquagest que construya esa planta de ósmosis inversa, que probablemente era más necesaria para el agua de los sondeos que estamos utilizando ahora que para el agua del Júcar y esto no deja de resultar sospechoso, cuando están a punto de recibir estas obras y el agua que siempre se quería».

Aunque, si el Ayuntamiento lo quiere hacer, AJ se ofreció ayer a prestar apoyo técnico al consistorio.

 
El alcalde dice que sospecha que los informes pueden ser falsos  
(La Verdad de Albacete. 20 de Diciembre de 2002)

Mediante un comunicado escrito, el alcalde de Albacete puso ayer en duda la veracidad de los documentos aportados por la sociedad estatal Aguas del Júcar. Llega a afirmar su falsedad, da a entender que han sido «manipulados en los despachos», y lamentó que en este asunto se estén aportando «documentos contradictorios y confusos».

Por otra parte, Pérez Castell reiteraba una vez más su afirmación de que el gobierno municipal velará en todo caso para que el agua que finalmente salga por los grifos de los albacetenses «cumpla escrupulosamente con lo que establecen la normativa española y europea».

El alcalde considera «incomprensible e intolerable» que, en su opinión, «después de invertir más de 5.000 millones en la infraestructura para este abastecimiento, la empresa que lo ha realizado, Aguas del Júcar, no sea capaz de garantizar a los albaceteños que la obra puede cumplir la función para la que se realizó, que no es otra que conseguir que, como comprometimos con Aguas del Júcar ( ) en todo caso el proyecto establece que la calidad del agua potable a producir por la estación de tratamiento de aguas potables será la definida por la legislación europea y por la española vigentes en cuanto a sus características organolépticas, físico-químicas y bacteriológicas».

Ante la sucesión de documentos contradictorios sobre la calidad del agua del Júcar, Pérez Castell considera que uno u otro, «si no los dos» son falsos, y advierte que como alcalde no permitirá «a nadie, ni al Ministerio, ni a la Confederación del Júcar ni a Aguas del Júcar, que dependen de él, que intenten engañar a los albaceteños, modificando informes técnicos en los despachos o emitiendo documentos contradictorios y confusos».

Advierte finalmente el alcalde de que el objetivo de lograr agua de calidad se conseguirá con Aguas del Júcar o sin esta sociedad.

 
 
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